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Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

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ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE VEINTITRÉS

LA ECONOMÍA DE LA SALVACIÓN QUE DIOS EFECTÚA

Lectura bíblica: Col. 2:13-15, 18, 20-22; Ef. 2:5, 15

Este mensaje tratará de la economía de la salvación que Dios efectúa, según se revela en 2:13-15. Como veremos, dicha economía encierra tres aspectos: darnos vida juntamente con Cristo, anular la ley de los rituales y despojar a los poderes angelicales malignos.

LOS TRES ASPECTOS QUE ENCIERRA

Colosenses 2:13 dice: “Y a vosotros, estando muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con El, habiéndonos perdonado todos nuestros delitos”. La palabra “muertos” aquí se refiere a la muerte que se experimenta en el espíritu a causa del pecado. Nosotros, quienes una vez estuvimos muertos en nuestros delitos y en la incircuncisión de nuestra carne, fuimos vivificados juntamente con Cristo. Esto significa que en la resurrección de Cristo, Dios nos dio vida al impartirnos la vida divina. Este hecho se llevó a cabo en la resurrección de Cristo (1 P. 1:3), y lo experimentamos por medio de la fe. El primer aspecto de la economía de la salvación que Dios efectúa consiste en que Dios nos dio vida juntamente con el Cristo resucitado.

En el versículo 14 Pablo añade: “Anulando el código escrito que consistía en ordenanzas, que había contra nosotros y nos era contrario; y lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz”. La palabra griega traducida “anulando” se puede traducir también tachando, eliminando o borrando (un decreto de ley). La expresión griega traducida “código escrito” denota un documento legal, un contrato. En este caso se refiere a la ley escrita. Las ordenanzas se refieren a la ley ceremonial y sus rituales, los cuales son formalismos o maneras de vivir y adorar. Dios quitó de en medio dichas ordenanzas, clavándolas en la cruz. En esto consiste abolir la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas (Ef. 2:15), lo cual anula la herejía de observar los rituales judaicos.

En el versículo 15 Pablo agrega: “Y despojando a los principados y a las potestades, El los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Los principados y potestades mencionados en este versículo son los principados y potestades angélicos. Este pasaje debe de referirse a los ángeles malignos, debido a que en Colosas prevalecía la herejía del culto a los ángeles. La ley fue dada por medio de los ángeles (Gá. 3:19; Hch. 7:53). Basándose en esto, los maestros herejes de Colosas promovían el culto a los ángeles (2:18) como a mediadores entre Dios y el hombre. Debido a esto, el apóstol confrontó esta herejía revelando el hecho de que la ley, la cual consistía en ordenanzas, había sido clavada en la cruz (v. 14), y que Dios despojó a los principales ángeles malignos. Esto dejó a Cristo como el único Mediador, quien es la Cabeza de todo principado y potestad (v. 10), y anuló la herejía del culto a los ángeles.

El sujeto de las frases “os dio vida” (v. 13) y “lo quitó de en medio” (v. 14) es Dios (v. 12), así como el pronombre “El” del versículo 15. La palabra griega traducida “exhibió” significa mostrar o exponer, en el sentido de una vergüenza pública. Dios públicamente avergonzó a los principados y potestades angélicos malignos en la cruz y allí triunfó sobre ellos. Las palabras griegas traducidas “en la cruz” también pueden traducirse “en El”, refiriéndose a Cristo.

Dios no desea que guardemos la ley y, por supuesto, tampoco desea que adoremos a los ángeles. Lo que Él desea es vivificar a los seres humanos que están muertos en sus delitos. Para ello, Él tiene que impartir Su vida en nosotros. Cuando Su vida entra en nosotros, somos vivificados.

NO HAY LUGAR PARA LA LEY NI LOS ÁNGELES

Pablo, al mencionar el hecho de que Dios da vida a los que están muertos en delitos, al mismo tiempo que menciona las ordenanzas de la ley y los ángeles, da a entender que su intención era mostrar cuán errados estaban los colosenses. Ellos tenían un alto concepto de las ordenanzas de la ley e incluso adoraban a ciertos ángeles. En efecto, Dios usó tanto la ley como a los ángeles, pero en la economía de Su salvación, no hay lugar ninguno para ellos. Los ángeles no tienen cabida alguna en la esfera de la salvación. Aunque a cada uno de los creyentes se le ha asignado un ángel, ellos no tienen ninguna participación en la salvación. La redención que Cristo efectuó no tiene nada que ver con los ángeles. En la esfera de la economía de Dios con respecto a Su salvación, tanto la ley como los ángeles están excluidos. Para Dios, las ordenanzas, los rituales y las ceremonias de la ley fueron crucificados. Sin embargo, muy pocos cristianos han visto esto. En la cruz, no sólo fue anulado el pecado, el hombre natural, el mundo y Satanás, sino también la ley. Es por eso que en 2:14 Pablo declara que Dios anuló el código escrito que consistía en ordenanzas, clavándolo en la cruz. Puesto que la visión de Pablo era tan clara, esto estaba muy explícito en sus palabras. Él pudo ver que mientras los hombres malignos clavaban a Cristo en la cruz, Dios estaba clavando la ley en la cruz. A pesar de que la ley había sido dada por Dios mediante los ángeles, Dios mismo la clavó en la cruz de Cristo.

El versículo 14 es un arma poderosa para contrarrestar la enseñanza de los adventistas del séptimo día en cuanto a la observancia del sábado. Observar el sábado es una de las ordenanzas de la ley que fue clavada en la cruz. Conforme a 2:14, las ordenanzas fueron quitadas de en medio y clavadas en la cruz. Por consiguiente, los adventistas del séptimo día necesitan ver que las ordenanzas relacionadas con la observancia del día sábado fueron anuladas. Lo que ellos más valoran, Dios lo quitó de en medio. De hecho, la ordenanza de guardar el sábado estaba en contra de nosotros y nos era contraria. Puesto que Dios nos ama, Él anuló esta ordenanza. No obstante, los adventistas del séptimo día intentan recuperar lo que Dios ya quitó.

No discuta con los adventistas del séptimo día sobre cuál es el día que hay que observar, si éste debe ser el séptimo o el octavo. En lugar de ello, enséñenles que la observancia del sábado forma parte del código escrito que consistía en ordenanzas, el cual fue quitado de en medio. Podemos apoyarnos confiadamente en 2:14, usándolo como un arma para aniquilar la ordenanza relacionada con el día sábado. En la economía de Dios, por lo que se refiere a la salvación, no hay lugar para la ley. Así como el pecado fue clavado en la cruz de Cristo, también la ley fue crucificada. Ambos fueron clavados en la cruz. Dios no quiere que permanezca ni el pecado ni la ley, sino que nosotros vivamos juntamente con el Cristo resucitado.


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