Información del libro

Estudio-vida de Génesispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1420-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 102 de 120 Sección 1 de 6

ESTUDIO-VIDA DE GENESIS

MENSAJE CIENTO DOS

LA MADUREZ:
LA MANIFESTACION DE LA MADUREZ
(5)

En este mensaje llegamos al tercer grupo de los doce hijos de Jacob. Como ya vimos claramente, la profecía con bendición de Génesis 49 describe no solamente las vidas de las doce tribus de Israel en el Antiguo Testamento, sino también la vida espiritual de los cristianos del Nuevo Testamento. Esto se basa en el hecho de que las doce tribus de Israel tipifican a la iglesia con todos sus creyentes. Por tanto, todo lo que contiene el capítulo cuarenta y nueve es un tipo, una figura, un cuadro, y nuestra experiencia actual es la realidad, el cumplimiento, de la profecía con bendición que dio Jacob.

La profecía con bendición que pronunció Jacob se presenta en poesía. Es difícil entender el lenguaje que se usa en poesía. El lenguaje poético es significativo y descriptivo, pero no es fácil examinar las profundidades de su significado. Si usted puede sondear las profundidades del lenguaje poético de este capítulo, se dará cuenta de cuán significativo, rico y profundo es.

Otra razón por la cual muchas personas que leen el capítulo cuarenta y nueve tienen dificultades para entenderlo, es la escasez de experiencia cristiana que tienen. Aunque podamos entender el lenguaje poético de este capítulo, quizá nos falte la experiencia necesaria para saber aplicarlo. Si deseamos entender este escrito profético, debemos conocer el lenguaje usado, la historia de las doce tribus de Israel, el significado de las figuras poéticas y además tener experiencia. Jacob usó muchas figuras poéticas en este capítulo: un león joven, un león que se echa, una leona, un pollino, un hijo de asna, el vino, la vid, los vestidos, los puertos, las naves, la serpiente y la víbora con cuernecillos. Nosotros necesitamos cierta medida de experiencia para conocer el significado de estas figuras y saber interpretar estos tipos y aplicarlos a nuestra situación. Este capítulo ha estado cerrado durante siglos por esta falta de experiencia.

Hace más de cincuenta años estuve a los pies de un gran maestro de la Asamblea de los Hermanos. El dio muchos mensajes en los que explicaba Génesis 49 y mostraba cómo esas profecías se habían cumplido en los siguientes libros de la Biblia. Sin embargo, él mismo escaseaba en la experiencia. Todo lo que tenía era el conocimiento del lenguaje y de los textos. Pero debido a que no conocía el significado espiritual de las figuras, no aplicó ninguna de ellas a la experiencia cristiana de hoy. Por consiguiente, no recibí de él ninguna ayuda en vida ni en las experiencias espirituales. Aun así, le doy gracias al Señor porque oí de ese hermano la interpretación y la explicación de este capítulo de una manera histórica y bíblica. Más adelante, al ligar este capítulo con mi experiencia espiritual, pude entrar en las profundidades del significado de esta profecía que está llena de bendición.

Este relato acerca de los doce hijos de Jacob empieza con Rubén, un pecador. Nadie ha sido más pecaminoso que Rubén. Aunque Pablo dijo que él era el peor de los pecadores, yo diría que Rubén en realidad fue peor, mucho más pecador que Saulo de Tarso. ¡Qué pecado tan abominable cometió él! Al principio de nuestra experiencia cristiana, nosotros también éramos pecadores. ¡Cuánto agradecemos al Señor por Su misericordia! Yo antes era un Rubén, pero ahora soy salvo. Esta profecía llena de bendición empieza con un pecador, y termina con los dos hijos que Jacob amaba: José y Benjamín. Empieza con un pecador y termina con un rey, alguien que gobierna y que tiene poder y autoridad. Entre Rubén y José, tenemos a Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser y Neftalí.

Ya vimos que este relato profético empieza con un grupo de pecadores: Rubén, Simeón y Leví. El pecado de Rubén fue la lujuria, el pecado de Simeón y Leví fue la ira que brotó de su manera de ser. El capítulo cinco de Mateo también habla de los pecados de la lujuria y la ira. Después de este grupo de pecadores, que están llenos de lujuria y de ira, vino Cristo como el león. Judá es Cristo, nuestras buenas nuevas. Después de El aparecen Zabulón, el puerto que propaga el evangelio, e Isacar, el disfrute de la vida de iglesia. ¡Cuán maravilloso es esto! ¿Existen todavía algunos Rubén entre nosotros hoy? Debemos declarar que en la iglesia no hay ningún Rubén ni ningún Simeón y que todos los Leví se han convertido en sacerdotes. Por tanto, ya no hay pecadores. Cristo está aquí y El lo es todo. Puesto que Cristo está aquí, tenemos las buenas nuevas que son promulgadas por la predicación del evangelio, y tenemos la vida de iglesia. ¡Aleluya, ya no somos pecadores! ¡Estamos en la vida de iglesia! Por una parte, somos el puerto que propaga a Cristo, y por otra somos las tiendas que permanecen con Cristo disfrutándole plenamente.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top