Información del libro

Estudio-vida de Génesispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1420-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 28 de 120 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE GENESIS

MENSAJE VEINTIOCHO

LA MANERA DE SALVARSE
DE LA TERCERA CAIDA DEL HOMBRE
(1)

En este mensaje, proseguimos con nuestro estudio sobre la tercera caída del hombre. A nadie le gusta oír la palabra “caída”, pero debemos entender que las caídas descritas en el libro de Génesis forman el fondo de un cuadro muy positivo de lo que Dios ha hecho con el linaje humano caído. El propósito principal de Génesis no es mostrar la caída, sino todo lo que puede hacer la gracia de Dios por los seres caídos. La caída constituye un fondo oscuro que nos ayuda a ver un cuadro blanco. Sin un fondo negro, el cuadro blanco no sería muy notorio. En Génesis 3 vimos la primera caída y lo que Dios hizo por la humanidad caída. En Génesis 4 vimos la segunda caída del hombre y cómo Dios obró una vez más en favor de los seres caídos. En este mensaje veremos lo que Dios hizo como resultado de la tercera caída del hombre.

5. La manera de salvarse
de la tercera caída

Al considerar la tercera caída del hombre, veremos más acerca de lo que Dios hizo por el hombre caído. Después de la primera caída, Adán y Eva fueron salvos. Ser salvos no es algo insignificante. Adán y Eva eran salvos a pesar de haber caído. Adán dijo: “Viviente” y Eva dijo: “He adquirido”. Adán y Eva no fueron salvos por sus propios esfuerzos; fue Cristo, el Cordero de Dios y la simiente de la mujer, quien los salvó. Después de ver cómo Dios trató a Adán y a Eva, vemos que Abel le ofreció sacrificios y dones (He. 11:4). El ofreció un sacrificio por sus pecados, y presentó dones para complacer a Dios. ¿Puede un hombre caído complacer a Dios? Abel era un hombre caído; sin embargo, complació a Dios. El fue salvo y además satisfizo a Dios. Abel no complació a Dios por sí mismo ni consigo mismo, sino por Cristo y con Cristo. Pasamos de Adán a Abel y de Abel a Enós. Enós empezó la práctica de invocar el nombre del Señor para disfrutar de todas Sus riquezas. En el caso de Enós, no se trataba solamente de salvación ni de complacer a Dios, sino de invocar al Señor a fin de disfrutar todo lo que El es. Al pasar de Génesis 4 a Génesis 5, encontramos más riquezas. En el capítulo cinco, descubrimos que los salvos vivían, engendraban y caminaban con Dios. Después de todo eso, vemos aún más cosas en el capítulo seis, donde se nos muestra que Noé ciertamente fue salvo, complació a Dios, invocó el nombre del Señor y disfrutó de todo lo que El es. Noé también vivió y engendró, pues tuvo tres hijos. Aparte de todos los aspectos positivos de la vida de los salvos, Génesis 6 nos muestra otros aspectos.

a. Caminar con Dios

Génesis 6:9 nos dice que Noé caminaba con Dios. Indudablemente, Noé heredó de sus antepasados Adán, Abel, Enós, Enoc... todas las bendiciones espirituales y siguió el ejemplo de su bisabuelo Enoc, quien caminó con Dios en medio de una generación maligna, perversa y adúltera. Estoy convencido de que lo que oyó del caminar piadoso de su bisabuelo Enoc ejerció una gran influencia sobre él. Noé continuó firmemente la línea de la vida, y la prolongó y desarrolló bastante.

1) Halló gracia a los ojos del Señor

En Génesis 6:8 dice: “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. Hallar gracia a los ojos del Señor no es algo insignificante. ¿Qué significa “hallar gracia”? Observe que este versículo no dice que Dios le mostró gracia a Noé, ni que el Señor concedió gracia a Noé. No, dice que Noé halló gracia. Recuerde que Génesis es un libro lleno de semillas espirituales. En 6:8 vemos la gracia mencionada por primera vez en la Biblia. Noé pudo ser lo que fue porque halló gracia a los ojos del Señor.

