Información del libro

Estudio-vida de Mateopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1422-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 72 Sección 1 de 6

ESTUDIO-VIDA DE MATEO

MENSAJE ONCE

EL UNGIMIENTO DEL REY

(4)

III. PUESTO A PRUEBA

En este mensaje llegamos al pasaje donde vemos al Rey recién nombrado puesto a prueba (4:1-11). Después de ser ungido, el Señor tenía que pasar por una prueba. En la administración de Dios la secuencia siempre es elección, ungimiento y prueba. Se puede ver esto en la vida conyugal. Antes de que usted se casara, ciertamente tuvo que elegir a un cónyuge particular entre los muchos con quien podría haberse casado. Después de elegir, usted “hizo el nombramiento”, y luego vino la prueba. Casi ninguna pareja casada ha pasado la prueba de la vida matrimonial. Aunque tuvimos éxito en cuanto al nombramiento, no tuvimos éxito en cuanto a la prueba matrimonial.

Después de que el Rey celestial fue ungido y designado, fue conducido por el Espíritu Santo al desierto para pasar por una prueba. El no fue al desierto por Su propia cuenta; fue conducido allí por el Espíritu Santo, quien había descendido sobre El. En la vida conyugal, Dios también nos pondrá a prueba. Varios hermanos y hermanas jóvenes se han quejado ante Dios, diciendo: “Señor, antes de casarme oré mucho. Finalmente me dijiste que querías que yo me casara con éste, quien Tú me habías preparado. Señor, Tú sabes que al principio no tenía interés, pero en Tu soberanía dispusiste que nos casáramos. Pero, mira la situación de hoy. Mira a quien me diste. ¿Esto es Tu error o el mío?” Ni el Señor ni usted cometió un error; al contrario, ésta es la prueba del Señor.

Creo que todos los matrimonios están bajo el cuidado soberano del Señor, incluso los que parecen haber sido una equivocación. Nada sucede a los hijos de Dios sin Su voluntad soberana. Sabemos que todas las cosas cooperan para el bien (Ro. 8:28), incluyendo también a los matrimonios que parecen una equivocación. ¿Quién sabe cuál será un buen matrimonio? Llevo muchos años casado. Hace cuarenta y cinco años, les decía a otros de manera definitiva y con énfasis lo que constituye un buen matrimonio. Pero si me hicieran la misma pregunta ahora, yo diría: “No sabré la respuesta sino hasta que entremos en la eternidad. Después de muchos años de experiencia como casado, verdaderamente no sé lo que constituye un buen matrimonio”. No obstante, he aprendido que cada matrimonio es bueno cuando está bajo el cuidado soberano de Dios. Por lo tanto, todos ustedes tienen un buen matrimonio. Hermanos, sus esposas son buenas para cada uno de ustedes. Hermanas, sus maridos son buenos para cada una de ustedes. Si creen esto o no, todavía no pueden escaparse de las circunstancias. Después de que los jóvenes y los de edad media hayan sido casados por varios años, posiblemente concluirán que han cometido una equivocación y si lo pudieran hacer de nuevo, lo harían de manera diferente. Puedo asegurarles de que si pudieran hacerlo muchas veces, llegarían a sentir que habrían cometido un error. Casi todos los que están a punto de casarse piensan que han escogido bien, pero después de algunos años es posible que haya ocasiones en las cuales sienten que cometieron un error. Esto se debe a que Dios nos pone a prueba en la vida conyugal.

El Señor nos pone a prueba no sólo en la vida conyugal, sino también en la vida de iglesia. Al principio, cuando entramos en la vida de iglesia, experimentamos la “luna de miel” de la vida de iglesia. Disfrutamos la vida de iglesia gloriosa, y todo es maravilloso. Sin embargo, tarde o temprano tendremos que pasar por una prueba. Cada hermano que funciona como anciano tiene que pasar por la prueba, y son los demás ancianos quienes lo ponen a prueba. Quizás, al principio de la vida de iglesia en su localidad usted era el único anciano. Buscaba a otros que pudieran ayudarle a usted, y más tarde dos personas más empezaron a funcionar como ancianos. Después de varios meses, ustedes tres fueron puestos a prueba, el uno contra el otro. El Señor lo permite. En la economía de Dios, después de ser nombrados para alguna función, siempre tendremos que pasar por alguna prueba. Si el Señor Jesús necesitó pasar por una prueba, ¿pues qué diremos acerca de nosotros?

Durante muchos años no podía entender de manera completa esta porción de la Palabra. Aunque había oído muchos mensajes acerca de esta porción, ninguno de ellos tocó el meollo de ella. Para poder entenderla bien, necesitamos ver que en la economía de Dios siempre tendremos que pasar por una prueba después de ser ungidos y nombrados para hacer algo. Ni siquiera el Señor Jesús fue la excepción. Veremos que, según el principio, todas las pruebas son iguales.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top