Información del libro

Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 34 de 68 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE TREINTA Y CUATRO

LA MUJER UNIVERSAL RESPLANDECIENTE

La primera sección del libro de Apocalipsis, que consta de los primeros once capítulos, abarca todas las cosas del presente y de la eternidad. La segunda sección, que comprende los últimos siete capítulos, presenta los detalles de las cosas importantes y los eventos cruciales que suceden en los últimos tres años y medio de esta era, los cuales constituyen la gran tribulación, y la era del cielo nuevo y la tierra nueva. La primera de las cosas importantes y de los eventos cruciales que aparecen en esta sección es la mujer que da a luz al hijo varón (12:1-18).

Los primeros once capítulos de este libro incluyen los siete sellos y las siete trompetas. Los siete sellos y las siete trompetas nos dan un bosquejo de este libro, que es breve pero incluye muchas cosas. Los primeros cuatro sellos (6:1-8) abarcan casi dos mil años de historia, desde la ascensión de Cristo hasta el fin de esta era. Ahora vivimos en los últimos días de esta era, muy cerca del tiempo en que se abrirá el quinto sello. Este contiene las oraciones de los santos que murieron como mártires (6:9-11). Cuando se abra este sello, los millares de mártires que fueron inmolados por causa del testimonio del Señor clamarán a Dios pidiendo venganza, y le rogarán que intervenga y castigue a la humanidad rebelde. El sexto sello (6:12-17) será la respuesta de Dios al clamor de los mártires. Las calamidades sobrenaturales de este sello serán una advertencia para los que moren en la tierra. Estos seis sellos nos conducen al final de esta era.

El séptimo sello, que incluye las siete trompetas, incluye muchísimas cosas. El séptimo sello equivale a las siete trompetas, puesto que éstas son el contenido de aquél. Las primeras cuatro trompetas (8:7-12) son las calamidades sobrenaturales, o sea los juicios que Dios trae sobre la tierra, el mar, los ríos, el sol, la luna y las estrellas. Estas cuatro trompetas destruirán los cielos y la tierra y harán que la tierra deje de ser habitable. Los cielos fueron creados para la tierra, y la tierra para que la humanidad morara en ella. Sin embargo, como la humanidad fracasó y se rebeló contra Dios, El declarará al final que Su tolerancia ha llegado al límite. El gran terremoto y la conmoción del cielo que sucederá cuando se abra el sexto sello será una advertencia para los moradores de la tierra. Esta advertencia será una introducción a las calamidades sobrenaturales que vendrán. Cuando suenen las primeras cuatro trompetas, estará cerca la gran tribulación. El sexto sello y las primeras cuatro trompetas del séptimo sello serán el preámbulo de la gran tribulación. La quinta trompeta (9:1-11), que infligirá daño directamente al hombre, marcará el comienzo de la gran tribulación. La quinta trompeta consta de los primeros tres ayes que se mencionan en 8:13. La sexta trompeta (9:12-21), que traerá más juicio sobre los hombres, será el segundo ay. El tercer ay (11:14), que es parte del contenido negativo de la séptima trompeta, lo formarán las siete copas de la ira de Dios, derramadas sobre el anticristo, su pueblo y su reino (16:1-12, 17-21). Cuando se hayan vertido las siete copas, que forman parte de las séptima trompeta, concluirá la gran tribulación. Después de esto, el Señor Jesús descenderá a la tierra para pelear contra el anticristo en la batalla de Armagedón. El anticristo será derrotado y, junto con el falso profeta, será arrojado al lago de fuego (19:19-21). Después de esto, comenzará el reino milenario, es decir, que durará mil años. Entonces habrá un cielo nuevo y una tierra nueva con la Nueva Jerusalén, y éstos permanecerán por la eternidad. La séptima trompeta perdurará por la eternidad. Ese es un breve esquema del libro de Apocalipsis.

El libro de la economía de Dios que Cristo abrió, requiere la eternidad para ser abierto plenamente. Hoy sólo podemos ver parte. Cuando lleguemos al cielo nuevo y la tierra nueva y vivamos en la Nueva Jerusalén, tendremos una visión mucho más amplia. El libro que veremos por la eternidad será infinitamente largo. La séptima trompeta, que perdura por la eternidad, incluye muchas cosas importantes: la última parte de la gran tribulación; la resurrección y el arrebatamiento de la mayoría de los creyentes; el galardón dado a los santos; la caída de la gran Babilonia; las bodas del Cordero; las siete copas; el descenso de Cristo a la tierra en compañía de los vencedores, que son Su ejército, para pelear contra el anticristo en Armagedón; el encarcelamiento de Satanás; el reino milenario; la última rebelión de la humanidad; el lanzamiento de Satanás al lago de fuego; el juicio ante el gran trono blanco; el cielo nuevo, la tierra nueva y la Nueva Jerusalén.

