Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 95 de 185 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE NOVENTA Y CINCO

LA CUBIERTA DEL TABERNACULO
(1)

Lectura bíblica: Ex. 26:1-14; 36:8-13

I. LA PRIMERA CAPA DE LA CUBIERTA

Exodo 26:1 y 6 hablan acerca del tabernáculo. El versículo 1 dice: “Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí”. La última parte del versículo 6 dice: “Y se formará un tabernáculo”. En este mensaje comenzaremos a estudiar las cuatro capas de la cubierta del tabernáculo. La primera capa, la capa interna, estaba hecha de diez cortinas de lino fino torcido.

La mayoría de las traducciones usan la palabra tabernáculo en los versículos 1 y 6 del capítulo veintiséis. Sin embargo, algunas versiones usan la palabra tienda. De hecho, el tabernáculo era una tienda. Una tienda es una morada temporera y móvil usada principalmente para acampar. De acuerdo con el relato de la Biblia, el tabernáculo, o sea, la tienda de Dios, no tenía piso. Ya que el tabernáculo era portátil, estaba levantado sobre el suelo. Por cuarenta años, los hijos de Israel acamparon en el desierto, y Dios acampó con ellos. El pueblo de Dios levantaba sus tiendas alrededor del tabernáculo. En los primeros capítulos de Números vemos que las doce tribus acampaban en cuatro direcciones alrededor del tabernáculo. De tal modo que en el desierto tanto Dios como el pueblo vivían en tiendas.

En 26:1 vemos que se usaban diez cortinas para hacer la tienda de Dios, el tabernáculo. El versículo 2 da las dimensiones de las cortinas: “La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida”. Estas diez cortinas estaban agrupadas en dos grupos de cinco cortinas cada uno. El versículo 3 dice: “Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra”. En el versículo 4 la “primera unión” se refiere a las primeras cinco cortinas, y la “segunda unión” al segundo grupo de cinco. El versículo 4 dice: “Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión”. La última cortina en cada grupo se refiere a la orilla de la misma. Los versículos 5 y 6 indican como estos dos grupos estaban unidos: “Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra. Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo”. Cuando los dos grupos se unían, se obtenía una sabana grande que medía cuarenta codos por veintiocho codos. Cuando se levantaba el tabernáculo, esta sabana de cortinas de lino se tendía sobre las tablas en pie. Entonces la sábana de lino formaba una tienda.

El tabernáculo como tal tenía treinta codos de largo y diez codos de alto y de ancho. Vimos que la sábana de lino medía cuarenta codos por veintiocho codos. Esto indica que había una colgadura en la parte de atrás y a los lados del tabernáculo. (No había una colgadura al frente, ya que esa era la entrada del tabernáculo.) Por lo tanto, había una colgadura de diez codos atrás del tabernáculo y de nueve codos a cada lado. En la Biblia el número nueve no se compone de cuatro más cinco, sino de tres veces tres. Esto demuestra al Dios Triuno en resurrección. Cuando visualizamos la sábana de lino tendida sobre las tablas en pie, podemos ver una tienda con una superposición a los lados y en la parte de atrás.

A. Tipifica la humanidad de Cristo

La primera capa de la cubierta, o sea, las diez cortinas de lino fino, tipifica la fina humanidad de Cristo. También podemos decir que tipifica a Cristo como un hombre fino y perfecto.

B. Diez cortinas

El número diez en la Biblia representa la perfección y lo completo del ser humano, un ser completo sin defecto. Nuestros diez dedos también demuestran esto. Si tuviésemos cuatro dedos en una mano y cinco en la otra, tendríamos un defecto en lugar de estar completo. Además, Dios le dio al hombre los Diez Mandamientos. Estos mandamientos fueron dados al hombre para su perfección y para completarlo. Es significativo que Dios no le dio nueve mandamientos u once, sino que le dio diez a fin de representar la perfección humana.

Además, el número diez se compone de cinco veces dos. Cinco es el número de responsabilidad y dos es el número de testimonio. Por lo tanto, cinco veces dos representa dos veces la responsabilidad a fin de tener un testimonio. Como dijimos anteriormente, el número cinco se compone de cuatro más uno. El número cuatro representa a la criatura, y el uno representa a Dios, el único Creador. Así que, Dios más el hombre equivale a cinco, el número de responsabilidad.

Las diez cortinas tipifican a Cristo como un hombre, que es perfecto y completo. En El no hay defecto ni deformación. Como lo tipifican las diez cortinas, Cristo es hombre perfecto y completo.

Vimos que en el tabernáculo había un excedente de cortinas a cada lado. Sin duda alguna, este excedente era balanceado; era igual a ambos lados. Un ejemplo de este excedente balanceado pueden ser las partes de nuestro cuerpo físico, las cuales están ordenadas en pares. Tenemos dos ojos, dos orejas, dos hombros, dos brazos, dos manos, dos piernas y dos pies. En todo lo que hacemos: ver, oir, sentarnos, pararnos y caminar debe haber un par. Por ejemplo, si tuviésemos un solo pie, no podríamos caminar apropiadamente. En lugar de caminar paso a paso, tendríamos que saltar en un pie. De igual modo, si sólo tuviésemos una oreja, sería difícil escuchar. Como un hombre completo y perfecto, Cristo tiene un excedente balanceado, que es igual a ambos lados.

Dijimos que la sábana de lino que colgaba a cada lado tenía un largo de nueve codos. También vimos que el número nueve representa al Dios Triuno en resurrección. El Señor Jesús es un hombre verdadero, pero Su excedente es el Dios Triuno en resurrección. Además, este excedente no está desproporcionado ni se inclina hacia un lado; por el contrario, es uniforme y balanceado de todas formas.

Debemos recordar que las diez cortinas de lino representan a la humanidad de Cristo y que el excedente representa al Dios Triuno en resurrección. Esto revela que en Su humanidad Cristo expresa al Dios Triuno en resurrección. Los cuatro evangelios registran que durante el curso de Su vida en la tierra, el Señor Jesús fue un hombre perfecto y completo con un excedente balanceado. Hasta Su excedente revela que El es un hombre, pero un hombre que expresa al Dios Triuno en resurrección. Como un hombre, el Señor es representado por el número diez, pero el número nueve representa a Su excedente. Esto significa que El es un hombre que sobresale con el Dios Triuno en resurrección.


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