Información del libro

Estudio-vida de 1 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1445-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 41 de 69 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE LA PRIMERA
EPISTOLA A LOS CORINTIOS

MENSAJE CUARENTA Y UNO

LO TOCANTE A LA VIDA MATRIMONIAL

(1)

Lectura bíblica: 1 Co. 7:1-40

En 7:1-40 Pablo aborda el quinto problema mencionado en esta epístola, el matrimonio, y lo hace según los principios establecidos en la sección anterior (6:12-20).

Las personas más cultas a menudo experimentan más problemas en la vida matrimonial. Las que son sencillas e incultas por lo general no tienen tantos problemas conyugales. Si estudia las estadísticas de divorcios de este país, descubrirá que un alto porcentaje de los divorcios se da entre personas de estudios superiores y profesionales. Pareciera que cuanto más educada es una persona, mayor es la posibilidad de que un día se divorcie. En el caso de los corintios, ellos eran demasiado aficionados a su cultura y a su filosofía, por lo cual tenían muchas preguntas acerca del matrimonio. En el capítulo siete, Pablo da contestación a estas preguntas.

En 1 Corintios 7:1 dice lo siguiente: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis”. Esto indica que los corintios le habían escrito a Pablo preguntándole acerca de varios temas, entre ellos el matrimonio. Ellos tenían muchas preguntas porque eran filosóficos; filosofaban acerca de todo. Sin embargo, filosofar acerca de nuestra vida matrimonial es muy delicado, ya que puede conducir a la pareja a la separación e incluso al divorcio. Una vez, el hermano Nee nos aconsejó que después de casarnos, debemos volvernos ciegos con respecto a nuestro cónyuge. Si hacemos esto, disfrutaremos de la vida matrimonial. Pero si observamos a nuestro cónyuge de manera crítica o filosófica, tendremos graves problemas. Analizar nuestra vida matrimonial equivale a filosofar acerca del matrimonio. En lugar de hacer esto, sencillamente debemos disfrutarla, alabando al Señor y dándole gracias por el cónyuge que nos dio. Cuanto más alabemos al Señor, más deleite tendremos en la vida matrimonial.

Es casi seguro que todos los casados han pasado algún tiempo analizando su matrimonio. Quizás nos hemos dicho a nosotros mismos: “¿Sería verdaderamente del Señor el que yo me casara con esta persona? A lo mejor me dejé influir demasiado por los demás. Quizás debí esperar un poco”. Si somos sinceros, reconoceremos que nos hemos hecho estas preguntas, las cuales surgen porque en el fondo no estamos plenamente satisfechos con nuestra vida matrimonial. Así como cada cristiano ha dudado de su salvación, cada persona casada ha tenido sus dudas acerca de la vida matrimonial. Por supuesto, mi intención no es alentarle a que dude de su matrimonio. Sencillamente hago notar que es casi inevitable que surjan preguntas acerca del matrimonio, y esto sucede especialmente en personas cultas.

I. PRINCIPIOS BASICOS

Para ver cómo Pablo aborda el tema de la vida matrimonial en el capítulo siete, la mejor manera es estudiar sus principios básicos. Según mi criterio, este es el mejor método para entender los diversos puntos presentados ahí.

A. Bueno le es al hombre no tocar mujer

El primer principio básico se encuentra en el versículo 1, donde Pablo dice: “Bueno le es al hombre no tocar mujer”. Esto depende del don de Dios (v. 7).

B. Dedicarse a la oración

En el versículo 5 Pablo se dirige a los creyentes casados: “No os privéis el uno del otro, a no ser por algún tiempo de común acuerdo, para dedicaros a la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia”. La palabra griega traducida dedicaros significa literalmente tener tiempo libre; por ende, entregaros. La oración requiere que estemos libres de personas, asuntos y cosas. La oración que requiere que nos apartemos de nuestro cónyuge por un tiempo tiene que ser especial y de gran importancia.

La vida matrimonial a menudo nos distrae de la oración e interfiere con nuestra vida de oración. Hasta puede llegar a ser un impedimento total. No obstante, se dan casos especiales en los que los cónyuges se ayudan mutuamente en la vida de oración. Pero por lo general, el matrimonio nos distrae de ella.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top