Información del libro

Estudio-vida de Filipensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0338-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 35 de 62 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE FILIPENSES

MENSAJE TREINTA Y CINCO

VIVIR A CRISTO RECIBIENDO
LA PALABRA POR MEDIO DEL ESPIRITU

Lectura bíblica: Fil. 1:19-21a; 2:12b-13a, 16a; Jn. 1:1; 6:63; Ef. 6:17b-18a; 5:18-20; He. 4:12; Col. 3:16-17; 2 Ti. 3:16a

Filipenses 1:19-21a trata de la salvación, de la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo y de cómo magnificar y vivir a Cristo. Luego, Filipenses 2:12, 13a y 16a abarca los siguientes temas: llevar a cabo nuestra salvación, el Dios que opera en nosotros y enarbolar la palabra de vida. Por consiguiente, en estos dos pasajes de Filipenses vemos dos líneas: la primera es la salvación, el Espíritu y Cristo, y la segunda, la salvación, Dios y la palabra. Al hacer esta comparación recibimos mucha revelación.

EXPERIMENTAR LA SALVACION

En 1:19 Pablo afirma que su situación, ambiente y circunstancias resultarían en su salvación; y luego en 2:12 nos exhorta a llevar a cabo nuestra salvación. Las palabras de Pablo en 1:19 nos ayudan a ver que las situaciones adversas pueden resultar en nuestra salvación. Esto sucederá siempre y cuando disfrutemos de la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. Pero si no disfrutamos de esta suministración, todo lo que nos suceda resultará en nuestra vergüenza. Cualquier situación que enfrentemos sólo podrá tener uno de dos resultados: salvación o vergüenza. Supongamos que una hermana contraría a su esposo. Para este hermano, tal situación puede resultar en salvación o en vergüenza. Todo dependerá de si dicho hermano disfruta o no la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. Si él disfruta el suministro del Espíritu, experimentará salvación en esa situación particular y Cristo será magnificado en él. Pero si en lugar de disfrutar el suministro se enoja con su esposa, él será avergonzado. Insisto en que Cristo será magnificado sólo si la situación de dicho hermano resulta en su salvación. En un sentido muy real, la salvación mencionada en 1:19 consiste en que Cristo sea magnificado.

En 2:12 Pablo vuelve a tocar el tema de la salvación. En esta ocasión ya no habla de su propia salvación, sino que exhorta a los santos a que ellos mismos lleven a cabo su salvación. Al hablar de sí mismo, Pablo declaró que sus circunstancias resultarían en su salvación, pero al dirigirse a los santos, les pidió que llevaran a cabo su propia salvación.

Debido a los problemas que afrontamos en nuestra vida diaria, requerimos experimentar la salvación de Dios, especialmente en nuestra vida familiar y en la vida de iglesia. Para cada tipo de problema necesitamos de una salvación específica. Por ejemplo, un hermano necesitará de una salvación particular al relacionarse con los santos, pero necesitará de otra clase salvación cuando se relaciona con su esposa. Conforme a lo establecido por Dios, no es bueno que el hombre esté solo; por consiguiente, todos los hermanos deberían casarse. No obstante, en la vida matrimonial, inevitablemente se presentarán problemas, y para cada uno de ellos necesitaremos la salvación que Dios nos ofrece. Dios instituyó el matrimonio para que tuviésemos la oportunidad de disfrutarle. Si disfrutamos al Señor, ciertamente experimentaremos Su salvación en nuestra vida matrimonial.

La Biblia revela que hay muchas categorías de salvación. Día tras día y momento a momento podemos disfrutar de los diferentes aspectos de la salvación que Dios nos otorga. Debemos experimentar la salvación cada año, cada mes, cada día y aun a cada instante. Yo simplemente no podría vivir sin la salvación de Dios.

SER SALVOS DE LAS MURMURACIONES Y ARGUMENTOS

Cuando Pablo nos habla de llevar a cabo nuestra salvación, él no se refiere a la salvación del infierno ni a la salvación de la condenación de Dios. Nosotros jamás podríamos llevar a cabo semejante salvación. Notemos el énfasis de las palabras de Pablo cuando dice: “Llevad a cabo vuestra salvación”. Según estas palabras, un esposo no debe fijarse en la salvación que él considera que su esposa necesita; más bien, debe prestar atención a su propia salvación.

Debemos relacionar el mandato de Pablo acerca de llevar a cabo nuestra salvación con la exhortación que él nos hace en el versículo 14: “Haced todo sin murmuraciones y argumentos”. Como ya mencionamos, las murmuraciones tienen que ver con nuestra parte emotiva, y los argumentos, con nuestra mente. Las murmuraciones provienen principalmente de las hermanas, mientras que los argumentos por lo general proceden de los hermanos. Hasta ahora no he sabido de ninguna esposa que no murmure. Es por eso que las hermanas deben llevar a cabo su salvación en cuanto a las murmuraciones. Ellas necesitan ser salvas en este respecto. De la misma manera, los hermanos deben llevar a cabo su propia salvación en cuanto a los argumentos. Si en nuestra vida matrimonial o en nuestra vida de iglesia abundan las murmuraciones y los argumentos, esto indica que nos falta experimentar más la salvación de Dios. Tanto en nuestra vida familiar como en nuestra vida de iglesia debemos experimentar una salvación plena, libre de murmuraciones y argumentos. ¡Cuán maravillosa sería la vida de iglesia en nuestra localidad si, en lugar de murmuraciones y argumentos, abundaran las experiencias de salvación!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top