En Hebreos 4:16 se nos exhorta a acercarnos confiadamente al trono de la gracia, a fin de recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Cuando yo era joven, oraba casi todos los días así: “Señor, me acerco al trono de la gracia. En Tu trono de gracia encuentro gracia para mi oportuno socorro. Señor, necesito Tu gracia cada minuto. Necesito Tu gracia cada año, cada semana, cada día, cada hora, y también cada minuto. Sin Tu gracia, no puedo soportar nada”. Ahora sigo necesitando la gracia del Señor cada minuto. Tal vez mis parientes me mortifiquen dentro de unos minutos, o algún hermano me moleste. Quizás reciba una llamada telefónica de una hermana. Por tanto, le sigo diciendo al Señor: “Señor, necesito Tu gracia cada minuto. Sé que estás lleno de gracia y que Tu gracia está disponible para mí. Señor, puesto que la gracia necesita mi cooperación, me arrodillo delante del trono de gracia para hallar gracia, la cual satisface mis necesidades”. A menudo no podemos soportar nuestra situación y no podemos enfrentarnos a lo que nos sucede. No obstante, existe un lugar llamado el trono de la gracia. Acérquese confiadamente al trono de gracia a fin de recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

¿Cree usted que Noé podía hallar gracia a los ojos del Señor por sus propios esfuerzos? No creo que él haya hecho por su propia cuenta lo que hizo. El diluvio vino 1,656 años después de que Dios hizo a Adán, quien vivió novecientos treinta años. Transcurrieron setecientos veintiséis años entre la muerte de Adán y el diluvio. Cuando Adán tenía seiscientos veintidós años de edad, nació Enoc y fue contemporáneo de Adán trescientos ocho años. Después de la muerte de Adán, Enoc vivió cincuenta y siete años más antes de ser arrebatado por Dios. Sesenta y nueve años más tarde, nació Noé. Por consiguiente, Noé nació solamente ciento veintiséis años después de la muerte de Adán. Cuando Enoc tenía sesenta y cinco años de edad, engendró a Matusalén y luego vivió otros trescientos años antes de ser arrebatado. Matusalén vivió novecientos sesenta y nueve años, y murió cuando Noé cumplió seiscientos años, cuando llegó el diluvio. Indudablemente, Enoc aprendió de sus antepasados las cosas de Dios; es posible que haya aprendido directamente de Adán. El hecho de que Enoc llamara a su hijo Matusalén, que significa “cuando muera, será enviado”, demuestra que él enseñó a su hijo lo relacionado con Dios. Matusalén debe de haber enseñado a su hijo Lamec, y éste a su hijo Noé. Noé venía de una familia piadosa y aprendió de sus antepasados todas las cosas piadosas. Por tanto, él se dio cuenta de que necesitaba la gracia. Su generación era corrupta y estaba llena de violencia. El linaje humano se había hecho carne. Noé vivía entre una generación torcida, perversa y maligna. Sin embargo, sus padres y abuelos le habían enseñado las cosas de Dios, y él se había dado cuenta de que necesitaba la gracia de Dios.

Ahora podemos ver por qué Noé halló gracia. El versículo 3 del mismo capítulo indica que Dios estaba dispuesto a conceder gracia al hombre caído, porque Su espíritu contendía con el hombre, y estaba listo para conceder gracia a los necesitados. No obstante, esta gracia necesitaba la cooperación humana. Noé proporcionó la cooperación necesaria y halló gracia.

