Información del libro

Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 67 de 68 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE SESENTA Y SIETE

CONCLUSION

Apocalipsis 22:6-21 es la conclusión de este libro. En este mensaje examinaremos varios elementos que encontramos en esta conclusión.

En el versículo 6 leemos: “Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado Su ángel, para mostrar a Sus esclavos las cosas que deben suceder pronto”. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, quien envió a Su ángel para enseñar las cosas contenidas en este libro, es el Señor Jesús (1:1; 22:16). El versículo 16 dice: “Yo Jesús he enviado Mi ángel con este testimonio para las iglesias”. El testimonio de este libro fue dado por el Señor Jesús para las iglesias. Por consiguiente, para entenderlo y guardarlo necesitamos estar en las iglesias y poner todo nuestro interés en ellas.

En este libro el Señor Dios es llamado el Dios de los espíritus de los profetas. Esto significa que todas las profecías de este libro fueron inspiradas por el mismo Dios que inspiró los espíritus de los profetas tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. También significa que estas profecías están relacionadas con las del Antiguo Testamento y las del Nuevo, las cuales fueron pronunciadas por los profetas en su espíritu bajo la inspiración de Dios. De manera que para comprender estas profecías, también necesitamos estar en nuestro espíritu bajo la unción de Dios.

I. LA ADVERTENCIA DE QUE
EL SEÑOR VIENE PRONTO

En los versículos 7, 12, y 20 tenemos la advertencia de que el Señor viene pronto. En cada uno de estos versículos el Señor Jesús dice: “Vengo pronto”. Esta es la advertencia del Señor. Si la acatamos, seremos bienaventurados; de no ser así, perderemos la bendición. No piense que el Señor, por tolerar la situación durante más de diecinueve siglos, es lento en Su venida. Observe la situación mundial de hoy. No sabemos que pasará en los próximos días. En esta era las cosas suceden rápidamente. Por eso, debemos orar y velar. Debemos estar preparados en espíritu y en nuestra vida diaria. Es nuestra oración que el Señor nos cubra para que oremos, velemos y estemos preparados.

II. LA BIENAVENTURANZA DE GUARDAR
LAS PALABRAS DE LA PROFECIA DE ESTE LIBRO

En el versículo 7 el Señor dice: “Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Aquí el Señor nos dice claramente que si guardamos las palabras de esta profecía seremos bienaventurados. El Señor dijo algo parecido en 1:3: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas”. Este libro fue escrito principalmente como bendición para el pueblo de Dios. El deleite que tengamos de esta bendición depende de la manera en que tomemos las palabras de este libro. Tenemos que recibir estas palabras y guardarlas. Aquellos que lo hagan serán bienaventurados.

III. LA ADVERTENCIA DE NO SELLAR
LA PROFECIA DE ESTE LIBRO

El versículo 10 dice: “No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca”. Las profecías de Daniel fueron selladas, porque fueron dadas mucho tiempo antes del tiempo final, mientras que las de este libro no deben ser selladas, porque el tiempo está cerca. El libro de Apocalipsis debe estar constantemente abierto a nosotros y a otros; no debe estar sellado. Sin embargo, por siglos este libro estuvo cerrado, y junto con el resto de la Biblia estuvo escondido de la gente por la Iglesia Católica Romana. Por medio de Martín Lutero, la Biblia fue puesta al alcance de la gente, aunque no estaba abierta del todo. Después de leer los mensajes de este estudio-vida, no podemos decir que el libro de Apocalipsis está cerrado para nosotros. Este libro ha quedado verdaderamente abierto a los santos. Por lo tanto, no lo cierre para usted mismo ni para otros. Al contrario, debe de mantenerlo abierto, estudiar cada aspecto de esta profecía y perseverar en el fluir. Cuanto más vivamos en las palabras de este libro, más abierto será para nosotros. Si hacemos esto, el libro de Apocalipsis permanecerá abierto para nosotros, para nuestra familia y para todos los que nos rodean.

El versículo 11 dice: “El que comete injusticia, cometa injusticia todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo santifíquese todavía”. Ser injusto o justo, inmundo o santo, es un asunto serio en la era que abarca este libro. Ser justo es andar externamente de acuerdo con los caminos justos de Dios, mientras que ser santo es vivir internamente de acuerdo a la naturaleza santa de Dios. En esta era debemos andar y vivir de este modo para poder recibir el galardón; de no ser así, seremos condenados como injustos e inmundos y seremos castigados cuando venga el Señor (v. 12).

Cualquiera que se endurezca y no mantenga este libro abierto, o que no se abra a este libro, permanecerá en una condición lamentable. Si es injusto e inmundo, permanecerá injusto e inmundo. Pero si es justo y santo y se mantiene abierto a este libro, y este libro abierto a usted, seguirá siendo justo y santo. Esto significa que si usted guarda esta palabra abierta ante usted, se hará más justo y más santo. Pero si no la mantiene abierta, se volverá más injusto y más inmundo, y permanecerá en esta triste condición hasta que el juicio venga.


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