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Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 57 de 59 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE CINCUENTA Y SIETE

PABLO VINDICA SU AUTORIDAD APOSTÓLICA

(8)

Lectura bíblica: 2 Co. 12:19—13:10

HABLA DELANTE DE DIOS EN CRISTO

En 12:19 Pablo dice: “Todo este tiempo habéis estado pensando que nos defendíamos ante vosotros. Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación”. Al igual que los corintios, nos es posible creer que en estos capítulos, Pablo se defiende. El título de este grupo de mensajes habla incluso de la vindicación de Pablo de su autoridad apostólica. En estos capítulos, Pablo aparentemente se vindica; pero de hecho, él ni se vindica ni se defiende.

En este versículo, Pablo dice que él habla delante de Dios en Cristo. La expresión “en Cristo” indica la vida por la cual los apóstoles hablaban, y se refiere al medio y a la sustancia de sus palabras. La frase “delante de Dios” indica el ambiente en el cual hablaban los apóstoles, y se refiere a la esfera en la que hablaban.

Tal vez parezca que Pablo no es consistente. En 11:17 él declara que no habla según el Señor, sino con necedad. Ahora él afirma que habla delante de Dios en Cristo. No creo que Pablo se defendería contra la acusación de ser inconsistente; o lo entendemos, o no. Pablo sabía lo que hacía y lo que decía. Hoy a nosotros también se nos acusa de ser inconsistentes y de que nos contradecimos.

Debemos considerar la situación en que vivía Pablo en 2 Corintios. Cuando él hablaba como con necedad, declaraba que no hablaba según el Señor. En otras palabras, Pablo decía que su necedad, y no el Señor, era lo que lo motivaba a hablar. Pero en 12:19, él afirma que él habla en Cristo, es decir, por Cristo como su vida. Además, dice también que él habla delante de Dios, es decir, en el propio Dios quien es la esfera en que habla. Aquí Pablo parece decir: “Yo no me estoy defendiendo; por el contrario, hablo por Cristo como mi vida y delante de Dios como mi esfera. Además, hablo por causa de la edificación de vosotros. Amados, todas estas cosas no tienen como fin vindicarnos, sino edificaros a vosotros. Quiero gastar y gastarme del todo por vosotros. No me interesa defenderme. Solamente vosotros y vuestra edificación me interesan. Éste es el enfoque de mi preocupación. No estoy tratando de convenceros de que me recibáis como apóstol. Mi preocupación es que vosotros seáis edificados. Si vosotros sois edificados, quedaré satisfecho. Estoy dispuesto a sacrificar cualquier cosa por esto”.

UNA LISTA DE COSAS NEGATIVAS

El versículo 20 dice: “Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, celos, iras, ambiciones egoístas, maledicencias, murmuraciones, engreimientos, tumultos”. Pablo deseaba que los corintios estuvieran en Cristo, vivieran a Cristo y fuesen edificados como el Cuerpo. Pero a Pablo le preocupaba que al llegar a ellos, los encontrara de otro modo. Además, él estaba consciente de que los corintios tal vez lo encontraran a él no como desearían, porque quizás Pablo tendría que mostrarse firme para con ellos y disciplinarlos, y por ende, parecería que él no era ni tierno ni amoroso.

En el versículo 20 Pablo menciona contiendas, celos, iras, ambiciones egoístas, maledicencias, murmuraciones, engreimientos, tumultos. Todas estas cosas son características de personas que viven en la carne y que sólo buscan sus propios intereses. La palabra griega traducida “contiendas” significa también debates, contenciones, peleas. Asimismo, la palabra traducida “maledicencias” significa denigraciones, calumnias, y la que se traduce “murmuraciones” significa calumnias secretas. Con la palabra “engreimientos”, Pablo se refiere a la arrogancia excesiva. En griego, esta palabra se deriva de la que se traduce “hinchéis de orgullo” en 1 Corintios 4:6. La palabra traducida “tumultos” puede ser traducida también disturbios.

En este versículo Pablo dice a los corintios: “Si sois personas así, seré puesto en vergüenza cuando llegue de nuevo a vosotros. Os he estado sirviendo y ministrando. Ya os he escrito una epístola. Si os hallo llenos de contiendas, celos, iras, ambiciones egoístas, maledicencias, murmuraciones, engreimientos y tumultos, quedaré avergonzado. Dios me humillará y yo tendré que pedirle misericordia por el lamentable resultado de mi ministerio. Ciertamente sería una vergüenza para mí si estas cosas todavía existen entre vosotros cuando yo llegue”.

En el versículo 21 Pablo dice a continuación: “Que cuando vuelva, mi Dios me humille ante vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han practicado”. En este versículo no hay doctrina ni teología. Lo que tenemos en este pasaje de 2 Corintios es algo relacionado con la práctica de la vida de iglesia. Hoy muchos cristianos no prestan atención a estos capítulos, porque no sienten que son necesarios. La razón por la cual no sienten que son necesarios es que ellos no tienen la vida de iglesia. Pero estos capítulos son imprescindibles para los que están en la vida práctica de iglesia. Agradecemos al Señor porque, por Su misericordia, sí sabemos que necesitamos estos capítulos. Estar consciente de nuestra necesidad es un indicio de que estamos bajo la misericordia del Señor.

En los versículos 20 y 21 Pablo menciona once cosas negativas: contiendas, celos, iras, ambiciones egoístas, maledicencias, murmuraciones, engreimientos, tumultos, inmundicia, fornicación y lascivia. Algunos quizás se pregunten cómo es posible que estas cosas se encuentren en la vida de iglesia. Oh, debemos despertar y no soñar acerca de estas cosas. Además, debemos considerar nuestra propia situación. ¿Tiene usted ambiciones egoístas o críticas? Quizás cuando cierta persona se pone de pie en una reunión, usted diga para sí: “Aquí está de nuevo”. ¿No es eso una especie de murmuración? ¿Hay entre ustedes contiendas, celos, iras, o ambición egoísta? ¿Podría usted afirmar que en la vida de iglesia no ha tenido ninguna ambición egoísta? Los puntos mencionados en el versículo 20 tal vez parezcan pecados refinados, y no pecados graves. Las personas más cultas critican a los demás a sus espaldas. Las personas cultas y refinadas no critican a otros de una manera cruda. Antes bien, murmuran y los critican a espaldas de ellos. Además, debemos examinarnos para ver si no somos engreídos. Es posible que interiormente tengamos un espíritu de engreimiento, y lo exhibamos exteriormente con nuestra actitud. Aunque usted sea una persona instruida, refinada y culta, no puede esconder su actitud arrogante. Junto con los pecados más refinados del versículo 20, Pablo nombra tres pecados graves en el versículo 21. Todas estas cosas pecaminosas pueden infiltrarse en la vida de iglesia. Ésta es la razón por la cual Pablo dijo que temía llegar a Corinto y ver que tales cosas todavía existían entre los creyentes. Eso habría sido una vergüenza para él y para su ministerio.

El capítulo doce de 2 Corintios no tiene conclusión. Con las palabras prácticas que encontramos en él, resulta difícil concluir. El tema se deja abierto para más consideración. Por tanto, en el capítulo doce Pablo no presenta una conclusión.


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