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Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 27 de 59 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE VEINTISIETE

EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU
COMO PROVISIÓN DE VIDA
Y DE LA JUSTICIA
COMO EXPRESIÓN DE DIOS

(1)

Lectura bíblica: 2 Co. 3:8-9, 18; 5:21; Col. 3:10; 1 Co. 1:30; 15:34; Ro. 8:2, 4; 14:17; Fil. 1:19; 3:9; Ap. 19:7-8; Ef. 4:24; Mt. 5:6, 10, 20

El ministerio del nuevo pacto es un tema muy importante, pues abarca todo el Nuevo Testamento, el cual se compone de veintisiete libros. En los mensajes anteriores hemos visto, del capítulo tres de 2 Corintios, que en la era del Antiguo Testamento había un solo ministerio, un ministerio que en 2 Corintios 3 se le llama el ministerio de muerte y de condenación. Con todo, los cristianos a menudo consideran que en el Antiguo Testamento había tres clases de ministerios: el ministerio de los sacerdotes, el ministerio de los reyes y el ministerio de los profetas. Los cristianos sostienen este concepto porque el Antiguo Testamento habla de tres clases de personas: los sacerdotes, los reyes y los profetas. Puesto que estas tres clases de personas se mencionan en el Antiguo Testamento, muchos estudiantes y maestros de la Biblia piensan que en el Antiguo Testamento había tres clases de ministerios.

Pablo consideraba todo el Antiguo Testamento como la ley. En 1 Corintios 14:21, él dice: “En la ley está escrito: ‘Por medio de hombres de otras lenguas y con los labios de otros hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor’”. En este versículo, Pablo cita un pasaje del libro de Isaías. Aunque Isaías era un profeta, Pablo considera el libro de Isaías la ley. Esto indica que los libros de los profetas también eran considerados parte de la ley. De hecho, a todo el Antiguo Testamento se le consideraba la ley. Esto comprueba que en los tiempos del Antiguo Testamento había un solo ministerio, el cual era el ministerio del antiguo pacto, el ministerio de muerte y de condenación.

EL MINISTERIO ÚNICO DEL NUEVO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento también existe un solo ministerio. Los doce apóstoles tenían este ministerio único. Después de que Judas traicionara al Señor y se suicidara, Pedro se levantó y dijo que Judas había sido contado con ellos y que se le había asignado “una porción de este ministerio” (Hch. 1:17). Luego, pidieron al Señor que les mostrara a quién había escogido Él para que tomara “parte de este ministerio y apostolado” (v. 25). Esto indica que todos los apóstoles tenían un solo ministerio. No era cuestión de que Pedro tenía un ministerio, que Juan tenía otro, y que Jacobo, otro. Si ése hubiera sido el caso, los doce apóstoles habrían tenido doce ministerios distintos. Pero no, ellos tenían un solo ministerio, el ministerio único. Posteriormente, el Señor levantó más apóstoles, el más prominente de los cuales era Pablo. Pablo y sus colaboradores también tenían el mismo ministerio, el ministerio único del nuevo pacto. Por tanto, en el Nuevo Testamento hay muchos apóstoles, pero un solo ministerio. Este ministerio del nuevo pacto es un ministerio del Espíritu y de la justicia.

A lo largo de los siglos, ha habido solamente dos ministerios: el ministerio del antiguo pacto y el ministerio del nuevo pacto. Sin embargo, entre los cristianos de hoy existen muchos ministerios distintos. La razón por la cual los cristianos se han dividido en grupos y en denominaciones es que han inventado muchas clases de ministerios. Cada denominación tiene su propio ministerio. Los episcopales tienen un ministerio episcopal, los metodistas tienen el ministerio metodista, y los bautistas, los presbiterianos y los pentecostales tienen sus propios ministerios.

En la actualidad hay quienes dicen ser de mentalidad abierta y por eso quieren aceptar todas las distintas clases de ministerios para demostrar que no son estrechos, sectarios ni facciosos. Quieren ser todo-inclusivos y recibir los ministerios del catolicismo, de la iglesia ortodoxa griega, de las denominaciones protestantes y de todos los grupos independientes. Esto queda en contraste con el ministerio del nuevo pacto, el cual es uno solo. El ministerio del nuevo pacto es único en naturaleza, esencia, función y propósito.

¿En qué clase de ministerio estamos? Específicamente, ¿qué clase de ministerio tiene usted? Ciertamente ninguno de nosotros diría que estamos en el ministerio de muerte y condenación del antiguo pacto. Pero, ¿está usted en el ministerio del catolicismo?, ¿de la ortodoxia griega?, ¿de alguna denominación protestante?

