Información del libro

Estudio-vida de Hebreospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3845-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 28 de 69 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE HEBREOS

MENSAJE VEINTIOCHO

EL SUMO SACERDOTE
SEGÚN EL ORDEN DE MELQUISEDEC
Y EL AUTOR DE LA SALVACIÓN ETERNA

En este mensaje es importante que veamos que el Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec es el Autor o la causa de la salvación eterna. ¿Había escuchado que la salvación eterna tiene una causa, un origen o un Autor? Cristo, quien es nuestro Sumo Sacerdote, es el Autor de esta salvación eterna. Como veremos, Él no es un Sumo Sacerdote según el antiguo sistema sacerdotal, como lo era el orden de Aarón, sino según el orden de Melquisedec.

EL SUMO SACERDOTE SEGÚN
EL ORDEN DE MELQUISEDEC

I. ES SUPERIOR A AARÓN

Aarón no buscó para sí ninguna honra, sino que fue llamado y establecido por Dios como sumo sacerdote (5:4, 1). Esto se aplica aún más con respecto a Cristo. El Señor no se glorificó a Sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino que fue designado por Dios en Su resurrección según el orden de Melquisedec (vs. 5-6). Aarón, como sumo sacerdote, se ocupaba de las cosas relacionadas con Dios a favor del pueblo (v. 1). Cristo es superior a él en cuanto a ocuparse de todos nuestros casos ante Dios. Aarón presentó, a manera de tipo, ofrendas y sacrificios por los pecados, tanto por sí mismo como por el pueblo (vs. 1, 3); pero Cristo se ofreció a Sí mismo como el sacrificio por el pecado, no en tipo sino en realidad.

En 5:2 se nos dice que el sumo sacerdote “puede mostrarse compasivo con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad”. Aquí el griego implica un sentimiento ni muy severo ni muy tolerante para con los ignorantes y extraviados. Mostrarse compasivo significa ser moderado o tierno al juzgar la situación de ellos. El pensamiento de este versículo es una continuación del pensamiento de 4:15. Aunque Cristo no estaba rodeado de debilidad como los sumos sacerdotes tomados de entre los hombres, Él como nuestro Sumo Sacerdote fue tentado en todo igual que nosotros. Por lo tanto, al ser conmovido por el sentimiento de nuestras debilidades, puede mostrarse compasivo con nosotros, los ignorantes y extraviados.

II. FUE GLORIFICADO POR DIOS

A. Por medio de la resurrección

Como Sumo Sacerdote, Cristo fue glorificado por Dios mediante la resurrección. Hebreos 5:5 dice: “Así tampoco Cristo se glorificó a Sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: ‘Tú eres Mi Hijo, Yo te he engendrado hoy’”. En este versículo glorificarse sustituye a honra del versículo anterior. Con respecto al sumo sacerdote tomado de entre los hombres, sólo hay honra, lo cual es un asunto de posición. Con respecto a Cristo como Sumo Sacerdote, no sólo hay honra sino también gloria, no solamente el valor de Su posición sino también el esplendor de Su persona. El versículo 5 contiene una cita de Salmos 2:7, que dice: “Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy”. Esto se refiere a la resurrección de Cristo (Hch. 13:33), la cual lo capacita para ser nuestro Sumo Sacerdote. Para ser nuestro Sumo Sacerdote, Cristo tuvo que participar de nuestra humanidad, como se menciona en Hebreos 2:14-18, y entrar, con esta humanidad, en la resurrección. En Su humanidad Él puede ser conmovido con el sentimiento de nuestras debilidades y ser misericordioso para con nosotros (4:15; 2:17). En resurrección, en Su divinidad Él puede hacerlo todo por nosotros y ser fiel para con nosotros (7:24-25; 2:17).

En 5:7 se nos dice que Cristo, “en los días de Su carne [...] [ofreció] ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte”. La frase de la muerte aquí no significa que Cristo no haya entrado en la muerte ni la haya sufrido; quiere decir que Él resucitó. Antes de morir, Cristo oró por esto, y Dios le respondió levantándole de entre los muertos.

B. En la ascensión

El versículo 6 es una cita de Salmos 110, que dice: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”. Esto se refiere a la ascensión y a la entronización de Cristo (Sal. 110:1-4), las cuales son pasos adicionales, además de Su resurrección, que lo habilitan como nuestro Sumo Sacerdote (He. 7:26). Cristo no sólo resucitó de entre los muertos, sino que también ascendió a la cima del universo. En el mensaje anterior, indicamos que Cristo, al vencer la fuerza gravitacional de la tierra, derrotó a los demonios sobre la tierra, quienes buscaban retenerle. Mientras ascendía por el aire, según lo revela Colosenses 2:15, Cristo despojó a los principados y potestades y los exhibió públicamente. La palabra griega traducida “despojó” denota quitar el polvo usando un plumero. Mientras Cristo ascendía por el aire, los principados y potestades vinieron sobre Él como insectos, intentando impedir Su ascensión. El Señor Jesús no luchó contra ellos, sino que simplemente se los sacudió de encima y los hizo un espectáculo. Después de esto, Él ascendió a los cielos donde está ahora sentado a la diestra de Dios. Cada vez que tenemos contacto con Él, tocamos a Aquel que está por encima de todo, y nosotros, al igual que Él, nos encontramos por encima de todo. Él venció la fuerza de atracción que ejercían la tierra, los demonios, los principados y potestades, y todas las cosas negativas. ¡Cuánto necesitamos experimentar al Cristo que se revela en el libro de Hebreos!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top