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Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 54 de 65 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE CINCUENTA Y CUATRO

EN CRISTO Y SEGÚN CRISTO

Lectura bíblica: Col. 2:8-15; 2 Co. 3:17; 2 Ti. 4:22a; 1 Co. 6:17; Ro. 8:4

En 2:8-15 Pablo recalca que los creyentes están en Cristo y que deberían asegurarse de que todo su ser sea conforme a Cristo. Es un hecho que estamos en Cristo. En el versículo 10 Pablo dice: “Y vosotros estáis llenos en El”. Además, en Cristo fuimos también circuncidados, resucitados y avivados (vs. 11-12). Lo que escribe Pablo está estructurado según el concepto básico de que todo está en Cristo. Si quitáramos la expresión “en El” de los versículos 2:8-15, la estructura de la composición de Pablo se derrumbaría por completo.

En 2:8 Pablo dice: “Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de su filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Notemos la expresión “según Cristo”. El deseo de Pablo consistía en que todos viviésemos según Cristo y que todo nuestro ser fuese según Él. Extraviarse de Cristo es permitir que nuestro ser sea conforme a algo que no es Cristo, y en particular a las tradiciones de los hombres y los rudimentos del mundo. Estos dos asuntos abarcan todo lo que no es según Cristo. Hoy en día, tanto los creyentes como los incrédulos viven, andan y se comportan según las tradiciones de los hombres o según los rudimentos del mundo. Es muy difícil encontrar a alguien cuyo mismo ser sea conforme a Cristo. No obstante, el andar cristiano debería ser un andar que es según Cristo. Alabamos al Señor por todas las riquezas que tenemos en Cristo. Pero es preciso avanzar para poder vivir y conducirnos según Cristo.

LOS HECHOS Y LA EXPERIENCIA

En 2:8-15 Pablo enumera varios hechos espirituales que son sumamente importantes. Uno de ellos es que toda la plenitud de la Deidad habita corporalmente en Cristo. Cristo es la Cabeza de todo principado y potestad. En Él fuimos circuncidados, sepultados, resucitados y vivificados. Todos éstos son hechos cumplidos. Otro hecho es que el código escrito que consistía en ordenanzas fue anulado y que las potestades de las tinieblas fueron despojadas. Todos estos hechos tienen que ver con el asunto de estar en Cristo. Sin embargo, si queremos que estos hechos lleguen a ser nuestra experiencia, no solamente debemos estar en Cristo, sino además vivir según Cristo. La expresión “en El” se refiere a los hechos, mientras que la expresión “según Cristo” se refiere a la experiencia. Todos los que son salvos están en Cristo; ésta es nuestra posición. Por ser salvos, todos los hechos que hemos mencionado son nuestros. Tenemos el derecho, el título de propiedad, para reclamar todos estos hechos. Sin embargo, un asunto completamente distinto es si a diario nos conducimos según Cristo o no. Tal vez tengamos la confianza para declarar que estamos en Cristo, pero es posible que no la tengamos para decir que nuestro diario andar es según Cristo. ¿Está usted seguro de que a diario vive según Cristo? ¿Puede testificar esto? Efectivamente estamos en Cristo, pero nuestro ser no es según Él. La mayoría del tiempo vivimos según las tradiciones de los hombres y los rudimentos del mundo. Pese a que tenemos los hechos, nos hace falta experimentarlos más.

APARTADOS DE CRISTO

En Colosenses 2 Pablo dice que el Cristo que hemos recibido es el misterio de Dios, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Ahora, debemos andar en Él, habiendo sido arraigados en Él y siendo sobreedificados en Él. Después de esto, el apóstol nos advierte que debemos mirar que nadie nos lleve cautivos. Después de que vemos el hecho maravilloso de que hemos recibido a Cristo como el misterio de Dios y que hemos sido arraigados en Él, debemos mirar que nada nos aparte de este Cristo. Si usted no tiene la confianza de decir que anda según Cristo, eso indica que en la práctica, usted está apartado de Él. En efecto, usted recibió a Cristo y fue arraigado en Él, pero con respecto a su vida diaria, usted ha sido distraído y apartado de Él. Si día a día no vivimos según Cristo, eso significa que nos hemos desligado de Cristo. Si ésta es nuestra situación, no importa cuán lejos estemos apartados de Él, ya sea mucho o poco, el hecho no cambia: estamos desligados de Él.

