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Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 37 de 68 Sección 1 de 5

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE TREINTA Y SIETE

EL GRAN DRAGON ESCARLATA
Y SU PERSECUCION

En Apocalipsis 12 se presentan tres figuras sobresalientes: la mujer, el hijo varón y el gran dragón escarlata. A través de los siglos ha habido guerra entre la mujer y la serpiente. De hecho, la batalla no la ha peleado la mujer, sino el hijo varón. Este capítulo abarca todas las generaciones a partir de Génesis 3:15, hasta el final de esta era. Pero presta especial atención al cuadro de la actividad de Satanás durante los últimos tres años y medio. Esta guerra empezó en Génesis 3:15, y llegará a su consumación en los últimos tres años y medio. La mujer, junto con el hijo varón, y la serpiente, la cual se hizo un gran dragón, pelearán hasta el día que resuciten los vencedores que hayan muerto. Cuando todos los vencedores que murieron sean resucitados como una sola entidad, el hijo varón tendrá plena existencia. Esta entidad, que es la parte fuerte del pueblo de Dios, será arrebatada antes de la gran tribulación, no a los aires, sino al trono de Dios. Después del arrebatamiento del hijo varón, vendrán los últimos tres años y medio, o sea los últimos mil doscientos sesenta días.

Después de ser arrebatado el hijo varón al trono de Dios, habrá guerra en los cielos. Esto indica que los santos vencedores ejercerán una gran influencia en la guerra que estallará en los cielos. Esta guerra sólo comenzará cuando los santos vencedores sean resucitados y arrebatados. Después de esto, se librará una guerra entre Satanás y sus ángeles y el arcángel Miguel y sus ángeles. (Antes de la caída de Satanás, él también era un arcángel). Después de ser arrebatado el hijo varón al trono de Dios, no quedará lugar para el dragón, pues será derrotado y arrojado a la tierra. Cuando éste descienda a la tierra, comenzará la gran tribulación. Durante este lapso, el dragón hará lo posible por destruir al hombre que Dios creó para que llevara a cabo Su propósito. Dios no ha tenido la forma de arrojar de los cielos a Satanás debido a que hasta el momento no ha obtenido al hijo varón. Dios necesita que un hombre corporativo logre esto por El.

El cuadro de Apocalipsis 12, que se centra en los últimos tres años y medio, presenta un panorama completo de la enemistad entre la serpiente y la mujer. Cuando Satanás haya sido arrojado a la tierra, causará gran daño a la mujer, la cual todavía estará en la tierra. En este mensaje vamos a ver lo relacionado con el gran dragón escarlata y la persecución que lleva a cabo.

I. EL DRAGON

El versículo 3 dice: “También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas”. La serpiente es insidiosa, mientras que el dragón es cruel.

A. Grande

El versículo 3 dice que el dragón es grande. En Génesis 3, Satanás era una serpiente, una criatura pequeña. Aquí se ha convertido en un dragón, mucho más grande que una serpiente. La serpiente ha crecido al punto de ser un dragón debido a que ha comido mucho a través de los siglos.

B. De color escarlata

Este gran dragón es de color escarlata. El escarlata denota aquí el derramamiento de sangre, es decir, los homicidios cometidos por Satanás (Jn. 8:44). Abel fue el primero en ser hecho mártir a manos del dragón. En Mateo 23:35 el Señor Jesús habló de la sangre de Abel el justo. El dragón además de ser grande por haber comido, también es escarlata por haber dado muerte a muchos vencedores a través de los años.

C. Tiene siete cabezas

El gran dragón escarlata tiene siete cabezas, que son los siete césares del Imperio Romano (13:1; 17:10-11). Cuando lleguemos a 13:1, veremos que éstas son las siete cabezas de la bestia y que la bestia no sólo es el Imperio Romano sino también el anticristo. En Apocalipsis 17:9-10 se nos dice que las siete cabezas son los siete césares. El hecho de que el dragón tenga siete cabezas, las cuales son las cabezas de los siete césares y de la bestia, indica que el dragón y la bestia son uno. Esto significa que los siete césares del Imperio Romano son las cabezas de Satanás. Con esto vemos que el Imperio Romano, especialmente el anticristo, es la corporificación de Satanás.


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