Información del libro

Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 28 de 65 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE VEINTIOCHO

CRISTO: EL CONSTITUYENTE DEL NUEVO HOMBRE

Lectura bíblica: Col. 3:5-11; Gá. 2:20a; Ro. 6:3; 8:13; Ef. 4:22, 25a, 24; Ro. 12:2; Fil. 1:21; Col. 1:27; 1 Co. 12:13

Conforme a Colosenses 3, Cristo es nuestra vida y Aquel que es el todo y está en todos (vs. 4, 11). En este mensaje hablaremos de cómo este Cristo es el constituyente del nuevo hombre.

Antes de presentar este asunto, Pablo habla de la necesidad de despojarse de muchas cosas (vs. 5, 9). En el nuevo hombre, todo lo que no sea Cristo debe ser puesto a un lado. La iglesia como nuevo hombre no tiene cabida para nada que no sea Cristo. Pablo menciona, al enumerar las cosas de las cuales tenemos que despojarnos, asuntos carnales y psicológicos, y finalmente se refiere al viejo hombre en su totalidad.

I. HACER MORIR
NUESTROS MIEMBROS LUJURIOSOS

En 3:5 Pablo dice: “Haced morir, pues, vuestros miembros terrenales: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y avaricia, que es idolatría”. En nuestros miembros pecaminosos se encuentra la ley del pecado, que nos hace cautivos del pecado y convierte nuestro cuerpo corrupto en un cuerpo de muerte (Ro. 7:23-24). Por lo tanto, nuestros miembros, los cuales son pecaminosos, están vinculados con cosas pecaminosas, tales como la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia. En 3:6, Pablo afirma que por estas cosas “la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”. Luego, en el versículo 7, él añade que los creyentes anduvieron en otro tiempo en estas cosas cuando vivían en ellas.

En el versículo 5, Pablo nos exhorta a hacer morir nuestros miembros terrenales. Esta exhortación se basa en el hecho de que fuimos crucificados con Cristo (Gá. 2:20a) y bautizados en Su muerte (Ro. 6:3). Aplicamos la muerte de Cristo a nuestros miembros pecaminosos al crucificarlos, por la fe, mediante el poder del Espíritu (Ro. 8:13). Esto corresponde a lo que dice Gálatas 5:24. Cristo llevó a cabo la crucifixión todo-inclusiva. Ahora la aplicamos a nuestra carne lujuriosa. Esto es muy diferente del ascetismo.

La muerte todo-inclusiva de Cristo en la cruz se aplica a nosotros cuando somos bautizados. Todos los que creen en el Señor Jesús deben ser bautizados. En el bautismo no sólo reconocemos la muerte de Cristo, sino también la aplicamos a nosotros mismos. Por consiguiente, en el bautismo somos puestos en la muerte de Cristo y somos sepultados.

Según Romanos 8:11 y 13, hacer morir las prácticas del cuerpo es algo que se lleva a cabo en el poder del Espíritu. Esto no se efectúa con nuestros propios esfuerzos. Intentar hacer morir las prácticas del cuerpo no es otra cosa que practicar el ascetismo. No debemos practicar el ascetismo, pero sí debemos hacer morir las cosas negativas que están en nosotros por el poder del Espíritu Santo. Para hacer esto, debemos abrir nuestro ser al Espíritu y permitirle que fluya en nosotros. Mediante el fluir del Espíritu, experimentaremos la eficacia de la muerte de Cristo. Esto no es ascetismo, sino la operación del Espíritu en nuestro interior.

Muchos de los santos han leído la autobiografía de Madame Guyón. En este libro se hallan evidencias muy claras del ascetismo y del misticismo, las mismas cosas que perjudicaron a la iglesia en Colosas. Los que lean los libros de los místicos deben hacerlo con discernimiento. Aunque podemos recibir ayuda de algunas de las cosas que se hallan en estos libros, otras nos pueden hacer daño. Hace muchos años, algunos de estos libros nos fueron de ayuda. No obstante, con el tiempo aprendimos que estos libros, si se leen sin discernimiento, pueden desviar a los cristianos que buscan más del Señor y conducirlos al error del ascetismo. Por eso no les recomiendo que lean estos libros si no cuentan con la ayuda de los santos que tienen más experiencia. De hecho, hace poco algunos, particularmente algunas hermanas, fueron afectadas negativamente por dichos libros.

Debemos recibir la advertencia en cuanto al ascetismo. No debemos imponernos nada que tenga el propósito de reprimir los apetitos de la carne. Al contrario, nuestra práctica debe consistir en abrir nuestro ser al Señor mientras tengamos comunión con Él, en permitirle al Espíritu fluir libremente dentro de nosotros, y en aplicar la eficacia de la muerte todo-inclusiva de Cristo a las cosas negativas que están en nuestro ser. Practicar el ascetismo equivale a suicidarnos espiritualmente; en contraste con esto, aquello de lo cual nosotros estamos hablando es aplicar a nosotros la muerte de Cristo por medio del fluir del Espíritu.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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