Información del libro

Estudio-vida de Romanospor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2929-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 20 de 69 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE ROMANOS

MENSAJE VEINTE

HEREDEROS DE LA GLORIA

(3)

II. HEREDEROS CONFORMADOS
PARA LA GLORIFICACIÓN

A. Los muchos hermanos del Primogénito

En los dos mensajes anteriores abordamos las bendiciones de la filiación. En este mensaje veremos que los herederos son conformados para la glorificación. ¿A qué son conformados los herederos? A la imagen de Cristo, el Hijo primogénito de Dios (He. 1:5-6). Cristo es el Hijo primogénito de Dios, y los creyentes son los muchos hijos de Dios (He. 2:10). Como Hijo primogénito, Cristo es el modelo, ejemplo, patrón y prototipo de todos Sus hermanos, los muchos hijos de Dios, quienes serán conformados a Su imagen. Esta conformación tiene como finalidad la glorificación venidera. No debemos esperar ser glorificados si primero no crecemos en la vida divina y somos conformados a la imagen del Hijo de Dios. Si esperamos ser glorificados sin ser conformados, sufriremos una gran decepción. La glorificación venidera depende de que seamos conformados a la imagen del Hijo de Dios. Así que, la glorificación depende de nuestro crecimiento en vida.

Usemos una vez más el ejemplo de la semilla de clavel. La semilla es sembrada en la tierra y brota, lo cual simboliza la regeneración. Luego el clavel crece, lo cual constituye el crecimiento en vida, la etapa de la transformación. Finalmente la planta de clavel crece hasta el momento de su florecimiento, y esto constituye su transfiguración y glorificación. La etapa del florecimiento de la planta de clavel es la etapa de su glorificación. Si cuando empieza a brotar la planta de clavel, ella tiene la expectativa de alcanzar la etapa de su florecimiento y glorificación sin pasar por la etapa de crecimiento, jamás florecerá. Si uno no crece en vida, aunque espere el tiempo de florecer, el tiempo de su glorificación, vive en un sueño. No obstante, éste es precisamente el caso que predomina entre muchos cristianos hoy en día.

Recientemente, fui invitado a cenar con algunos amigos cristianos quienes están muy familiarizados con la situación mundial. Ellos comentaron que una gran cantidad de cristianos tienen interés en dos aspectos principales de la profecía: el arrebatamiento, y las señales relacionadas con la venida del Señor. Sin embargo, si esperamos ser arrebatados sin crecer en vida, somos soñadores, porque el arrebatamiento será en realidad nuestra transfiguración y glorificación. Ninguna semilla de clavel puede pasar de la noche a la mañana de la etapa del brote a la del florecimiento. Imagínese que el pequeño brote de clavel sueña con que en una sola noche pasa de la etapa del brote a la del florecimiento. Esto podrá ocurrir en un sueño, pero no en la vida real, porque tal desarrollo inusual sería contrario a la ley de vida. Según la ley de vida una planta de clavel debe crecer poco a poco hasta alcanzar su madurez. Entonces, y sólo entonces, su flor aparecerá. De igual forma nosotros debemos crecer gradualmente hasta llegar a la medida de un hombre de plena madurez (Ef. 4:13). Una vez que llegamos a la etapa del florecimiento, estamos listos para ser transfigurados y glorificados. Así que, la glorificación con la transfiguración solamente es posible una vez que llegamos a la madurez.

Podemos usar también el ejemplo de la graduación de la universidad. Supongamos que un estudiante de primer año, sueña con que termine su carrera en una sola noche y que se gradúe a la mañana siguiente. Esto es un sueño y nada más. En la vida real él no debe esperar graduarse sino hasta cursar los debidos años de la carrera. Después de haber terminado todas las materias y de haber pasado los exámenes finales, será aprobado y se graduará. La graduación nunca viene repentinamente.

Muchos cristianos viven en un sueño. Aunque muchos cristianos esperaron ser arrebatados al aire, finalmente cada uno fue enterrado. Durante el último siglo y medio han habido muchas predicciones peculiares respecto a la venida del Señor. Muchos llamados maestros de profecía aun se han atrevido a fijar la fecha en que el Señor descendería al aire. Sin embargo, han pasado los años y esto no ha sucedido. Todas las predicciones han fallado y ninguna se ha cumplido.

Yo fui salvo cuando aún era un adolescente, unos años después de que terminara la primera guerra mundial. Me gustaba leer siempre la Biblia y conocer sus verdades. Por eso, aunque era un estudiante pobre, procuraba comprar libros espirituales. Muchos de los que enseñaban y escribían acerca de profecías, presentaban diversas predicciones, la mayoría de las cuales fueron derribadas por el comienzo de la segunda guerra mundial; ninguna de ellas fue cumplida. D. M. Panton, un gran maestro de la Biblia, redactaba un periódico llamado Dawn [Amanecer]. A mediados de la década de los treinta, él publicó un artículo que incluía dos fotografías: una de Cesar Nerón y otra de Musolini. Panton declaró: “Miren estas fotografías, vean lo mucho que se parecen el uno al otro; Musolini debe ser el anticristo”. Después de leer este artículo, yo dije en una de las reuniones de la iglesia: “Queridos santos, el señor Panton ha publicado un artículo diciéndonos que Musolini es el anticristo. Si éste es el caso, ciertamente el Señor viene muy pronto, y nosotros seremos arrebatados. Hermanos, muy dentro de mi espíritu yo conozco un principio divino, el cual es que seremos arrebatados cuando hayamos llegado a la madurez. En el Nuevo Testamento el arrebatamiento se compara con la cosecha, y una cosecha sólo se logra cuando la siembra ha madurado plenamente. Si la siembra no está madura, sino que permanece tierna y verde, ¿cómo podríamos cosecharla? Sería imposible. Hermanos y hermanas, miren la situación que prevalece entre el pueblo del Señor hoy en día; miren lo sembrado, ¿están maduro? ¿Creen que la etapa de crecimiento en que se encuentra la siembra actualmente, indica una cosecha inminente? Es imposible. Miren lo sembrado; en ninguna parte se manifiesta un verdadero crecimiento. Todavía el crecimiento es muy poco, aunque hay miles de verdaderos cristianos en toda la tierra, fruto de dos siglos de evangelización llevada a cabo por misioneros que salieron a las partes más remotas de la tierra con el evangelio. ¿Dónde está el verdadero crecimiento en vida? Difícilmente encontramos algo de crecimiento y casi nada de madurez. ¿Cómo entonces podemos esperar la cosecha? Yo me atrevo a decir que la cosecha no se levantará sino hasta que lo sembrado haya madurado”. Yo hablé esta palabra hace aproximadamente cuarenta años; sin embargo, el arrebatamiento aún no ha sucedido. Musolini ya murió y fue sepultado, y ningún cristiano ha visto al anticristo.

No debemos enfocar el tema de la profecía como si fuera únicamente una cuestión de predicción. Muchos escritores cristianos lo han hecho así y cada uno de ellos ha sido avergonzado. Debemos ver que la glorificación con la transfiguración depende de que crezcamos en la vida divina hasta llegar a la plena madurez. Si queremos ser glorificados, debemos crecer, porque la glorificación viene como fruto de la madurez. Cuando lleguemos a la madurez, ésta dará por resultado la glorificación. La glorificación no se dará por casualidad, ni sucederá de la noche a la mañana. Al contrario, será producida por el crecimiento en la vida divina. Hermanos y hermanas, necesitamos crecer. Como lo sembrado por Dios, necesitamos madurar hasta que seamos cosechados, lo cual será nuestra transfiguración y glorificación.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top