La mayor parte de nuestro diario andar es según las tradiciones de los hombres y los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Las tradiciones son el componente principal de la cultura. Sin las tradiciones, la cultura desaparecería. Heredamos la cultura de las prácticas tradicionales de nuestra familia, de nuestra sociedad y de nuestro país. Espontáneamente y sin percatarnos de ello, vivimos según las tradiciones culturales que hemos heredado. Asimismo, vivimos según los rudimentos del mundo, es decir, según los principios elementales de la cultura. Las tradiciones son las prácticas de la cultura, mientras que los rudimentos son los principios básicos de la cultura. Estas dos cosas nos dominan incluso a nosotros, que amamos a Cristo y le buscamos. Yo aborrezco todo aspecto de mi vida diaria que es según las tradiciones de los hombres o los rudimentos del mundo, y no según Cristo. No quiero vivir según las tradiciones chinas o las enseñanzas éticas de Confucio. Muchas veces he orado así: “Señor, perdóname por vivir según las tradiciones de los hombres en lugar de vivir según Cristo”. El deseo de Dios es que andemos según Cristo. Por ejemplo, puede ser que una hermana sea sumisa, obedeciendo a las enseñanzas de la Biblia o a una norma ética de su cultura. Sin embargo, esta sumisión quizás no sea según Cristo. Dios no quiere que nos comportemos de otro modo que no sea según Cristo.

Muchos santos, después de algún tiempo en la iglesia, empiezan a andar según lo que bien podría llamarse el estilo de vida de la iglesia local. En cierto sentido, la vida de iglesia refina nuestra persona. La calidad humana de los santos que están en las iglesias locales es muy alta. Sin embargo, es posible que andemos según nuestra humanidad refinada, y no según Cristo. Tal vez, en lugar de vivir a Cristo, nos conformemos a ciertas normas o prácticas. Por ejemplo, suponga que una hermana que lleva algún tiempo en la vida de iglesia, decida dejar de maquillarse. Su decisión no necesariamente es conforme a Cristo, pues puede ser que ella simplemente se esté conformando al estilo de vida de la iglesia local, y no esté andando según Cristo. Otro ejemplo de esto es de un hermano que decide mantener su cabello corto en lugar de dejárselo largo. Si este hermano no estuviese en la vida de iglesia, preferiría dejarse el pelo largo. Pero por lo que está en la iglesia, prefiere mantener su pelo corto. Sin embargo, es probable que en este asunto, él se esté conformando a cierto estilo de vida, en lugar de vivir según Cristo. En la vida de iglesia, no deberíamos conformarnos a otras cosas sino vivir, andar y conducirnos según Cristo. Dios no desea obtener un grupo de personas muy nítidas, pulcras y refinadas; lo que Él desea es un grupo de gente que viva según Cristo. Estar en Cristo no es suficiente; debemos también andar según Él. Estar en Cristo tiene que ver con nuestra posición, pero andar según Cristo tiene que ver con nuestra experiencia. Deberíamos vestirnos y cortarnos el pelo según Cristo, y no según las tradiciones de los hombres o los rudimentos del mundo.

Lo que Dios desea es que andemos cada día según Cristo. Si no vivimos según Cristo, nos encontramos apartados de Él. Así como una pequeña lámina de material aislante puede interrumpir la corriente eléctrica, también la más mínima separación de Cristo puede apartarnos de Él. No es solamente cuando uno se entrega a los apetitos mundanos que se aparta de Cristo. Si uno asiste a las reuniones de la iglesia sin conducirse según Cristo, estará apartado de Cristo en términos de su experiencia práctica. En este sentido, no es diferente de los cristianos que se entregan a los entretenimientos mundanos. Es cierto que ya hemos sido salvos, regenerados y arraigados en el Cristo todo-inclusivo y extenso. Sin embargo, nos es muy fácil apartarnos de Él. ¿Dónde hay cristianos que hoy en día anden verdaderamente según Cristo y no conforme a las tradiciones de los hombres? Hoy casi todos los creyentes se hallan apartados de Cristo, viviendo según alguna clase de tradiciones. ¿Dónde hay cristianos que simple, única y exclusivamente vivan según Cristo?

Los creyentes de Colosas no se habían apartado de Cristo por causa de cosas pecaminosas. Ellos se apartaron al seguir las buenas tradiciones de la cultura y los rudimentos del mundo. Muchos cristianos son como los colosenses. A pesar de que viven según las normas éticas más elevadas y siguen las mejores prácticas, no viven a diario según Cristo.


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