Información del libro

Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 19 de 65 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE DIECINUEVE

EXPERIMENTAR A CRISTO
COMO EL MISTERIO DE DIOS

Lectura bíblica: Col. 2:2-9

En este mensaje llegamos al tema de experimentar a Cristo como el misterio de Dios. Hablaremos de varios asuntos que nos ayudarán a experimentar a Cristo en este aspecto.

I. AL ALCANZAR EL PLENO CONOCIMIENTO DE CRISTO COMO EL MISTERIO DE DIOS

Si hemos de experimentar a Cristo como el misterio de Dios, primero debemos obtener el pleno conocimiento de Él como el misterio de Dios. Hemos mencionado que Pablo luchó para que los corazones de los colosenses fuesen consolados “hasta alcanzar el pleno conocimiento del misterio de Dios, es decir, Cristo” (2:2). Para obtener el pleno conocimiento de este misterio, se requiere el ejercicio de todo nuestro ser. Si sólo creemos en Cristo pero no le amamos, no podremos obtener este conocimiento. Asimismo, si le amamos a medias pero no totalmente, tampoco obtendremos el pleno conocimiento de Él. Para ello debemos amar al Señor Jesús con todo nuestro ser. Es por eso que Marcos 12:30, que es una cita de Deuteronomio 6:5, dice: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Cuando ejercitemos todo nuestro ser para amar al Señor Jesús, recibiremos el pleno conocimiento de Él.

A algunos cristianos les gusta mucho el himno: “Oh, cuánto amo a Cristo”. No obstante, podemos cantar este himno de una forma superficial, y no conforme al pleno conocimiento del Cristo que es el misterio de Dios. Sólo cuando ejercitemos todo nuestro ser, podremos conocer a Cristo en este aspecto.

Aconsejo a todos los que están en el recobro del Señor a que estudien tres libros cruciales del Nuevo Testamento: Mateo, Juan y Hebreos. Se han dado muchos mensajes de estudio-vida sobre estos libros, que son muy provechosos. Los estudios que hicimos de Juan y Hebreos son bastante completos. Si ustedes dedican suficiente tiempo para estudiar estos tres libros, obtendrán mucho conocimiento acerca de Cristo.

II. AL RECIBIRLE A ÉL

En 2:6 Pablo dice que los colosenses recibieron “al Cristo, a Jesús el Señor”. Cristo es la porción de los santos (1:12) y nos ha sido dado como tal para nuestro deleite. Creer en Él equivale a recibirlo. Como Espíritu todo-inclusivo Él entra en nosotros (2 Co. 3:17) y mora en nuestro espíritu (2 Ti. 4:22) para ser nuestro todo.

Una vez que hemos recibido a Cristo Jesús, no necesitamos recibirle de nuevo. No obstante, debemos aplicar lo que ya hemos recibido. Lamentablemente, sólo un porcentaje muy pequeño de aquellos que han recibido a Cristo lo aplican en sus vidas. Todos debemos aplicar al Cristo vivo diariamente y de una manera práctica. Sencillamente, diremos que necesitamos “hacer uso” de Cristo. Por más de cincuenta años, he estado aprendiendo cómo hacer uso de Cristo. Puedo testificar que esto no es nada fácil, ya que ninguno de nosotros nace con la inclinación de usar a Cristo, y la educación que hemos recibido tampoco nos ayuda para tal fin. Últimamente, le he confesado al Señor principalmente el fracaso de no aplicarlo a Él. La lección más difícil para nosotros los creyentes es la lección de aprender a aplicar a Cristo y a hacer uso de Él. Hemos oído muchos mensajes que nos enseñan a vivir a Cristo, a cultivarlo y a producirlo. No obstante, en nuestra vida práctica espontáneamente “hacemos uso” del yo en lugar de aplicar a Cristo. No nos cuesta ninguna dificultad hacer uso del yo; lo usamos automática y espontáneamente.

En los Evangelios, el Señor nos exhorta a velar y a orar. He examinando esta exhortación por muchos años. Al principio pensé que este mandato era innecesario, pero con el tiempo descubrí que ciertamente necesito velar y orar, especialmente en el asunto de aplicar a Cristo. Al despertarnos cada mañana, debemos velar para no hacer nada sin antes aplicar a Cristo. Muchas veces cuando nos madrugamos, sentimos como si un enjambre de demonios estuviera en la cabecera de nuestra cama. Pero aunque estemos protegidos por el Señor y cubiertos con Su sangre prevaleciente, debemos seguir velando y resistir los pensamientos malignos que el enemigo trata de inyectar en nosotros. No piense en nada sin antes aplicar a Cristo. Ciertamente necesitamos estar en guardia, es decir, debemos velar y orar. Sin embargo, son muy pocos los cristianos que velan y oran para aplicar a Cristo.

A pesar de que todos nosotros hemos recibido al Señor Jesús, nos hace falta aplicarle. Si no le aplicamos, entonces en un sentido práctico el hecho de haberlo recibido no tendrá mucha importancia en nuestra vida diaria. Nuestra experiencia de Cristo no debe ser tan superficial; no debemos dar por sentado tantas cosas. Damos gracias a Dios por la salvación que Él nos ha otorgado en Cristo, y también nos sentimos agradecidos de haberle recibido. Pero ahora debemos avanzar y aplicar al Cristo que recibimos.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top