Cuando el hermano Nee era joven, presentó un estudio acerca del Apocalipsis. Después de aquel estudio, él vio más luz acerca de dicho libro. En 1933 le pedimos que nos diera un estudio exhaustivo del Apocalipsis. Nos respondió que sólo haría tal cosa si nosotros leíamos ese libro tantas veces que conociéramos todos los capítulos y pudiéramos casi repetir de memoria todo el libro. En ese entonces, yo consideré esta condición exagerada. Pero con los años he aprendido que si deseamos entender el libro de Apocalipsis, tenemos que estar familiarizados con todos los detalles que contiene. Tenemos que conocer al dedillo cada capítulo.

Vimos que los primeros once capítulos de Apocalipsis son un esbozo general y que los últimos once nos dan los detalles de ciertas cosas importantes y de algunos eventos cruciales. No piensen que los últimos once capítulos son la continuación de los primeros once. No, en cierto sentido, los últimos once capítulos son un recorrido o una ampliación de los primeros once. Leer el libro de Apocalipsis es como leer el mapa de una ciudad. Primero buscamos las calles principales y observamos el esquema general de toda la ciudad. Luego nos fijamos en la calles pequeñas, las callejuelas y los demás detalles. Después de tener una idea general del mapa, vamos a las diferentes secciones.

El primer detalle importante de la segunda mitad de Apocalipsis es la mujer mencionada en 12:1. Este versículo dice: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”. Esta mujer es revelada en los cielos y se le llama “una gran señal”. Esta gran señal no es un hombre fuerte, sino una mujer. La mujer de esta asombrosa visión no está en la tierra sino en los cielos. Está vestida del sol, y tiene la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Ella está bajo el resplandor de doce estrellas, y por encima del brillo de la luna, y está envuelta en el resplandor del sol. Por eso vemos que ella es plenamente libre. Todo lo que está en las tinieblas ha de ser encarcelado, pero todo lo que está en luz es libre.

¿Quisieran ustedes ser parte de la mujer? Permítanme hacerles esta pregunta: ¿Son ustedes masculinos o femeninos? Obviamente, todas las hermanas responderán fácilmente a esta pregunta. Pero ¿qué dirían los hermanos? Si ellos dicen que son varones, entonces no tienen parte en la mujer de esta visión. ¿Está usted incluido en esta mujer? Si este es el caso, entonces a los ojos de Dios usted es una mujer.

Desde el principio de la Biblia hasta el final, a los ojos de Dios, el pueblo de Dios se considera una mujer. Isaías 54:5 dice: “Tu marido es tu Hacedor”. En Jeremías 3:14 el Señor les dice a Sus hijos que El está casado con ellos, y en Jeremías 31:32 dice que El es su marido. Más aún, en Oseas 2:19-20 el Señor dice que El nos desposará consigo para siempre. Aunque bien sabemos que el Señor Jesús vino como Salvador y como Cordero, en cierta ocasión dio a entender que El vino como Esposo (Mt. 9:15; Jn. 3:29). Además, en 2 Corintios 11:2 Pablo dice: “Os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”. Hermanos, ¿tienen ustedes un esposo? Gloria al Señor que nuestro esposo es Cristo. Naturalmente, nosotros los hermanos somos varones, pero espiritualmente, en cierto sentido, somos mujeres a los ojos de Dios. En al economía eterna de Dios, hay un solo hombre: Cristo. Adán fue un símbolo, un tipo, de Cristo como Esposo, y Eva, la esposa de Adán, fue un símbolo, un tipo, del pueblo de Dios como complemento, como esposa, de Cristo. Por lo tanto Dios, en Su economía, siempre ha considerado a Su pueblo redimido como Su esposa, y se considera a Sí mismo como esposo. En Apocalipsis 12 vemos a la mujer y su hijo, aunque allí no se nos dice quién es el esposo. Pero este capítulo revela que ella está encinta y a punto de dar a luz. Pero ¿quién la dejó encinta, y quién es el padre del hijo que va a tener? Al leer la Biblia, vemos que el esposo es Dios en Cristo.


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