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Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 56 de 185 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE CINCUENTA Y SEIS

LA MANERA EN QUE DISFRUTABAN
DE LA LEY DE DIOS LOS BUSCADORES DE DIOS
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
(1)

Lectura bíblica: Sal. 119:1-2, 14-16, 20, 30, 35-36, 40, 42-43, 45, 47-48, 54, 55, 58, 66, 70, 74, 75, 80, 92, 94, 97, 103, 111-114, 117, 119, 127, 131-132, 135, 140, 147, 159, 162, 165, 167-170, 172-174; 19:10

Salmos 119 es un salmo que trata acerca de la ley. Este es el salmo más largo y fue escrito conforme a la secuencia de las letras del alfabeto hebreo, lo cual forma veintidós secciones con ocho versículos cada una. Por consiguiente, este salmo consta de ciento setenta y seis versículos, más versículos que todo el libro de Efesios. Debido a su longitud, es difícil abarcarlo brevemente.

Los mensajes anteriores acerca de la ley de Dios nos servirán de ayuda para entender el salmo 119. El salmista no escribió este salmo conforme a la teología. Por el contrario, fue escrito según su sentimiento y experiencia, conforme al profundo deseo de su corazón, y según su disfrute de la ley. Los salmistas expresaron su hambre, sed y deseo por el Señor. Como todos los salmos, el 119 está lleno de anhelo, y no de doctrina. El versículo 131 dice: “Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba Tus mandamientos”. Aquí el salmista usa la palabra suspirar, una palabra que usa también Salmos 42:1 que dice: “Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por Ti, oh Dios, el alma mía”. En otra versión, la nota dice que en hebreo, la palabra suspirar o clamar se refiere al deseo de beber de una fuente fresca cuando se tiene mucho calor. El uso de esta palabra en Salmos 119:131 y 42:1 muestra el sentimiento profundo y la aspiración de los salmistas. Los salmistas tenían sed y suspiraban por Dios. Por consiguiente, aunque Salmos 119 tiene mucho que decir sobre la ley, no habla de la ley desde la perspectiva de la doctrina, sino desde el punto de vista de la experiencia espiritual. Este salmo fue escrito por alguien que disfrutaba de la ley. En este mensaje y en el siguiente, estudiaremos el salmo 119 y examinaremos la manera en que disfrutaban de la ley de Dios los que lo buscaban a El en el Antiguo Testamento.

I. BUSCABAN A DIOS

Salmos 119:2 nos dice que los que disfrutaban de la ley de Dios en el Antiguo Testamento eran buscadores de Dios: “Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan”. El autor del salmo 119 era esa clase de buscador. Muchos cristianos no conocen la expresión “buscadores de Dios”, aunque este concepto es bíblico. Salmos 119 revela que buscar a Dios está relacionado con el hecho de guardar la ley. Si intenta guardar la ley sin tener un corazón que busque a Dios, su esfuerzo será en vano. Este fue el error que los judaizantes cometieron en la época de Pablo. Ellos intentaban guardar la ley sin buscar a Dios con todo su corazón, y fracasaron en su intento de cumplir los requisitos de la ley. Si queremos caminar conforme a la ley de Dios, debemos buscarle a El con todo nuestro corazón.

II. AMABAN SU NOMBRE Y LO RECORDABAN

Salmos 119:132 dice: “Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbrabas con los que aman Tu nombre”. Este versículo indica que el salmista amaba el nombre del Señor. El versículo 55 dice: “Me acordé en la noche de Tu nombre, oh Jehová, y guardé Tu ley”. Cuando el salmista se despertaba por la noche, él recordaba el nombre del Señor. Lo que recordamos durante la noche revela nuestro verdadero interés, aún lo que nos preocupa. ¿En qué piensa usted cuando se despierta durante la noche? Si usted es un buscador de Dios, se acordará del nombre de El. Su nombre será su interés especial. Jóvenes, espero que cuando ustedes se despierten durante la noche, no se acuerden de cosas mundanas, sino del nombre dulce y precioso del Señor. Que todos nosotros amemos el nombre del Señor y nos acordemos de El, aún en medio de la noche, como lo hacían los santos del Antiguo Testamento.

III. SUPLICABAN POR SU PRESENCIA

Salmos 119:58 dice: “Tu presencia supliqué con todo corazón”. Una versión usa la palabra favor en lugar de presencia. En realidad, buscar la presencia de una persona es buscar su favor. Si suplicamos por la presencia del Señor, Su semblante, recibiremos Su generosidad. A menudo los niños pequeños buscan el rostro de su madre. Para ellos, no hay nada más preciado que contemplar el rostro de su madre. Nosotros también debemos buscar al Señor de esta manera íntima, suplicando por ver Su semblante. El semblante del Señor trae Su favor. En todo, el salmista suplicaba por el semblante de Dios.

Salmos 105:4 dice: “Buscad a Jehová y Su poder; buscad siempre Su rostro”. Este versículo revela que debemos buscar continuamente el rostro de Dios. Luego en Salmos 42:5, el salmista alaba a Dios con esperanza en El. De una manera personal e íntima, el salmista buscaba la ayuda de la presencia de Dios.


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