¿Qué es la gracia? La mayoría de los cristianos piensan que esa gracia es simplemente algo dado por Dios. Si yo le regalo a usted una Biblia, eso es gracia. A pesar de que eso es correcto, en la Biblia la gracia significa mucho más que eso. La gracia no es solamente algo dado por Dios, sino que es el propio Dios que obra por nosotros. La gracia no es simplemente algo objetivo que Dios nos ha dado. La gracia es Dios mismo que viene a nosotros y actúa por nosotros. ¿Es usted débil? Dios vendrá para ser su fortaleza, y dicha venida es gracia. ¿Es usted incapaz de enfrentar su situación? Esto no debe preocuparle, porque Dios vendrá para permanecer con usted y enfrentar esa situación por usted y en usted. Eso es gracia. Si usted lee Génesis 6 detenidamente, verá que esa gracia no significa que Dios le dio muchas cosas a Noé sino que vino a Noé y estuvo con él. La presencia de Dios era la fortaleza y el poder de Noé. El no sólo disfrutó algo que Dios le había dado objetivamente, sino a Dios mismo. En medio de una generación torcida, perversa y adúltera, una generación cuyas tentaciones no podía resistir nadie, Noé halló gracia a los ojos del Señor. Dios intervino y fortaleció a Noé, permaneció con él y lo mantuvo firme. Esta era la gracia que Noé halló, y es la gracia que necesitamos ahora.

Considere la condición de la sociedad moderna. Yo ni siquiera me atrevo a leer un periódico. Contiene demasiadas tentaciones. Mientras camino por la calle, no me atrevo a mirar las vitrinas de las tiendas. Esta es la razón por la cual no me gusta entrar en las tiendas. Las tiendas son muy diabólicas, y lo que exhiben y ofrecen proviene del infierno. La conversación que usted oye en la radio, en el trabajo y en la escuela es maligna, corrupta y diabólica. A cualquiera le resulta difícil, como persona caída, permanecer firme en esa situación. Este siglo es verdaderamente corrupto, perverso y adúltero; está lleno de fornicación e inmoralidad. La gente habla de inmoralidad sin ninguna vergüenza. ¿Quién podría permanecer firme en esta generación? Ninguno de nosotros podría hacerlo. Todos tenemos una naturaleza caída, la misma naturaleza maligna que tienen los demás. Necesitamos la gracia. Debemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia y decir: “Señor, aquí estoy. Necesito Tu gracia. No vengo a pedirte que me des bienes materiales. Vengo para buscar gracia a fin de satisfacer mis necesidades. Señor, no puedo ir al trabajo o a la escuela sin Tu presencia. Señor, no puedo ir a una tienda sin Tu presencia. Señor, necesito que permanezcas conmigo. Ven y sé mi fortaleza. Señor, Levántame y sostenme”.

El divorcio tienta a los jóvenes hoy en día. Las tentaciones están afuera y la lujuria se encuentra adentro. ¿Quién puede mantenerse firme en esa era? ¡Qué tentación más grande! Como no podemos permanecer, necesitamos que la gracia nos haga el Noé de hoy. Sólo la gracia lo puede capacitar a uno para permanecer con su cónyuge. Sólo la gracia puede ayudarnos a amar a nuestro cónyuge sin cambiar jamás. Ninguno de nosotros puede lograrlo sin la gracia, pues hay demasiadas tentaciones. El ritmo, la corriente y la tendencia de esta edad son demasiado fuertes. A la gente le parece que si usted no se ha divorciado, no es una persona moderna. Dicen que para actualizarse, debe divorciarse. ¡Cuánta gracia necesitamos! Necesitamos que Dios venga a nosotros y sea nuestra fortaleza y todo lo que necesitamos. El es la gracia. El es a quien Noé necesitaba y a quien nosotros también necesitamos hoy. Noé halló gracia, y nosotros también debemos hallarla. A Noé le fue fácil caminar con Dios porque halló gracia.

Los padres se preocupan por los hijos que tienen estudiando. La mayor tentación que enfrentan los niños en las escuelas hoy en día es las drogas. Incluso en las escuelas de primaria hay niños que consumen heroína. ¡Qué lástima! Los niños pequeños no pueden resistir esta clase de tentaciones. Necesitan la gracia. No existe ningún vicio que usted pueda vencer solo. Usted debe acercarse al trono de la gracia para hallar gracia. Noé halló gracia y caminó con Dios. La gracia le ayudó a andar con Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top