Información del libro

Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 4 de 59 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE CUATRO

INTRODUCCIÓN

(4)

Lectura bíblica: 2 Co. 1:23—2:11

En este mensaje vamos a considerar 1:23—2:11. En estos versículos Pablo explica las razones de su demora en su llegada a Corinto.

B. Las razones de la demora

1. Por consideración a los corintios

En 1:23 Pablo dice: “Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por consideración a vosotros no he pasado todavía a Corinto”. El que Pablo tuviera consideración de los corintios muestra lo comprensivo que era. El apóstol no quiso visitar a los creyentes corintios con vara para disciplinarlos, sino que quería visitarlos con amor y espíritu de mansedumbre para que fuesen edificados (1 Co. 4:21). Por un lado, se abstuvo de ir para evitar cualquier sentimiento desagradable; los trató con poca severidad y no quiso ir a verlos con tristeza (2 Co. 2:1). Por otro, a él no le gustaba enseñorearse de la fe de ellos, sino que deseaba colaborar con ellos para su gozo (1:24). Esto era la verdad, y Pablo invocó a Dios para que diera testimonio de esto a favor de él.

a. Invoca a Dios por testigo sobre su alma

Según el versículo 23, el apóstol Pablo invocó a Dios por testigo sobre su alma; es decir, para que diera testimonio contra su alma, o sea, contra él mismo, por si acaso hablaba falsamente.

Invocar a Dios no es solamente orar a Dios o pedirle que haga algo por nosotros. Decir “Oh Dios” u “Oh Padre” no es solamente orar; más bien, es invocar a Dios. Hoy muchos cristianos carecen de un espíritu de invocación, un espíritu fuerte con el cual invocar a Dios. Si las circunstancias o la situación lo permitieran, me gustaría invocar continuamente: “Oh Padre mío” u “Oh Señor Jesús”. Hay una diferencia entre la invocación y la oración. Por ejemplo, alguien puede orar así: “Padre Dios; Tú eres fiel; Tú nunca cambias; ayúdame también a ser fiel y a no cambiar. Te pido esto en el nombre del Señor Jesús. Amén”. Por muy buena que sea esta oración, tal vez no sea muy viviente. Además, es posible que oremos al Señor Jesús de una manera no muy viviente. Tal vez digamos: “Señor Jesús, yo te doy gracias por amarme. Señor, te amo también, pero Tú sabes que soy débil. Señor, ayúdame, por favor, en mi debilidad”. Muchos cristianos oran así, pero lo hacen con desgana y sin ejercitar el espíritu. Tal vez ni siquiera entienden lo que significa ejercitar el espíritu en oración. En Juan 4:24, el Señor Jesús dijo: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”. Adorar a Dios también incluye orar a Él. Ya que orar es adorar, y puesto que el Señor Jesús declara que debemos adorar a Dios en espíritu, debemos entonces orar también en espíritu. Las palabras que pronunciamos para expresarnos en la oración son algo secundarias; lo más importante es que ejercitemos nuestro espíritu para contactar a Dios. Cuando oramos, debemos invocar a Dios, ejercitar nuestro espíritu y decir: “Oh Padre, Oh mi Dios, mi Padre”. Esto es invocar a Dios.

Dios el Padre se alegra cuando nos oye invocarle. Según lo que expresó el Señor en Juan 4, el Padre busca ahora a personas que lo adoren en espíritu.

Según mi conocimiento, la mejor manera de ejercitar el espíritu es invocar a Dios. Invocar en voz alta no es necesario, pues muchas veces no es conveniente ni apropiado hacerlo. Por ejemplo, es posible que las personas que nos rodeen estén trabajando o durmiendo, y los molestaríamos si invocásemos en voz alta. Podemos ejercitar nuestro espíritu aun invocando en voz baja.

Pablo fue muy cuidadoso y tuvo mucha consideración en cuanto a qué palabras usar al escribir sus epístolas. En 1:23 él no dijo: “Le pido a Dios” ni tampoco: “Oro a Dios”; más bien dijo: “Yo invoco a Dios”. Esta invocación exige el ejercicio del espíritu. Pablo era una persona que vivía en el espíritu y que adoraba a Dios en el espíritu. Si no vivimos en el espíritu, ciertamente nos resultará difícil adorar a Dios en el espíritu.

En el versículo 23 leemos que Pablo invocó a Dios por testigo sobre su alma. Esto significa que invocó a Dios para que diera un testimonio en contra suya. Pablo parecía decir: “Hermanos corintios, no actué en el alma. Si lo hubiera hecho, Dios habría testificado en contra mía. Yo no soy una persona que vive en el alma ni se conduce en el alma. No fue en mi alma que determiné venir a vosotros. De haberlo hecho, Dios habría testificado en contra mía”.

Es interesante que Pablo no dijo: “Invoco a Dios por testigo sobre mi espíritu, para que testifique que yo determiné en mi espíritu venir a vosotros”. Por el contrario, él invocó a Dios para que testificara contra su alma. Lo invocó para que testificara que realmente él no había determinado nada en su alma, es decir, en su yo. No hay duda alguna que Dios testificaría en contra de tal determinación. Esta clase de testimonio, un testimonio en el cual se testifica en contra de alguien, es a veces más contundente que un testimonio de parte de los que están a favor.

La razón por la cual Pablo no visitó Corinto fue por consideración a los corintios, y no porque él fuera inconstante, que dijera que sí y que no al mismo tiempo. Pablo no quería ir a Corinto con vara disciplinaria, sino que tuvo consideración de los corintios y quiso ir a ellos en amor. Él invocó a Dios por testigo con respecto a esto.

Pablo es un buen ejemplo a seguir. Por la misericordia del Señor, todos debemos aprender de él y seguirle. Pablo era una persona maravillosa. Él era espiritual, tenía a Cristo forjado en él, y también tenía mucha experiencia y madurez en cuanto a las riquezas de Cristo. Por ser una persona así, tuvo consideración de los corintios y, por esta razón, no había ido a Corinto.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top