Información del libro

Estudio-vida de Hebreospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3845-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 69 Sección 1 de 5

ESTUDIO-VIDA DE HEBREOS

MENSAJE SEIS

UNA SALVACIÓN TAN GRANDE

El tema de este mensaje es: “Una salvación tan grande” (2:3). Muchos se han basado en este versículo para predicar acerca de “ir al cielo”. Según ellos, la “salvación tan grande”, se refiere al hecho de irnos al cielo. Este concepto de la salvación es demasiado bajo. Ciertamente la “salvación tan grande” no puede referirse a algo tan bajo. ¿A qué se debe que las personas utilicen un tema tan elevado para predicar el evangelio con un concepto tan bajo? Se debe a que la experiencia que tienen de la salvación es muy baja. Aunque utilizan la expresión una salvación tan grande, no perciben lo profunda que es esta frase en el libro de Hebreos. Por tanto, si queremos entender el significado profundo de “una salvación tan grande”, tenemos que cruzar el río; debemos abandonar la orilla del entendimiento tradicional de la salvación de Dios y pasar a la otra orilla, a una comprensión más profunda de lo que es la gran salvación de Dios.

El concepto básico del libro de Hebreos es cruzar el río a fin de pasar de una región a otra. Lo primero que significa es abandonar la orilla del judaísmo para pasar a la otra orilla, a la orilla de “una salvación tan grande”. La antigua religión judía se había convertido en una región vieja, la región del otro lado del río que todos debemos abandonar. Si bien es cierto que no somos creyentes judíos, en un sentido muy real puede ser que nos encontremos en la región llamada “el otro lado”, en la región del cristianismo viejo. Me preocupa que algunos de los que leen este mensaje todavía se encuentren en la región del viejo cristianismo o que todavía sigan aferrándose a los viejos conceptos de la cristiandad. Quizás ustedes estén en la vida de iglesia porque escuchan mejores cosas, pero todavía sigan valorando muchas cosas positivas de su pasado y no estén dispuestos a olvidarlas. Quizá, incluso en este mismo momento, ustedes se encuentren titubeando y preguntándose: “¿Debo seguir adelante o debo permanecer aquí?”. Puede ser que no estén retrocediendo, pero que sí estén contemplando la posibilidad de quedarse donde están. De ser así, ustedes necesitan el libro de Hebreos. Necesitan ser animados a cruzar el río y abandonar la orilla donde se encuentran.

Todos los días tenemos que cruzar ríos; por lo menos cada día nos encontramos con un riachuelo. Tal vez usted tenga que cruzar un río después de haber ofendido a su esposa, ya que sintió que después de ofenderla se hallaba en una región vieja. Así que usted ahora tiene que cruzar este río. Si no está dispuesto a pagar el precio, entonces se quedará titubeando. Es necesario que cruce aquel arroyo. Aunque se trate de un simple riachuelo, éste lo separa del Lugar Santísimo, le impide disfrutar de “una salvación tan grande”. Todo río que usted cruce será una salvación para usted, mientras que todo río que se niegue a cruzar, llegará a ser un velo. Mientras usted no haya cruzado el río, se encontrará afuera frente al velo y no estará en el Lugar Santísimo, participando de “una salvación tan grande”. No obstante, si usted cruza el río, traspasará más allá del velo y participará de esta salvación tan grande.

En el pasado, al estudiar el libro de Hebreos utilizamos dos frases a manera de lemas. La primera frase fue “fuera del campamento”, la cual se encuentra en Hebreos 13:13, que dice: “Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando Su vituperio”. Todos debemos salir del campamento. ¿Qué representa el campamento? En el pasado, el campamento representaba el judaísmo, pero hoy en día, bien puede referirse al cristianismo, al catolicismo o cualquier otro asunto religioso o mundano que nos impida disfrutar de la gran salvación de Dios. Salgamos, pues, fuera del campamento. ¿Adónde debemos ir entonces? Esto nos conduce al segundo lema, “dentro del velo”, esto es, dentro del Lugar Santísimo, de acuerdo con Hebreos 6:19-20. Jesús, nuestro Precursor, ha penetrado dentro del velo y se encuentra en el Lugar Santísimo. Podemos estar seguros de que Él no está en ningún campamento.

A muchos cristianos les encanta acampar en sus mentes analíticas. La mente se ha convertido en el campamento de ellos. De hecho, nuestra mente puede convertirse en nuestra Caldea, en nuestra Mesopotamia, que era la región donde Abraham se encontraba antes de entrar en la buena tierra. Mientras aún no estemos en la buena tierra, tenemos que cruzar el río. ¡Cuánto necesitamos cruzar el río para entrar en la buena tierra! ¿Cuál es su Caldea? Casi todos los cristianos tienen alguna clase de Caldea. Algunos, por ejemplo, se aferran a su conocimiento bíblico; insisten en el asunto de estudiar la Biblia, creyendo que ellos la conocen a la perfección. Sin embargo, su conocimiento bíblico se ha convertido en su Caldea. Algunos hermanos de entre nosotros tuvieron que cruzar el río para abandonar la orilla del conocimiento tradicional de la Biblia, otros tuvieron que dejar la orilla de su pasado religioso, y aun otros tuvieron que abandonar la orilla de sus experiencias pasadas. ¡Cuánto necesitamos entender el libro de Hebreos como un libro acerca de cruzar ríos! Jamás debemos aferrarnos a nada que no se conforme a la norma de esta “salvación tan grande”.

Años atrás, estuve rodeado de un buen número de colaboradores. Al principio no tuvimos ningún problema, debido a que no estaban aferrados a nada. Sin embargo, al cabo de pocos años algunos de ellos comenzaron a aferrarse a ciertas cosas. A pesar de que eran cosas buenas, éstas se convirtieron en su Caldea. Si ellos hubiesen estado con Josué mientras él guiaba a los israelitas a cruzar el río Jordán, algunos de ellos probablemente lo habrían detenido, diciendo: “No hagas esto. Cuando salimos de Egipto y cruzamos el mar Rojo, nadie nos dijo que teníamos que cruzar el Jordán”. El conocimiento y las experiencias pasadas que aquellos colaboradores habían acumulado, llegaron a ser su Caldea, y por eso no estaban dispuestos a cruzar el río. No obstante, el Señor avanza día tras día. Él no se ha detenido. Por tanto, ninguno de nosotros debe permanecer en las experiencias que ha tenido en el pasado. Tenemos que proseguir. Sigamos adelante. Un hebreo es alguien que siempre avanza.

Ahora debemos ver por qué esta salvación es “una salvación tan grande”. Esta salvación no es grande porque nos lleva al cielo o porque abarca asuntos tales como el perdón de los pecados y la justificación por la fe. Ciertamente valoro mucho el perdón de los pecados y la justificación por la fe, pero el libro de Hebreos, al hablar de “una salvación tan grande”, se refiere a algo superior. El perdón y la justificación por la fe constituyen en sí una salvación, pero no son “una salvación tan grande”. La “salvación tan grande” ni siquiera se refiere a la regeneración. ¿En qué sentido, entonces, es esta salvación tan grande?


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