Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Pedropor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2858-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 28 de 47 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE 1 PEDRO

MENSAJE VEINTIOCHO

LA VIDA CRISTIANA Y SUS SUFRIMIENTOS

(10)

Lectura bíblica: 1 P. 4:12-19

En este mensaje llegamos a 1 Pedro 4:12-19. Esta sección de 1 Pedro habla del regocijo que se experimenta al participar de los sufrimientos de Cristo.

PURIFICADOS POR EL FUEGO DE TRIBULACIÓN

En el versículo 12 Pedro dice: “Amados, no os extrañéis por el fuego de tribulación en medio de vosotros que os ha venido para poneros a prueba, como si alguna cosa extraña os aconteciese”. La palabra griega traducida “fuego de tribulación”, púrosis, significa incendio, y denota la manera en que arde un horno de fundición donde se purifican el oro y la plata (Pr. 27:21; Sal. 66:10); esto es similar a la metáfora usada en 1:7. Pedro consideró que la persecución sufrida por los creyentes era semejante a un horno ardiente usado por Dios para purificar la vida de ellos. Ésta es la manera en que Dios disciplina a los creyentes en el juicio de Su administración gubernamental, el cual comienza por Su propia casa (4:17-19). La palabra griega traducida “extrañéis” en el versículo 12 es xenízo, la misma que se usa en el versículo 4. El fuego de la persecución es cosa común para los creyentes; por tanto, ellos no deben considerarla como algo extraño o ajeno ni deben sorprenderse o asombrarse a causa de ella. Esta persecución es una tribulación que los pone a prueba.

La metáfora que Pedro usa en el versículo 12, esto es, la metáfora de un horno ardiente, indica que hoy el Señor usa las persecuciones y las pruebas como un horno que cumple un propósito positivo. El propósito positivo que cumplen las persecuciones y las pruebas es el de purificar nuestras vidas. Nosotros somos como el oro y la plata, pero todavía tenemos algo de escoria. Es por ello que necesitamos ser purificados. Tal como el oro y la plata son purificados por el fuego, de la misma manera nosotros necesitamos ser purificados. En el versículo 12 Pedro les dice a los creyentes que no deben extrañarse por el fuego de tribulación. Como cristianos que somos, debemos entender que el fuego de tribulación es algo común. Las persecuciones y las pruebas son experiencias comunes para los cristianos. Por lo tanto, no debemos considerarlas como algo extraño, foráneo o ajeno; al contrario, debemos considerarlas como algo común, pues hemos sido destinados para esto. Nuestro destino es sufrir en esta era. Por supuesto, éste no es nuestro destino eterno. Dios no nos ha destinado para sufrir eternamente; no obstante, Él ciertamente nos ha destinado para que suframos en esta era.

PARTICIPAR DE LOS PADECIMIENTOS DE CRISTO

En el versículo 13 Pedro dice: “Sino gozaos por cuanto participáis de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de Su gloria os gocéis con gran alegría”. Aunque la persecución es una prueba que nos purifica por fuego, Pedro nos dice más adelante que al experimentar tal fuego de tribulación, somos hechos partícipes, es decir, participamos, de los padecimientos de Cristo. De manera que Pedro aquí nos está diciendo que es posible que los padecimientos que experimenta un cristiano puedan ser los padecimientos de Cristo. ¿Cómo podrían las persecuciones que sufrimos nosotros ser los padecimientos de Cristo? Si no fuéramos cristianos, ciertamente no sufriríamos la clase de persecución que se describe en los versículos 12 y 13. Tales persecuciones se deben al hecho de que somos cristianos, hombres de Cristo. Debido a que creemos en Cristo, debido a que le amamos, le vivimos y somos Su testimonio al testificar de Él en esta era, el mundo se levanta en contra de nosotros. Esta era está bajo la influencia del maligno; es por eso que los incrédulos persiguen a los que creen en Cristo y testifican de Él. A los ojos de Dios, esta clase de sufrimiento es equivalente a los padecimientos de Cristo. Por ejemplo, es posible que cierto hermano tuviera la oportunidad de ser muy rico antes de ser salvo, y que por creer en Cristo, por amarle y seguirle, su negocio sufra pérdidas, y a causa de ello pierde esa oportunidad para enriquecerse. Digamos que incluso quedara sumido en la pobreza. Esta clase de pobreza sería equivalente a los padecimientos de Cristo. Aquellos padecimientos que sufrimos por amor de Cristo, Dios los cuenta como padecimientos de Cristo.

Cristo llevó una vida de sufrimientos, una vida muy sufrida. Ahora nosotros somos Sus compañeros que llevan la misma clase de vida. Según el libro de Hebreos, no sólo somos partícipes de Cristo, sino también compañeros Suyos (He. 3:14). Nosotros cooperamos con Él al llevar una vida de sufrimientos, y le seguimos por la senda de los sufrimientos. Esto significa que lo que Cristo sufrió, lo sufrimos nosotros también. Por esta razón, cuando sufrimos por Cristo de este modo, Dios cuenta nuestros sufrimientos como padecimientos de Cristo.

No debemos desalentarnos por el hecho de que como cristianos tengamos que padecer. Estos sufrimientos son positivos y muy valiosos. ¡Qué privilegio tan grande es experimentar los padecimientos de Cristo! Pablo incluso llegó a decir que completaba en su carne lo que faltaba de las aflicciones de Cristo por Su Cuerpo, la iglesia (Col. 1:24). En Filipenses 3:10 él también habla de la comunión en los padecimientos de Cristo. Hoy nosotros debemos ser cristianos, seguidores de Cristo, que experimentan los padecimientos de Cristo. No sólo debemos participar de las riquezas de Cristo, sino también de Sus padecimientos. Si adoptamos esta manera de pensar, nos sentiremos consolados cuando suframos por Cristo. Incluso aceptaremos con agrado esta clase de sufrimientos. Sí, es probable que nos toque afrontar el fuego de tribulación; no obstante, éstos son los padecimientos de Cristo de los cuales tenemos el privilegio de participar.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top