Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Timoteo, Tito y Filemónpor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2769-X
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 18 de 28 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 2 TIMOTEO

MENSAJE SEIS

EL ANTÍDOTO CONTENIDO EN LA VACUNA

Lectura bíblica: 2 Ti. 3:14-17

Hemos visto que el tema de 2 Timoteo es la vacuna contra la decadencia de la iglesia. En este mensaje hablaremos acerca del antídoto contenido en esta vacuna, el cual es la Palabra divina. En 2:16-26 vemos cómo se extiende la decadencia, y en 3:1-13 vemos cómo la decadencia empeora. Alabamos al Señor porque en 3:14-17 encontramos un antídoto maravilloso, celestial, divino, espiritual y lleno de riquezas. Como veremos, este antídoto es la palabra divina del Antiguo y Nuevo Testamento, es decir, la Escritura que es dada por el aliento de Dios y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir y para instruir en justicia, y hace que el hombre de Dios sea cabal, enteramente equipado para toda buena obra.

I. LA PALABRA DIVINA

A. Del Nuevo Testamento

En 2 Timoteo 3:14 dice: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y de lo que estás convencido, sabiendo de quiénes has aprendido”. Las cosas que Timoteo aprendió del apóstol y de las cuales tenía certeza, eran la porción vital del contenido del Nuevo Testamento, con la cual se completó la revelación divina (Col. 1:25). Así que, él tenía una comprensión práctica de gran parte del Nuevo Testamento. Éstas eran las cosas que él había aprendido de Pablo y de las cuales tenía certeza.

La palabra ministrada por Pablo completó la revelación divina, la parte principal del Nuevo Testamento. El versículo 14 indica que Timoteo había recibido de Pablo el conocimiento apropiado del Nuevo Testamento y que estaba persuadido de ello, a pesar de que en ese entonces el Nuevo Testamento como tal aún no había terminado de escribirse. Así que, a Timoteo se le había confiado la revelación central del Nuevo Testamento.

B. Del Antiguo Testamento

En el versículo 15 Pablo añade: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. Además de su conocimiento del Nuevo Testamento, Timoteo había recibido, desde su niñez, un buen fundamento en el conocimiento del Antiguo Testamento. Él fue completamente perfeccionado y equipado para ministrar la palabra de Dios, no sólo al cuidar de una iglesia local, sino también al afrontar la decadencia de la iglesia, la cual iba de mal en peor.

Los versículos 14 y 15 se refieren al Antiguo Testamento como también al Nuevo. Puesto que Timoteo conocía las santas Escrituras desde su niñez, él conocía bien el Antiguo Testamento y había recibido de Pablo un conocimiento apropiado de la parte principal del Nuevo Testamento. Así, pues, Timoteo tenía una comprensión apropiada de la Biblia en su totalidad. Hoy todos los santos del recobro de Señor, sobre todo los jóvenes, necesitan entender la Palabra de Dios, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo.

II. LA ESCRITURA

A. Dada por el aliento de Dios

El versículo 16 declara: “Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. Las palabras griegas traducidas “toda la Escritura es dada por el aliento de Dios y útil”, significan también: “Toda Escritura que ha sido dada por el aliento de Dios, es también útil”.

Para confrontar la muerte, la corrupción y la confusión que imperan en la decadencia de la iglesia, se necesita la vida eterna, en la cual se basa el capítulo uno (vs. 1, 10), la verdad divina, que se recalca en el capítulo dos (vs. 15, 18, 25), y la santa Escritura, que se tiene en tan alta estima en el capítulo tres (vs. 14-17). La vida eterna no sólo sorbe la muerte, sino que además proporciona el suministro de vida; la verdad divina reemplaza la vanidad de la corrupción con la realidad de todas las riquezas divinas; y la santa Escritura no sólo disipa la confusión, sino que además nos proporciona luz y revelación divinas. Por esta razón, en este libro el apóstol subrayó estos tres asuntos.

La expresión “dada por el aliento de Dios” indica que la Escritura, la palabra de Dios, es el aliento que sale de Su boca. El hablar de Dios es Su exhalación. Por consiguiente, Su palabra es espíritu (Jn. 6:63), pneúma, o aliento. Así que, la Escritura contiene y comunica a Dios como el Espíritu. El Espíritu es, por tanto, la esencia misma, la sustancia, de la Escritura, así como el fósforo es la sustancia esencial de los cerillos. Debemos “encender” el Espíritu de la Escritura con nuestro espíritu para obtener el fuego divino.

La Escritura, que contiene y comunica a Dios el Espíritu, también contiene y comunica a Cristo. Cristo es la Palabra viva de Dios (Ap. 19:13), y la Escritura es la palabra escrita de Dios (Mt. 4:4).


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top