Información del libro

Estudio-vida de Romanospor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2929-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 55 de 69 Sección 1 de 5

ESTUDIO-VIDA DE ROMANOS

MENSAJE CINCUENTA Y CINCO

DESIGNADOS POR EL ESPÍRITU DE SANTIDAD

En el mensaje anterior examinamos siete palabras significativas: designación, resurrección, santificación, transformación, conformación, glorificación y manifestación. Somos designados hijos de Dios por medio del proceso de la resurrección, el cual incluye la santificación, la transformación, la conformación y la glorificación. Esta glorificación también será nuestra manifestación.

Todas estas siete etapas ya mencionadas se llevan a cabo mediante el Espíritu y con la vida divina. Dios nos designa Sus hijos y hace que experimentemos el proceso de resurrección por medio de Su Espíritu y con Su vida. Además, Dios nos santifica, nos transforma, nos conforma, nos glorifica y nos conduce a la plena manifestación de la filiación por el Espíritu y con Su vida. Tanto el Espíritu como la vida divina se revelan en el libro de Romanos.

LA SANTIDAD: LA ESENCIA DIVINA

¿Cuál es la razón por la cual en Romanos 1:4 Pablo menciona al Espíritu de santidad y no al Espíritu Santo? Se debe a que existe una diferencia entre los dos. La santidad es la esencia divina, la sustancia misma de Dios. Por lo tanto, el Espíritu de santidad es el Espíritu de la sustancia divina, mientras que el Espíritu Santo es la persona misma del Espíritu. Nosotros somos hombres caídos y, como tales, estamos llenos de pecaminosidad por nuestra propia constitución. Pero Cristo el Hijo de Dios está constituido de la santidad. La santidad es Su propio elemento constitutivo. En este versículo, la santidad no significa una perfección en la que uno está libre del pecado ni una separación en cuanto a posición; más bien, significa la esencia divina, la sustancia misma del ser de Dios. Fue conforme al Espíritu de santidad que Cristo fue designado Hijo de Dios.

Una vez más podemos usar la vida de las plantas como un ejemplo. Cuando un clavel y un lirio echan sus primeros brotes, se parecen mucho entre sí; pero a medida que crecen, son gradualmente designados según la esencia de la vida que está en ellos. Bajo el mismo principio, el Espíritu de santidad es la esencia vital que está en el Señor Jesús. Cuando Él vivió sobre la tierra en la carne, tenía esta divina esencia de vida en Su interior. Debido a que esta esencia vital era conforme al ser de Dios, era también la esencia de santidad. De acuerdo con nuestro entendimiento, la palabra santidad se refiere a ser separados y diferentes de todo lo común. Puesto que la esencia de Dios es única, Dios está separado de todas las cosas ajenas a Él. La santidad mencionada en el versículo 4 es la esencia divina que estaba en el Señor Jesús cuando Él vivió en esta tierra. Tal como la flor del clavel es designada según la esencia vital que está en ella, así el Señor fue designado por la resurrección conforme a la esencia de la vida divina que estaba en Él.

Hemos indicado que todos debemos servir a Dios en el evangelio de Su Hijo. Servir a Dios en el evangelio es servirle no sólo en lo que concierne a la redención, la justificación y el perdón de los pecados, sino especialmente en lo que atañe a de la filiación. Todo servicio que se efectúa en las iglesias locales debe llevarse a cabo en el evangelio de la filiación. Según este evangelio, los pecadores en la carne pueden ser transformados en hijos de Dios en el Espíritu. ¡Cuán buenas noticias son estas!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top