Información del libro

Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 22 de 68 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE VEINTIDOS

LOS SIETE OJOS DEL CORDERO
PRODUCEN EL EDIFICIO DE DIOS

Muchos cristianos comprenden que, según Apocalipsis 5, Cristo, el Cordero inmolado, es digno, y algunos himnos cristianos alaban al Señor por Su dignidad. Sin embargo, la mayoría de los himnos que proclaman que Cristo es digno, lo alaban por ser digno debido a que efectuó la redención. Es difícil encontrar un himno que vaya más allá de la redención en su proclamación de que el Señor es digno. Es bíblico decir que el Cordero es digno de alabanza porque nos redimió y nos compró. No obstante, de acuerdo con Apocalipsis 5, el Cordero es digno no por Su redención primeramente, sino por revelar el secreto de la economía de Dios. Cristo es digno de abrir los sellos de la economía de Dios porque El derrotó al enemigo y nos redimió. Este Cristo, quien trajo la autoridad de Dios a la tierra, es el León vencedor y victorioso de la tribu de Judá y el Cordero que efectuó la redención completa para el pueblo escogido de Dios. Por lo tanto, El está plenamente calificado para abrir el misterio de la economía de Dios y tiene la posición para hacerlo. Este es uno de los puntos cruciales del capítulo cinco de Apocalipsis.

LOS SIETE OJOS, LAS SIETE LAMPARAS
Y LOS SIETE ESPIRITUS

Otro punto principal en Apocalipsis 5 es que Cristo como León-Cordero tiene “siete ojos, los cuales son los siete Espíritus de Dios” (v. 6). Estos siete ojos también son las siete lámparas que arden delante del trono de Dios (4:5). Así que en estos capítulos tenemos las siete lámparas, los siete ojos y los siete Espíritus. Apocalipsis es el único libro de la Biblia que menciona los siete Espíritus. Aquí vemos que estos siete Espíritus son los siete ojos de Cristo, y que los siete ojos de Cristo son las siete lámparas que están delante del trono de Dios.

Las siete lámparas se mencionan por primera vez en Exodo 25, donde vemos siete lámparas que conforman un candelero. Pero si sólo tuviéramos Exodo 25, no conoceríamos el significado del candelero y de las siete lámparas. En nuestro entendimiento humano, simplemente diríamos que las siete lámparas intensifican la luz. Aunque esto es correcto y tiene sentido, el significado es más profundo. ¿Por qué el candelero no tiene seis ni ocho lámparas? En Zacarías vemos algo más acerca de las siete lámparas, pues en los capítulo 3 y 4 vemos que las siete lámparas son los siete ojos (3:9; 4:2, 10). Aunque en Zacarías 4:10 se habla de los siete ojos del Señor, es difícil precisar la relación que hay entre los ojos, las lámparas y el Espíritu. Por consiguiente, tenemos que ir más allá, e ir al Apocalipsis, donde vemos las siete lámparas, los siete ojos y los siete Espíritus. Necesitamos ver la secuencia progresiva que parte de Exodo, pasa por Zacarías y llega a Apocalipsis. En Exodo tenemos las siete lámparas; en Zacarías, los siete ojos; y en Apocalipsis, los siete Espíritus. En Exodo se mencionan las siete lámparas, pero no se dice nada de los ojos ni de los Espíritus. En Zacarías tenemos las siete lámparas y los siete ojos, con una somera alusión al Espíritu. Pero en Apocalipsis tenemos las siete lámparas, los siete ojos y los siete Espíritus.

Como dijimos en el mensaje ocho, el candelero es el símbolo del Dios Triuno. El oro representa la sustancia divina del Padre; el pie del candelero, hecho de oro, simboliza a Cristo, el cual es la corporificación del Padre; y las siete lámparas simbolizan al Espíritu como la expresión de Cristo, quien, a su vez, es la corporificación del Padre. Por consiguiente, tenemos al Padre (el oro) como la substancia, al Hijo (el pie del candelero) como la corporificación, y al Espíritu (las lámparas) como la expresión. Tenemos la substancia, la corporificación y la expresión. En Exodo no vemos que las siete lámparas sean los siete Espíritus de Dios. Tenemos que ir a Zacarías y por último a Apocalipsis para poder ver esto. Esto es completamente nuevo, pues es una revelación recobrada.

EL EDIFICIO DE DIOS

Las lámparas de Exodo 25 son necesarias en la edificación del tabernáculo. Sin luz, es imposible moverse. La luz es necesaria para el mover, y el mover para la edificación de la morada de Dios. De modo que las siete lámparas son útiles en la edificación del tabernáculo, el lugar donde Dios mora en la tierra.

Las siete lámparas de Zacarías 3 y 4 se emplean para recobrar el edificio de Dios. En la reedificación del templo el principio es el mismo que en la edificación del tabernáculo, y vemos ese mismo principio en el libro de Apocalipsis. Si nos acercamos al libro del Apocalipsis con una visión corta, no podremos ver los siete Espíritus, que son los siete ojos del Cordero y las siete lámparas que arden delante del trono para que se edifique la morada de Dios. Pero si tenemos una visión amplia, veremos que los siete Espíritus son indispensables para la edificación de la morada de Dios. Apocalipsis comienza con las siete iglesias locales y termina con la Nueva Jerusalén. Aunque este libro contiene el juicio de Dios, dicho juicio no es la meta. El juicio no se ejecuta simplemente por juzgar, sino para edificar la morada de Dios. La Nueva Jerusalén, la eterna morada de Dios es el resultado de este juicio. Así que las siete lámparas, los siete ojos y los siete Espíritus producen la edificación de la morada de Dios. Nuestro único interés es alcanzar la eterna meta de Dios en Su edificio divino.


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