Información del libro

Estudio-vida de Mateopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1422-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 71 de 72 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE MATEO

MENSAJE SETENTA Y UNO

LA INJUSTICIA DEL HOMBRE
Y LA JUSTICIA DE DIOS

En Mateo 27 vemos un contraste entre la injusticia del hombre y la justicia de Dios. En la crucifixión de Cristo, la injusticia del hombre dio lugar a que Dios manifestara Su justicia. Tenemos que ver este asunto claramente.

LA INJUSTICIA DEL HOMBRE

Como mencionamos en el mensaje anterior, el Señor Jesús estuvo en la cruz por seis horas. Durante las primeras tres horas El fue juzgado por los hombres, y durante las últimas tres horas fue juzgado por Dios. Todo lo que los hombres le hicieron al Señor Jesús en el capítulo veintisiete fue injusto. No sólo Pilato fue injusto para con El, sino que los líderes judíos también fueron injustos; ellos arrestaron, juzgaron y condenaron a Cristo de una manera injusta. Por supuesto, Judas también fue injusto al traicionarle. Los soldados romanos también trataron al Señor injustamente; ellos actuaron sin justicia burlándose de El, escupiéndole y golpeándole. Además, ellos forzaron injustamente a Simón el cireneo a llevar la cruz del Señor. Así que, por el lado humano, no hubo ningún acto justo.

LA INJUSTICIA DEL HOMBRE DA LUGAR
A QUE DIOS MANIFIESTE SU JUSTICIA

¡Alabado sea Dios porque la injusticia humana dio lugar a que El manifestara Su justicia! Lo único que los hombres pudieron hacer fue maltratar al Señor y sacrificarlo en la cruz como el Cordero pascual. Pero lo que ellos le hicieron al Señor Jesús estableció el escenario para que la justicia de Dios interviniera. Por parte del hombre, todo era negro; sin embargo, por parte de Dios, todo era blanco. Por el lado del hombre todo era injusto, pero por el lado de Dios todo era justo. La injusticia de los hombres preparó el camino para que la justicia de Dios se manifestara plenamente. De este modo, la injusticia del hombre se convirtió en la justicia de Dios. La crucifixión de Cristo puso de manifiesto la injusticia del hombre; no obstante, ésta introdujo la justicia de Dios. Así que, la muerte de Cristo fue la primera manera en que la injusticia del hombre introdujo la justicia de Dios.

CRISTO PONE AL DESCUBIERTO
LA INJUSTICIA DEL HOMBRE

Sin embargo, ésta no fue la manera básica. Fue por medio de Cristo que la injusticia de los hombres dio lugar a que se manifestara la justicia de Dios. Para lograr que la injusticia de los hombres se convirtiera en la justicia de Dios, Cristo primero puso al descubierto la injusticia del hombre. En toda la historia de la humanidad nunca ha habido otro caso en el que la injusticia humana haya sido tan evidente como en la crucifixión de Cristo. Como todos sabemos, la injusticia abunda en el área jurídica de todo gobierno terrenal; pero ninguna otra corte humana ha visto tanta injusticia como la que se mostró en el juicio y la crucifixión del Señor Jesús. El Señor Jesús puso en evidencia la injusticia humana. Hemos visto que Judas traicionó al Señor injustamente; además, los ancianos, principales sacerdotes y el sanedrín fueron todos injustos. De manera que, el caso de la crucifixión de Cristo fue único en cuanto a estar tan lleno de injusticia. Casi todos los que se involucraron en este caso actuaron injustamente. Este caso fue injusto en toda manera y en todo aspecto. La simple presencia de Cristo en esta situación injusta puso de manifiesto la injusticia de los hombres.

CRISTO LLEVA SOBRE SI
LA INJUSTICIA DEL HOMBRE

En segundo lugar, el Cristo que puso de manifiesto la injusticia del hombre, también llevó sobre Sí mismo toda esa injusticia. El primero puso en evidencia la injusticia de los hombres y luego la llevó a la cruz. Esto es como limpiar la casa. Si uno no hace limpieza, no podrá ver el polvo escondido bajo los muebles. Al limpiar una habitación, lo primero que notamos es el polvo, luego lo barremos y lo recogemos. De igual manera, en el día de la Pascua el Señor Jesús primero puso en evidencia todo el “polvo”, es decir, puso al descubierto toda la injusticia del hombre. Luego, El limpió el “polvo” que se había manifestado. Oh, la simple presencia del Señor Jesús puso en evidencia cada partícula del “polvo” que estaba escondido en todo el universo. Finalmente el Señor Jesús, Cristo mismo, llegó a ser el “recogedor” y todo el “polvo” fue puesto sobre El. Durante las primeras tres horas que estuvo en la cruz, el cual fue el tiempo en que el hombre lo maltrató, fueron puestos sobre El todos los pecados, todas las injusticias, todo el “polvo” del universo. Mientras El colgaba en la cruz, era el “recogedor” universal, dentro del cual todo el “polvo” del universo fue reunido. Así que, después de que toda la injusticia del hombre hubo sido puesta en evidencia, fue llevada por Cristo a la cruz. Esto preparó las circunstancias para que la justicia de Dios interviniera a fin de juzgar a los injustos y sus injusticias.

Sin el color negro de trasfondo, el blanco no podría manifestarse claramente. Debido a que todo el “polvo”, todas las injusticias del hombre, fueron llevadas a la cruz, se preparó el escenario para que la justicia de Dios fuera revelada. Si no hubiera habido tanta injusticia, no habría sido posible que tanta justicia fuera manifestada. Toda la injusticia de la humanidad fue amontonada sobre el Señor en la cruz a fin de que la justicia de Dios pudiera manifestarse. El Dios justo intervino para ejercer Su justicia al juzgar toda esta injusticia. Esta es la razón por la cual la injusticia del hombre finalmente se convirtió en la justicia de Dios por medio de Cristo. Es por esto que hemos sido salvos.

Cristo es el factor que produce el cambio. Por medio de Cristo la injusticia del hombre dio lugar a que Dios manifestara Su justicia. Primero, Cristo puso de manifiesto la injusticia del hombre, y luego, al ser juzgado por la justicia de Dios, El llevó sobre Sí mismo toda esa injusticia. ¿Se encuentra usted todavía en la injusticia del hombre, o está ahora mismo bajo la justicia de Dios? ¡Aleluya, los que somos salvos estamos bajo la justicia de Dios!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top