Información del libro

Estudio-vida de Hechospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1419-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 56 de 72 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE CINCUENTA Y SEIS

LA PROPAGACION EN
ASIA MENOR Y EUROPA MEDIANTE
EL MINISTERIO DE LA COMPAÑIA DE PABLO

(22)

Lectura bíblica: Hch. 21:1-26

Después de la comunión solemne y preciosa que Pablo tuvo con los ancianos de la iglesia en Efeso (20:13-35), “se puso de rodillas con todos ellos y oró” (20:36), y finalmente lo acompañaron al barco. Leamos Hechos 21:1: “Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara”. La palabra griega traducida “separarnos” puede traducirse también “desgarrarnos”.

En Pátara, Pablo y sus colaboradores hallaron un barco que iba rumbo a Fenicia, y se embarcaron en él y zarparon (v. 2). Navegaron a Siria y arribaron a Tiro. “Y habiendo buscado y hallado a los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por medio del Espíritu, que no pusiese pie en Jerusalén” (v. 4). En 20:23, el Espíritu Santo le dio a conocer a Pablo que en Jerusalén le esperaban prisiones y aflicciones. Este testimonio era una profecía, una predicción, y no un mandamiento, y por tanto, Pablo no lo tomó como una orden, sino como una advertencia. Ahora, en 21:4, el Espíritu da un paso adicional y le comunica por medio de algunos miembros del Cuerpo de Cristo, que no vaya a Jerusalén. Puesto que Pablo practicaba la vida del Cuerpo, debió haber tomado esto como un mensaje venido de la Cabeza y obedecerlo.

A TOLEMAIDA Y CESAREA

Hechos 21:7-8 agrega: “Y nosotros, completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. Al otro día, partimos y llegamos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él”. Adondequiera que Pablo iba, visitaba a los hermanos y se quedaba con ellos (vs. 4, 7). En realidad, él practicaba la vida corporativa de la iglesia, viviendo conforme a lo que enseñaba acerca del Cuerpo de Cristo.

Leamos Hechos 21:10-11: “Y permaneciendo nosotros allí varios días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles”. El Espíritu Santo le advirtió de nuevo a Pablo indirectamente, por medio de un miembro del Cuerpo de Cristo, lo que le habría de acontecer en Jerusalén. Una vez más, en lugar de tratarse de un mandato, tenemos una advertencia dada a manera de profecía. La Cabeza habló una vez más por medio de Su Cuerpo. Puesto que Pablo practicaba la vida del Cuerpo, debió haber hecho caso de lo que se le decía.

El versículo 12 dice: “Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén”. El pronombre “nosotros” incluye a Lucas el escritor. Según este versículo, el Cuerpo de Cristo, mediante muchos miembros, expresó su sentimiento, rogándole al apóstol que no fuese a Jerusalén. Pero debido a la fuerte voluntad de éste, manifestada en su disposición para sacrificar la vida por el Señor, no fue posible persuadirlo. El versículo 13 declara al respecto: “Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús”. Al ver que no podían persuadirlo, los miembros del Cuerpo no tuvieron otra alternativa que dejar este asunto a la voluntad del Señor. Al respecto, el versículo 14 aclara: “Y como no le pudimos persuadir, guardamos silencio, diciendo: Hágase la voluntad del Señor”.

A JERUSALEN, DONDE CONCLUYE EL TERCER VIAJE

Leamos Hechos 21:15-16: “Después de estos días, hechos ya los preparativos, subimos a Jerusalén. Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayéndonos a cierto hombre llamado Mnasón, de Chipre, discípulo antiguo, con quien nos hospedaríamos”. Según el versículo 16, ellos se iban a hospedar con Mnasón.

El versículo 17 agrega: “Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo”. Aquí termina el tercer viaje ministerial de Pablo, que empezó en 18:23.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top