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Estudio-vida de Romanospor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2929-3
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ESTUDIO-VIDA DE ROMANOS

MENSAJE CUATRO

LA VANIDAD DE LA RELIGIÓN
Y LA DESESPERANZA TOTAL DEL MUNDO

En este mensaje hablaremos acerca de la vanidad de la religión, mostrada en la condenación ejercida sobre los religiosos (Ro. 2:17—3:8), y la desesperanza total que es producto de la condenación total ejercida sobre el mundo (3:9-20). Como ya hicimos notar, Pablo habló de los cuatro aspectos de la condenación: sobre la humanidad, en general; sobre los que se justifican a sí mismos, en particular; sobre los religiosos, específicamente; y sobre el mundo en su totalidad. Esto se reviste de significado. En estos cuatro aspectos de la condenación ejecutada por Dios, encontramos cuatro elementos: la fuente de la maldad, el camino de restricción, la vanidad de la religión, y la desesperanza total.

I. LA CONDENACIÓN EJERCIDA SOBRE LOS RELIGIOSOS

Primero consideremos la vanidad de la religión. La cultura es la mejor invención humana, y en ella lo principal, lo más elevado, es la religión. La cultura humana necesita la religión, porque sin ella sería una cultura salvaje. Si la religión fuera eliminada de la cultura humana, ésta sería vulgar y primitiva. Por esta razón la mayoría de la gente respeta la religión.

En toda la historia de la humanidad, las dos mejores religiones que han existido son el judaísmo y el cristianismo. Éstas son las religiones verdaderas; son religiones sanas, genuinas y fundamentales. Ambas procedieron de la misma fuente, la cual es la revelación divina de la Biblia. Además de estas dos religiones, hay otra, el islam, que es una falsificación del judaísmo. En realidad la fuente del islam es el judaísmo. El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, es en realidad una imitación del Antiguo Testamento, aunque se han hecho algunos cambios a su contenido con el fin de propagar un gran número de falsedades. El Corán incluso habla acerca de Cristo, reconociendo que Él es superior a Mahoma. Según el Corán, Cristo nunca fue crucificado; cuando la gente intentaba crucificarlo, los ángeles descendieron y le llevaron al cielo. El Corán incluso menciona que este Jesús regresará. Así que, es evidente que el islam y su libro sagrado, el Corán, son una falsificación.

Hablando con propiedad, aparte del judaísmo, el cristianismo y la falsa religión del islam, no hay más religiones. El budismo no es una religión, sino una insensatez. La religión enseña a la gente a adorar a Dios, pero en el budismo ni siquiera existe un Dios. Al preguntarse uno acerca del confucianismo, uno se dará cuenta de que las enseñanzas de Confucio tampoco constituyen una religión, pues son simplemente enseñanzas éticas que no tienen ninguna relación con Dios. Confucio, en sus escritos clásicos, tal vez mencione a Dios en una o dos ocasiones, y no le llama Dios, sino que lo define como “los Cielos”. Por lo tanto, no debemos considerar al confucianismo como una religión. En este globo terrestre sólo existen tres religiones; hay dos auténticas –el judaísmo y el cristianismo– y una falsa: el islam.

Aun en las dos religiones genuinas, lo único que encontramos es vanidad. No necesitamos la religión, sino a una persona viviente. No necesitamos algo relacionado con Dios, sino a Dios mismo. No necesitamos una manera de adorar a Dios; al contrario, necesitamos que la persona viviente de Dios entre en nuestro ser. Cuando Dios nos dio la Biblia no tenía la intención de darnos una religión. Él quería revelarse a Sí mismo en nuestro interior por medio de la santa Palabra. No obstante, los judíos primitivos formaron una religión basada en el Antiguo Testamento. Más tarde, el cristianismo creó una religión aun más prevaleciente porque obtuvo veintisiete libros más que los judíos. Los judíos tenían solamente treinta y nueve libros para establecer con ellos su religión, pero el cristianismo tiene sesenta y seis. Así que, el cristianismo llegó a ser una religión aun más prevaleciente. Sin embargo, cuanto más prevaleciente sea una religión, más vanidad contiene.

Sé que puedo ofender a algunas personas al hablar de esta manera. La palabra cristianismo suena muy dulce y hermosa a los oídos de muchos cristianos, y les ofende oír decir que el cristianismo es vanidad. Si usted se ofende por esto, es una prueba de que es sumamente religioso. Yo no he dicho que Cristo sea vanidad, ni que los cristianos lo sean, pero sí proclamo enfáticamente que el cristianismo es vanidad. Todos los “ismos” son vanidades. La iglesia es muy valiosa, pero si le agregamos un “ismo”, se convierte en vanidad. Aceptamos a Cristo, a los cristianos y a la iglesia, pero no aceptamos ningún “ismo”. Esto no es mi enseñanza, pues si acudimos a la Palabra pura de Dios en el Nuevo Testamento, encontraremos el término Cristo, e incluso el término cristianos (Hch. 11:26). Sin embargo, el término cristianismo no aparece en la Biblia, ni la celebración de la Navidad. Un “ismo” le fue añadido a Cristo. Celebrar la Navidad es vanidad. Cuando la gente adorna e ilumina el pino navideño, lo hace por la influencia de cierto sistema, de un “ismo”, y esto es vanidad. Debemos guardarnos de la religión, porque la religión es vanidad.


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