Los que tienen el ministerio bautista ciertamente recalcarán el bautismo por inmersión. Los que están en el ministerio episcopal ciertamente estarán a favor de un gobierno de obispos. Asimismo, los que tienen el ministerio presbiteriano estarán a favor de una administración regida por los presbíteros. Los que están en estas denominaciones practican estos ministerios. Además, estas denominaciones se han establecido para llevar a cabo dichos ministerios. Los pentecostales también tienen su propia clase de ministerio, el cual recalca el hablar en lenguas, la sanidad y los milagros. Pero ninguno de estos ministerios es el ministerio único del nuevo pacto. El ministerio del nuevo pacto, ¿es un ministerio de bautismo por inmersión?, ¿un ministerio de obispos, de presbíteros o de hablar en lenguas? Sin lugar a dudas, la respuesta a estas preguntas es no. El ministerio del nuevo pacto es un ministerio totalmente del Espíritu y de la justicia. Éste es el ministerio único en el Nuevo Testamento.

Cuando decimos que el ministerio del nuevo pacto es único, no queremos decir que es el ministerio de una sola persona. Por ejemplo, es una infamia acusarme de afirmar que el ministerio único hoy en día es el ministerio de Witness Lee. Nosotros no decimos eso, ni tampoco lo insinuamos. Cuando hablamos de un solo ministerio, del ministerio del nuevo pacto, nos referimos al ministerio del Espíritu y de la justicia. Quien ministre el Espíritu y la justicia a los demás participa en el ministerio único, sea quien sea esa persona. Pedro, Juan, Jacobo, Pablo, Timoteo, Tito, Apolos, todos tenían el ministerio único. Los ministros son muchos, pero el ministerio es uno solo. Si usted ministra al Espíritu y la justicia a los demás, usted participa en este ministerio único.

En varias ocasiones se me ha preguntado algo así: “Hermano Lee, usted afirma que el ministerio es único, lo cual significa que existe un solo ministerio. Cuando usted dice que hay un solo ministerio, que el ministerio es único, ¿quiere usted decir que su ministerio es ese ministerio único?” Algunas personas que me preguntan eso quizás piensen que yo me considero un José Smith, el fundador del mormonismo. Siempre contesto esta pregunta de esta manera: “No, definitivamente no quiero decir que mi ministerio sea el ministerio único”.

Otros preguntan si aceptamos todos los ministerios. La respuesta es que no aceptamos todas las distintas clases de ministerios. Entonces, algunos tal vez digan: “Por una parte, usted dice que su ministerio no es el ministerio único; por otra parte, no acepta todos los ministerios. Entonces ¿qué practica usted en cuanto al ministerio?” Debido a que los que hacen esta pregunta tal vez carecen de conocimiento y se encuentren también bajo el efecto embotador de los conceptos tradicionales, no es fácil explicarles este asunto. A veces me digo a mí mismo: “Yo simplemente soy lo que soy, pero ustedes han sido embotados y no entienden lo que dice el Nuevo Testamento acerca del ministerio”. El ministerio del nuevo pacto es único; es el ministerio del Espíritu y de la justicia. Aunque no aceptamos todas las distintas clases de ministerios, sí aceptamos el ministerio de cualquiera que verdaderamente ministre al Espíritu y la justicia.

Lo que estoy diciendo en este mensaje acerca del ministerio es algo nuevo y también antiguo. Es antiguo porque ha existido por casi dos mil años; por otra parte, es algo nuevo porque es un asunto que se perdió y que ha sido recobrado. Agradecemos al Señor porque ha recobrado la verdad acerca del ministerio. Le damos gracias por mostrarnos en 2 Corintios 3 que en la Biblia existen dos ministerios: el ministerio del antiguo pacto, el cual es el ministerio de muerte y condenación, y el ministerio del nuevo pacto, el cual es el ministerio del Espíritu y de la justicia.

Como cristiano, o como uno que cree tener cierta clase de ministerio, ¿qué clase de ministerio tiene usted? Si no está en el ministerio del nuevo pacto, es decir, en el ministerio que ministra a Cristo como el Espíritu vivificante y como la justicia a otros, usted debe decirnos qué clase de ministerio tiene. ¿En qué ministerio está? Si no está en el ministerio del Espíritu y de la justicia, ni en el ministerio de muerte y de condenación, ¿en qué ministerio está? Algunos dirán que tienen el ministerio de la predicación del evangelio. Esta respuesta no es correcta. Usted debiera afirmar que su ministerio de predicación del evangelio forma parte del único ministerio del nuevo pacto, en el cual usted le ministra a otros a Cristo como el Espíritu y la justicia. Es mejor no decir que tenemos el ministerio de la predicación del evangelio; más bien, debemos decir que nuestra predicación del evangelio forma parte del único ministerio del nuevo pacto.


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