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Estudio-vida de Jacobopor Witness Lee

ISBN: 0-7363-3277-4
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ESTUDIO-VIDA DE JACOBO

MENSAJE TRECE

UNA VIDA QUE NO CONCUERDA PLENAMENTE
CON LA ECONOMÍA NEOTESTAMENTARIA DE DIOS
NI LA TIENE POR OBJETIVO

(1)

Lectura bíblica: Jac. 1:1, 17-18, 21, 25; 2:2, 9-10; 3:13, 17; 4:4-5

En el Evangelio de Marcos encontramos una vida, la vida del Señor Jesús, la cual concuerda plenamente con la economía neotestamentaria de Dios y la tiene por objetivo. En cambio, en la Epístola de Jacobo vemos una vida que no concuerda plenamente con la economía neotestamentaria de Dios ni la tiene por objetivo. En este mensaje y en el siguiente veremos varios asuntos contenidos en el libro de Jacobo que aluden a la mixtura formada cuando se confunde la economía del Nuevo Testamento con la dispensación del Antiguo Testamento.

Jacobo era un hombre muy piadoso y, desde una perspectiva humana, era bastante sabio. Sin embargo, una y otra vez vemos que la persona de Jacobo estaba demasiado ocupada con los asuntos del Antiguo Testamento. Sin duda alguna, él estaba saturado, empapado, de los sentimientos, del sabor y de la atmósfera del Antiguo Testamento. En Jacobo no vemos indicios claros de que hubiera experimentado un traslado completo de la dispensación del Antiguo Testamento a la economía del Nuevo Testamento. Es probable que él hubiera sido bautizado; sin embargo, conforme a lo que leemos en sus escritos, no creo que en ningún momento hubiera tenido la experiencia de llegar a su propio fin y ser sepultado junto con todas las cosas del pasado, tanto buenas como malas.

CONSERVA AÚN LAS DOCE TRIBUS
DE LA DISPENSACIÓN DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Jacobo, en su epístola, aún conserva las doce tribus de la dispensación del Antiguo Testamento. Esto lo indica la manera en que Jacobo empieza este libro: “Jacobo, esclavo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión” (1:1). El hecho de que Jacobo dirija su epístola a las doce tribus que están en la dispersión podría indicar que no tenía una perspectiva clara de la diferencia entre los cristianos y los judíos, entre la economía neotestamentaria de Dios y la dispensación del antiguotestamentaria. Quizás no tenía en claro que en el Nuevo Testamento Dios libró de la nación judía a los judíos que creían en Cristo y los separó de ella. Por lo tanto, la expresión doce tribus de 1:1 es demasiado vieja, es una expresión que pertenece a la dispensación del Antiguo Testamento.

Según los escritos de Pablo, los judíos que habían creído en Cristo habían sido llamados por Dios a salir de la antigua dispensación. En el libro de Gálatas, Pablo incluso considera el judaísmo el presente siglo maligno cuando dice: “El cual se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (1:4). Según el contexto de todo el libro de Gálatas, el presente siglo maligno mencionado en Gálatas 1:4 se refiere al mundo religioso, a la corriente religiosa del mundo, es decir, a la religión judía. Esto nos lo confirma Gálatas 6:14-15, donde a la circuncisión se le considera parte del mundo, el mundo religioso, el cual le había sido crucificado al apóstol Pablo. Por lo tanto, Pablo señala en el libro de Gálatas que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados con el fin de rescatarnos del mundo religioso judío, el presente siglo maligno.

El presente siglo maligno mencionado en Gálatas 1:4 significa lo mismo que la “perversa generación” de Hechos 2:40. En el día de Pentecostés, Pedro exhortó a las personas a que fueran salvas de esa perversa generación. ¿Cómo, pues, pudo una persona tan piadosa como Jacobo, dirigir su epístola, la cual fue escrita a judíos cristianos, a las doce tribus que estaban en la dispersión? Eso definitivamente era contrario a la economía neotestamentaria de Dios.

POSEE LA VIDA DIVINA
POR MEDIO DEL NACIMIENTO DIVINO

En 1:17 y 18 Jacobo dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, y desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni oscurecimiento causado por rotación. Él, de Su voluntad, nos engendró por la palabra de verdad, para que seamos en cierto modo primicias de Sus criaturas”. Estos versículos indican que el Padre de las luces nos engendró para que seamos primicias de Sus criaturas. Esto se refiere al nacimiento divino, a nuestra regeneración (Jn. 3:5-6), la cual se lleva a cabo en conformidad con el propósito eterno de Dios. El hecho de que hayamos sido engendrados por la palabra de verdad significa que la palabra es la simiente de vida mediante la cual fuimos regenerados (1 P. 1:23). Por lo tanto, Jacobo nos da a entender que poseemos la vida divina por medio del nacimiento divino.

Así, pues, vemos que por un lado, Jacobo dirige su epístola a las doce tribus; y por otro, habla acerca de la vida divina que hemos recibido mediante el nacimiento divino. Las doce tribus son algo que pertenece totalmente al Antiguo Testamento, mientras que la vida divina recibida por medio del nacimiento divino es ciertamente algo que pertenece al Nuevo Testamento. ¡Qué mixtura tan terrible encontramos en el libro de Jacobo! Él mezcla el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento. ¿Cómo puede ser que a personas que fueron regeneradas por Dios y nacieron de Él, todavía se les llame las doce tribus? ¿Cómo pudo Jacobo dirigirse a las doce tribus y después decir que Dios las había engendrado para que fueran en cierto modo primicias de Sus criaturas? Con todo, esto es lo que Jacobo escribió en este libro. ¿Cómo podían ser engendradas por Dios las doce tribus para ser en cierto modo primicias? Cuando comparamos 1:1 con 1:17 y 18, vemos cuán nebulosa era todo lo relacionado con Jacobo, según se revela en esta epístola.

A estas alturas quisiera decirles que no debemos dejarnos atraer por ninguna persona simplemente porque sea piadosa. A través de los siglos, existieron muchas personas piadosas que estaban en una condición nebulosa con respecto a la economía de Dios; estaban bajo una nube, y su piedad era un velo que los cubría. De la misma manera, es posible que nosotros seamos engañados por una persona piadosa, así como Pablo fue engañado por la persona piadosa de Jacobo en Hechos 21. No es fácil escapar de la influencia de un entorno que es espiritualmente nebuloso.

En Hechos 21 Pablo aceptó la sugerencia que le hizo Jacobo de ir al templo con algunos que tenían obligación de cumplir voto, y pagar sus gastos. Tal vez pensemos que al proceder de este modo Pablo tuvo una actitud muy amplia y que puso en práctica lo que dijo a los corintios: “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley” (1 Co. 9:20). Pero en Hechos 21 vemos que el Señor no fue tan amplio como supuestamente lo fue Pablo. En el último día del voto, en el día séptimo, se suscitó un alboroto, y Pablo fue arrestado. Si leemos Hechos 21 detenidamente, veremos que el Señor no estuvo de acuerdo con lo que ocurría en Jerusalén, e intervino para detener aquello.


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