Información del libro

Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 65 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE DIECISIETE

LUCHAR SEGÚN LA OPERACIÓN DE CRISTO

Lectura bíblica: Col. 1:28-29; 2:1-2; Ef. 3:20; 1:19-22

En este mensaje, hablaremos del asunto de luchar según la operación de Cristo (1:29). Ya dijimos que Pablo laboraba para presentar perfecto en Cristo a todo hombre. El hecho de presentar perfectos en Cristo a otros constituye una ardua tarea, una tarea que sólo puede ser cumplida luchando según la operación de Cristo.

EL PRINCIPIO ORDENADO POR DIOS

Quizás algunos piensan que orar es la manera de presentar perfectos en Cristo a los demás. Sin embargo, es posible tener una comprensión supersticiosa de la oración. Por ejemplo, supongamos que alguien piensa que se deben preparar las comidas con oración y que no necesitamos ir de compras ni cocinar. Este concepto es supersticioso. Por tanto, al presentar perfectos en Cristo a otros, debemos seguir el principio establecido en Génesis 2: el hombre labra la tierra, y Dios manda la lluvia (v. 5). Por un lado, debemos labrar la tierra; y por otro, sólo Dios puede mandar la lluvia. Mientras confiamos en Dios y le pedimos la lluvia, debemos ser fieles en nuestra responsabilidad de labrar la tierra. Esto significa que debemos cumplir el principio ordenado por Dios. Si sólo dependemos de nuestro trabajo, y no confiamos en que el Señor mandará la lluvia, erramos. Asimismo nos equivocamos si sólo le pedimos al Señor que haga llover sin antes cumplir con nuestra responsabilidad de labrar la tierra. Si aplicamos este principio al asunto de presentar perfecto en Cristo a todo hombre, veremos que no sólo necesitamos orar, sino también laborar según la operación de Cristo.

LUCHAR PARA QUE LOS CORAZONES
DE LOS CREYENTES SEAN CONSOLADOS

En 2:1 Pablo dice: “Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, por todos los que no han visto mi rostro”. Este versículo indica que Pablo estaba luchando, esforzándose y combatiendo para que algo particular se cumpliera entre los colosenses y los laodicenses. En el versículo 2 encontramos el motivo de la lucha que sostenía Pablo: “Para que sean consolados sus corazones, entrelazados ellos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de la perfecta certidumbre de entendimiento, hasta alcanzar el pleno conocimiento del misterio de Dios, es decir, Cristo”. Me tomó años llegar a entender por qué Pablo, después de dar una visión tan elevada de Cristo, repentinamente expresó su deseo de que los corazones de ellos fueran consolados. No sabía cómo conectar la visión en el capítulo uno con las palabras del capítulo dos. Pablo no dijo que luchaba para que los colosenses y los laodicenses recibieran la visión del Cristo que había presentado en el capítulo uno. En mi opinión eso era lo que debía haber hecho. Si el versículo 2 hubiera sido escrito de esta manera, me hubiera sido mucho más fácil entenderlo. Pero Pablo no dijo que luchaba para que los santos ejercitaran su espíritu para ver lo que les había compartido respecto de Cristo, sino para que sus corazones fuesen consolados.

¿Por qué era necesario que fueran consolados los corazones de los colosenses, y que fueran ellos entrelazados en amor, hasta alcanzar las riquezas de la perfecta certidumbre de entendimiento? Me tomó años encontrar respuesta a esta pregunta. La palabra “certidumbre” implica dos elementos: la fe y el conocimiento. Cuando tenemos fe y conocimiento, podemos tener certeza en lo que creemos, y dicha certeza llega a ser nuestra certidumbre o seguridad. Pablo luchaba para que los corazones de los colosenses alcanzaran la plena certidumbre.

La expresión “hasta alcanzar el pleno conocimiento del misterio de Dios, es decir, Cristo”, está en aposición con la oración “hasta alcanzar todas las riquezas de la perfecta certidumbre de entendimiento”. Esto indica que la segunda oración equivale a la primera. Aunque podía entender algunos detalles, no lograba entender el versículo entero; simplemente no sabía por qué Pablo había escrito esto.

Le damos gracias al Señor por habernos mostrado la razón de esto en el transcurso de los años. En primer lugar, recordemos que hay una estrecha relación entre Efesios y Colosenses; Efesios trata de la iglesia como Cuerpo de Cristo, mientras que Colosenses trata de Cristo como Cabeza. Efesios resalta mucho el espíritu humano, ya que la palabra “espíritu” se repite varias veces. En cambio, Colosenses se refiere al espíritu humano una sola vez (2:5), pero da suma importancia al corazón. En esta epístola Pablo recalca que el corazón es crucial para recibir la revelación de Cristo. Por muchos años, hemos hablado de volvernos al espíritu, de ejercitar el espíritu y de permanecer en nuestro espíritu. Pero hasta ahora no le hemos prestado la debida atención a cómo cuidar del corazón. Pablo sabía que si hemos de presentar perfectos en Cristo a los demás, debíamos preocuparnos por la condición de los corazones de ellos. Presentar perfecto en Cristo a todo hombre tiene mucho que ver con el corazón. Esto lo comprueba el hecho de que Pablo, después de concluir el capítulo uno hablando de la labor de presentar maduro en Cristo a todo hombre, comienza el capítulo dos expresando su deseo de que los corazones de los creyentes sean consolados.

Debido a las diferentes observancias, ordenanzas y filosofías que se habían infiltrado en la vida de iglesia, los corazones de los santos de Colosas habían sido afectados; se habían enfriado y estaban insatisfechos. Cada vez que asuntos semejantes entran en la iglesia, se producen disensiones y divisiones. Debemos estar vigilantes para que tales cosas no se introduzcan en la iglesia y le hagan daño. La iglesia en Colosas había sido invadida por ordenanzas y observancias judías y también por la filosofía, el misticismo y el ascetismo paganos. Esto hizo que los santos se llenaran de opiniones, se volvieran disidentes y llegaran a sentirse insatisfechos. Estos asuntos también afectaron el corazón de los santos, provocando que se enfriaran y se dividieran los unos de los otros. Por esta razón, Pablo luchaba por los santos, a fin de que los corazones de ellos fueran consolados y entrelazados en amor.

En este versículo, consolar el corazón de las personas significa cuidarlas con ternura, y amorosamente darles calor. Efesios 5:29 dice que Cristo sustenta y cuida a la iglesia con ternura. Sustentar significa alimentar, y cuidar con ternura quiere decir abrigar. ¡Cuánto necesitaban los santos de Colosas experimentar el cuidado tierno del Señor! Sus corazones necesitaban ser consolados, necesitaban experimentar un cuidado cálido y tierno.

Pablo dijo además que los corazones de ellos necesitaban ser entrelazados en amor. La expresión “entrelazados en amor” implica que entre los creyentes había ocurrido alguna clase de separación y que su amor había sido afectado. Las distintas observancias, ordenanzas y filosofías que se habían infiltrado provocaron una pérdida de amor.


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