Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Tesalonicensespor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2821-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 18 de 31 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE 1 TESALONICENSES

MENSAJE DIECIOCHO

COOPERAR CON LA OPERACIÓN DIVINA

(1)

Lectura bíblica: 1 Ts. 5:12-28

El capítulo cinco empieza con la palabra “pero”. Esto indica que la última parte del capítulo cuatro, el cual habla del arrebatamiento, requería una palabra adicional acerca de otro asunto. Según 5:1, esta palabra adicional tiene que ver con los tiempos y las sazones.

En los comienzos de mi vida cristiana, me emocionaba mucho cada vez que oía mensajes acerca de la venida del Señor. Es común que los nuevos creyentes se sientan emocionados cuando escuchan acerca de la venida del Señor. Tal vez piensen que el Señor puede venir en cualquier momento. Ésta es la razón por la cual ellos necesitan escuchar lo que Pablo añade en el capítulo cinco.

Los tiempos y las sazones mencionados en el versículo 1 se refieren a la venida del Señor. Esto lo confirma la expresión “el día del Señor”, que aparece en el versículo siguiente. El día en que el Señor vendrá será diferente de como nos lo imaginamos. De hecho, es un misterio. El Señor Jesús mismo dijo que, como hombre, no sabía la hora en que vendría. La fecha exacta de la venida del Señor es un misterio escondido en el corazón del Padre, y este misterio no ha sido revelado. De ahí que, en 5:2 Pablo dice que el día del Señor “vendrá así como ladrón en la noche”. Ciertamente, ningún ladrón avisaría de antemano que va a venir a robar algo. Bajo el mismo principio, el día del Señor vendrá de forma repentina e inesperada. Por consiguiente, debemos velar y ser sobrios. Ya que no nos es posible saber la hora en que el Señor vendrá, debemos velar y ser sobrios.

Después de que Pablo abarca el asunto de velar y ser sobrios en 5:1-11, Pablo habla, en 5:12-24, de cómo podemos cooperar con la operación divina. En estos versículos Pablo aborda varios asuntos de una manera elemental.

En el Nuevo Testamento, no hay libro que termine de una manera tan maravillosa y todo-inclusiva como 1 Tesalonicenses. En su conclusión, Pablo habla de varios asuntos cruciales, los cuales él no tuvo tiempo de abarcar en detalle. Así que, él los puso juntos en la sección final de esta epístola.

RESPETAR A LOS QUE ESTÁN EN EL LIDERAZGO

El versículo 12 dice: “Asimismo, hermanos, os rogamos que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y están al frente entre vosotros en el Señor, y os amonestan”. La palabra “reconozcáis” significa aquí tener respeto y estima por alguien. Según Mateo 7:23, cuando el Señor Jesús regrese, les dirá a algunos: “Nunca os conocí”. La expresión “nunca os conocí” significa que el Señor no sintió aprecio ni respeto por lo que ellos hicieron. Bajo el mismo principio, en el versículo 12 la palabra “reconozcáis” significa apreciar y respetar a los que trabajan y que toman la delantera entre nosotros. Probablemente Pablo aquí se estaba refiriendo a los ancianos que trabajan en la enseñanza y presiden entre los creyentes (1 Ti. 5:17).

Estar al frente no tiene como fin principal gobernar, sino establecer un modelo de conducta que otros puedan seguir. Los ancianos no solamente deben laborar en la enseñanza, sino también dar ejemplo en la manera de proceder. Tal vez dicho ejemplo es lo que les da autoridad para amonestar.

Es realmente maravilloso que a pesar de que la iglesia en Tesalónica llevaba menos de un año de haber sido establecida y de que Pablo había laborado allí por sólo tres días de sábado, ya se hubieran levantado algunos hermanos que tomaban la delantera. En un corto período fue establecida una iglesia y se produjeron algunos que funcionaban como líderes. Pablo ciertamente era un obrero cristiano calificado y diestro.

En el versículo 13 Pablo nos exhorta a tener en mucha estima y amor a los que presiden, por causa de su obra. La palabra [griega traducida] “tengáis en” aquí significa conducir la mente mediante un proceso de razonamientos hasta llegar a una conclusión; por lo tanto, pensar, considerar, estimar. Los que están al frente deben considerarse a sí mismos esclavos que sirven a los santos. No obstante, los creyentes deben tenerlos en mucha estima y amor debido a su obra.

Mientras Pablo escribía esta epístola, le venía un pensamiento tras otro. Como hemos mencionado, el tema de la sección anterior (5:1-11) es velar y ser sobrios. La vida cristiana es una vida en la que luchamos por los intereses de Dios, y por eso debemos velar y estar alertas. Luego, Pablo dice que tenemos que aprender a respetar, a honrar, a los que están al frente en la iglesia. Al parecer, el asunto de velar y ser sobrios no guarda ninguna relación con el asunto de respetar a los que toman la delantera. No obstante, sí están relacionados de una manera muy práctica. Si estamos alerta y velamos con diligencia en la batalla espiritual, ciertamente honraremos a los que están en el liderazgo. Los que han prestado servicio militar saben que los soldados tienen que respetar a sus comandantes. Si no respetan a sus comandantes o líderes, el ejército no podrá pelear adecuadamente. Lo primero que tiene que aprender un soldado antes de poder combatir es respetar a aquel que lo guía. Yo creo que éste era el concepto de Pablo al hablar sobre el tema de respetar a los que están al frente.


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