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Estudio-vida de Génesispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1420-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 101 de 120 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE GENESIS

MENSAJE CIENTO UNO

EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL
DE LA BENDICION PROFETIZADA
EN CUANTO A JUDA, ZABULON E ISACAR
(2)

Según el Antiguo Testamento, los doce hijos de Jacob fueron distribuidos en cuatro grupos de tres. La palabra profética de bendición que pronunció Jacob en el capítulo cuarenta y nueve se basa en estos grupos. Ya abarcamos el primer grupo, el grupo de Rubén, Simeón y Leví. Ese grupo era sumamente maligno a los ojos de Dios. Rubén se había contaminado, y Simeón y Leví eran crueles. El relato del primer grupo es el comienzo del relato de los doce hijos de Jacob. ¡Qué comienzo tan pobre! No obstante, eso debería alentarnos porque nuestro comienzo también fue muy pobre.

El segundo grupo se compone de Judá, Zabulón e Isacar. Es el grupo de la victoria porque Cristo proviene de este grupo. En este grupo tenemos el evangelio, la predicación del evangelio, y la vida de iglesia.

Algunos pensarán que exageramos al decir que en Génesis 49 encontramos la predicación del evangelio y la vida de iglesia como consecuencia de dicha predicación. Recuerde que la primera tribu del segundo grupo es Judá y que lo más significativo del relato acerca de Judá es el león. Dice el versículo 9: “Cachorro de león, Judá; de la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, así como león viejo [lit., leona]”). Este versículo es interpretado en Apocalipsis 5:5, donde a Cristo se le llama el león de la tribu de Judá. Sin Apocalipsis 5:5 sería difícil interpretar Génesis 49, pero con Apocalipsis 5:5 ante nosotros, nadie puede negar que Judá representa a Cristo.

Aunque muchas veces el Nuevo Testamento interpreta los signos y los símbolos del Antiguo Testamento, no siempre da todos los detalles de esas interpretaciones. Génesis 49 presenta tres aspectos acerca de Judá como león: el león joven, el león que se echa y la leona. Apocalipsis habla simplemente del león de la tribu de Judá de manera general, y no dice nada de los detalles de estos aspectos. Los legalistas dirán: “No vaya demasiado lejos. Sólo podemos declarar lo que afirma el Nuevo Testamento; no debemos decir nada más”. Esto es legalismo. Génesis 49 revela que Judá es un león en tres aspectos, pero el Nuevo Testamento sólo nos da una interpretación general. ¿Entonces por qué no deberíamos seguir adelante y suplir las interpretaciones de los detalles?

Encontramos por lo menos dos o tres lugares donde el Nuevo Testamento indica que no nos explicó todo (He. 5:11; 9:5; 11:32). Considere Hebreos 11:32: “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas”. Aquí el autor del libro de Hebreos parece decir: “No tengo tiempo de decirlo todo. Sólo he incluido parte de lo que afirma el Antiguo Testamento. He dejado muchas cosas sin mencionar”. ¿Entonces qué debemos hacer al respecto? Debemos acudir al Señor y preguntárselo. El autor del libro de Hebreos ya nos proporcionó una manera de interpretar el Nuevo Testamento. El no se dedicó a interpretarlo todo para nosotros. Nos dejó algo en lo cual laborar acudiendo directamente al Señor. Nadie puede estar en desacuerdo con este principio. No obstante, algunos maestros cristianos alegan que si el Nuevo Testamento no menciona algo, nosotros tampoco debemos decir nada al respecto.

En Apocalipsis 5 vemos una interpretación muy clara de Judá, pero ¿qué dice el Nuevo testamento acerca de Zabulón e Isacar? Mateo 4:15 contiene una interpretación parcial de Zabulón, pero no existe ninguna interpretación de Isacar. Según los que afirman que debemos guardar silencio cuando el Nuevo Testamento no dice nada, no deberíamos decir nada acerca de Isacar. No estamos de acuerdo con este concepto tan limitado. En Apocalipsis 5 se comprueba plenamente que la tribu de Judá tiene un significado espiritual. ¿No deberían también las tribus de Zabulón e Isacar tener un significado espiritual? ¿Acaso Judá tiene significado espiritual, pero las demás tribus del mismo grupo no lo tienen? Esto no es lógico; es absurdo.

Como destacamos en el mensaje anterior, en Judá vemos tres aspectos principales: la victoria de Cristo, Su reino y el descanso que uno tiene al disfrutar las riquezas en la vida de Cristo. Vemos la victoria de Cristo en los versículos 8 y 9, Su reino en el versículo 10, y el descanso al disfrutar las riquezas en la vida de Cristo en los versículos 11 y 12. Estos tres puntos no son una interpretación arbitraria de dichos versículos. Si ustedes piensan que mi interpretación es arbitraria, les preguntaré por qué en el versículo 9 el león joven se menciona antes que el león que se echa y antes que la leona. ¿Por qué se da esta secuencia? ¿Por qué la leona no viene en primer lugar? Según la mención triple del león, en el versículo 10 tenemos el cetro y la vara de autoridad, lo cual denota la condición de rey y el reino. ¿Por qué el reino viene después del león? ¿Por qué no se menciona en primer lugar? Después del reinado, tenemos como tercer punto, el descanso al disfrutar las riquezas en vida de Cristo. Si no seguimos la interpretación demostrada en el mensaje anterior acerca de atar el asno a la vid, ¿cómo interpretaría usted estas palabras? ¿Qué significan? Además, ¿qué significa lavar sus vestidos en el vino? ¿Cuál es el significado de los ojos rojos del vino y de los dientes blancos de la leche? El Nuevo Testamento sólo nos da la interpretación del versículo 9 en Apocalipsis 5:5, pero debe de haber alguna interpretación para los versículos 11 y 12. ¿Cuál es esta interpretación? En cuanto a todos los puntos de los versículos del 9 al 12, debemos pasar mucho tiempo callados en la presencia del Señor, y decir: “Señor, ¿qué dices de esto? ¿Qué significa atar el asno a la vid?” El Señor respondería: “Si usted observa la Biblia, verá que el asno se usa para dirigirse a una meta. El asno viaja y labora siempre”. Entonces usted diría: “Ciertamente yo soy ese asno. Necesito atar este asno a la vid”. La vid mencionada en el versículo 11 es Cristo. En Juan 15:1 el Señor dijo: “Yo soy la vid verdadera”. Por consiguiente, atar el asno a la vid significa atar nuestro asno a Cristo. Esto no es más que un ejemplo de la manera correcta de entender esta porción de la Palabra.


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