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Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 24 de 68 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE VEINTICUATRO

EL JUICIO SOBRE EL HOMBRE:
LA QUINTA TROMPETA

La carga que tengo en este mensaje es compartir acerca de la gran tribulación. Apocalipsis 8:13 dice: “Y miré, y oí a un águila que volaba por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los restantes toques de trompeta, los cuales están para sonar los tres ángeles!” Los tres ayes de las últimas tres trompetas (9:12; 11:14) serán los tres ayes de la gran tribulación (Mt. 24:21). Como veremos, ocurrirán en la segunda mitad de la septuagésima semana de la cual profetizó Daniel (Dn. 9:27), es decir, en un período de tres años y medio (Dn. 7:25; 12:7; Ap. 12:14), o cuarenta y dos meses (Ap. 11:2; 13:5), o mil doscientos días (Ap. 11:3; 12:6).

I. EL COMIENZO DE LA GRAN TRIBULACION

Muchos cristianos piensan que la gran tribulación durará siete años. Algunos tienen esta idea porque entienden la Biblia de una manera tradicional y sin prestarle la debida atención. Pero la Biblia es muy exacta, y debemos entenderla de tal manera que recibamos iluminación. La Biblia no desperdicia ni una sola palabra; todo tiene sentido y es exacto.

Consideremos ahora Daniel 9:24-27. El versículo 24 dice: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, y para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”. Este pueblo es el pueblo de Daniel, y la ciudad santa se refiere a Jerusalén. En la Biblia, una semana no significa siete días sino siete años. Si usted dice que las setenta semanas se refieren a setenta períodos de siete días, nunca podrá interpretar este pasaje apropiadamente.

El versículo 25 dice: “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro, pero esto, en tiempos angustiosos”. Aquí vemos “siete semanas” y luego “sesenta y dos semanas”. El versículo 26 añade: “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por Sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será en una inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones”. Al decir que “se quitará la vida al Mesías”, se da a entender que Cristo sería crucificado. La destrucción de la ciudad y del santuario, se refiere a la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén que vendrían por mano de Tito en el año 70 d. de C.

El versículo 27 concluye diciendo: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”. Aquí vemos que el príncipe confirmará el pacto por una semana y que en el medio de la semana, o sea, después de tres años y medio, hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Esto significa que suspenderá la adoración de Dios.

Estas setenta semanas constituyen cuatrocientos noventa años, a partir del año veinte de Artajerjes, quien decretó la reconstrucción del muro de Jerusalén (Neh. 1:1; 2:1). Las primeras siete semanas, que son cuarenta y nueve años, proveyeron el tiempo necesario para que se terminara la reconstrucción de la calle y el muro de Jerusalén. Desde entonces hasta que se le quitase la vida a Cristo transcurrirían sesenta y dos semanas, es decir, cuatrocientos treinta y cuatro años. Desde el final de las sesenta y nueve semanas, ha habido un largo intermedio. De todos modos llegará la última semana, los últimos siete años. Esto ha dado origen a la idea de que la gran tribulación durará siete años.

Como veremos ahora, este concepto no es correcto. Los últimos siete años, la última semana, será el tiempo cuando el anticristo hará un pacto con el pueblo judío. Durante la primera parte de esos siete años, el anticristo se mostrará amistoso con los judíos. Pero después de tres años y medio, cambiará de parecer. Aunque había asentido que los judíos podían adorar a Dios en el templo y ofrecer sacrificios, cambiará de parecer y se proclamará a sí mismo Dios, erigirá su propia imagen en el templo y obligará a la gente a adorarlo a él y a su imagen. Entonces comenzará a maltratar a los judíos. De modo que la primera mitad de los siete años no será un tiempo de tribulación, debido a que el anticristo estará en buenas relaciones con los judíos. De acuerdo con Daniel 9:27, “a la mitad de la semana” el anticristo “hará cesar el sacrificio y la ofrenda”, ordenando que los judíos cesen la adoración de Dios y los sacrificios. El anticristo también erigirá la abominación desoladora en el lugar santo. Según Apocalipsis, la abominación desoladora será la imagen del anticristo erigida como un ídolo en el templo.

Veamos ahora Mateo 24, el capítulo que trata el asunto de la gran tribulación. En el versículo 15 el Señor Jesús dice: “Por tanto, cuando veáis la abominación desoladora, anunciada por medio del profeta Daniel, erigida en el lugar santo”. ¿Cuándo sucederá esto? No será en el principio de los siete años, sino a la mitad de los siete años, cuando el anticristo haga cesar la adoración de Dios, se proclame Dios a sí mismo, y ponga su imagen en el templo, lo cual es una abominación delante de Dios. Luego en el versículo 21 el Señor predice lo siguiente: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás”. En consecuencia, vemos que la gran tribulación, la cual empezará a la mitad de los últimos siete años, durará solamente tres años y medio. La enseñanza tradicional de que la gran tribulación durará siete años es inexacta, y no debemos seguirla, pues no nos da suficientes detalles para el estudio de esta profecía. Los que sostienen la enseñanza tradicional hablan de siete años, sin darse cuenta de que en medio de los siete años el anticristo cambiará de parecer, lo cual dará como resultado la gran tribulación, que durará tres años y medio, o sea, la segunda mitad de la última semana.

Veamos algunos versículos en Apocalipsis 12. Los versículos 5 y 6 dicen: “Y ella dio a luz un hijo varón, que pastoreará con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado a Dios y a Su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días”. Los mil doscientos sesenta días equivalen a tres años y medio. Después que el hijo varón sea arrebatado, habrá un período de tres años y medio, o sea, la segunda mitad de la septuagésima semana, el tiempo en el cual la imagen del anticristo será erigida en el templo. Entonces, en los versículos del 7 al 13, se revela que habrá guerra en el cielo y que el dragón y sus ángeles serán arrojados del cielo a la tierra, y que el dragón perseguirá a la mujer que dio a luz al hijo varón. El versículo 14 dice: “Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde será sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Este “tiempo y tiempos, y la mitad de un tiempo” se refieren a los tres años y medio que constituyen la segunda parte de la última semana. En este pasaje vemos que Satanás será arrojado del cielo a la tierra al principio de la segunda mitad de los últimos siete años. Esto también prueba que, en realidad, la gran tribulación durará tres años y medio, y no siete años.

Otra prueba de esto se halla en Apocalipsis 11:2, donde dice: “Pero el atrio que está fuera del templo deséchalo, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses”. En este versículo se nos dice que la ciudad de Jerusalén será hollada por los gentiles durante cuarenta y dos semanas. Los gentiles que hollarán la ciudad santa serán el anticristo y sus ejércitos. Esto corresponde a la profecía de Daniel 9, donde el anticristo romperá el pacto y se proclamará Dios a sí mismo, y mandará que la gente lo adore. En esos días él hollará la ciudad santa. Esto sucederá durante la gran tribulación. De manera que la gran tribulación comenzará al principio de los tres años y medio, cuando Satanás sea arrojado del cielo a la tierra. Vimos ya que esto se menciona explícitamente en el capítulo doce.


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