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Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 8 de 68 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE OCHO

LOS SIETE CANDELEROS

Casi todo el libro de Apocalipsis se basa en el Antiguo Testamento, pues la mayoría de las cosas mencionadas en él no son nuevas. La mayor parte de lo que este libro revela procede del Antiguo Testamento. Sin embargo, todas las cosas que se encuentran en Apocalipsis tienen un nuevo significado. Por ejemplo, la ciudad de Jerusalén, una ciudad con doce puertas, se halla en Ezequiel 48, pero al final de Apocalipsis vemos la ciudad de Jerusalén de una manera nueva. Casi todo es presentado desde una perspectiva nueva en Apocalipsis, debido a que es un libro de conclusión, el cumplimiento de lo que la Biblia presenta. Tal es el caso de los candeleros que vemos en el capítulo uno. El candelero se menciona en Exodo 25 y Zacarías 4, pero en Apocalipsis se presenta desde un ángulo nuevo. En este mensaje consideraremos los siete candeleros de Apocalipsis 1.

Los candeleros son los símbolos de las iglesias locales. Aunque hemos visto que las iglesias locales son el testimonio de Jesús, tal vez a muchos les sea difícil comprender lo que esto significa. ¿Qué significa decir que las iglesias locales son el testimonio de Jesús? Significa decir que las iglesias son los candeleros.

A lo largo de los siglos, pocos cristianos han tocado la profundidad de lo que significa el candelero. En este mensaje escudriñaremos las profundidades del asunto de los candeleros. Los símbolos bíblicos son difíciles de comprender debido a que no podemos entender un símbolo como el del candelero según nuestro concepto natural. De acuerdo con nuestro concepto natural, un candelero es simplemente un objeto que sostiene una lámpara, la cual ilumina en la obscuridad. El candelero de Exodo 25 es de oro puro, igual que los candeleros de Zacarías 4 y de Apocalipsis 1. La substancia del candelero es el oro. En el candelero vemos tres cosas importantes: el oro, la base y las lámparas. El candelero representa el Dios Triuno. El oro es la substancia con la cual está hecho el candelero; la base es la corporificación del oro, y las lámparas son la expresión de la base. El oro representa al Padre como la substancia; la base representa al Hijo como la corporificación del Padre, y las lámparas representan al Espíritu como la expresión del Padre en el Hijo. Por lo tanto, el Dios Triuno está implícito en el significado del candelero.

En las paredes de las sinagogas judías se ve el símbolo del candelero. Aunque los judíos han usado este símbolo por siglos, no conocen su verdadero significado, el Dios Triuno. ¿Ha considerado usted alguna vez que el candelero lleva implícito el significado del Dios Triuno?

En cuanto a substancia, el candelero es uno solo, pero en expresión es siete, porque es un solo candelero con siete lámparas. En la base el candelero es uno; en el extremo superior es siete. ¿Hemos de discutir si es uno o es siete? En substancia, el candelero es una sola pieza de oro, pero sostiene siete lámparas. Esto indica misteriosamente que en substancia el Dios Triuno es uno. El es uno en substancia, pero en expresión es los siete Espíritus. El Padre, la substancia, está corporificado en el Hijo, la forma, y el Hijo es expresado como los siete Espíritus.

¿Como podemos comprobar que las siete lámparas son el Espíritu que expresa a Cristo? Las siete lámparas se mencionan por primera vez en Exodo. Si solamente tuviéramos el relato de Exodo, sería muy difícil entender que estas siete lámparas son el Espíritu. Pero si continuamos desde Exodo hasta Zacarías, veremos que las siete lámparas son los siete ojos de Cristo y los siete ojos de Dios (Zac. 3:9; 4:10). Si continuamos en el Apocalipsis, veremos que los siete ojos del Cordero son los siete ojos, que a su vez son el Espíritu intensificado de Dios. Por consiguiente, tenemos una base sólida para decir que las siete lámparas son el Espíritu intensificado siete veces como expresión de Cristo.

Ya vimos que el significado del candelero tiene implícito al Dios Triuno; el candelero simboliza el Dios Triuno corporificado y expresado. Dios el Padre como el oro divino está corporificado en Cristo el Hijo, y luego es completamente expresado por medio del Espíritu. La expresión difiere de la corporificación. Esta tiene que ser única, porque Dios es único. Por consiguiente, la corporificación tiene que ser una sola base, un solo soporte o pie. Sin embargo, la expresión tiene que ser completa, y tiene que serlo en el mover de Dios. Recuerde que el siete es el número completo en el mover de Dios. A lo largo de los siglos, Dios se ha expresado en Su mover. Esta es la razón por la cual las siete lámparas representan el Espíritu intensificado, quien es la expresión de Cristo en el mover de Dios. Este es el entendimiento de la Trinidad en la práctica. La Trinidad nos es revelada con miras al dispensar de Dios en la humanidad. Dios, el Ser divino, está primeramente corporificado en Cristo, y luego expresado mediante el Espíritu siete veces intensificado. Ahora no solamente tenemos al Dios Triuno; en el candelero tenemos al Dios Triuno en substancia, corporificado y expresado sólidamente. Al oro se la ha dado la forma de una base sólida. Originalmente era solamente oro, pero ahora es el soporte. Con el oro se ha hecho una base mediante la cual se puede cumplir el propósito de Dios. Sin la base, es imposible que el propósito de Dios se lleve a cabo. Como ya vimos, la base, la cual tipifica a Cristo, se expresa en las siete lámparas, lo cual alude a los siete Espíritus de Dios. Ellos no están separados de Dios; son los siete ojos de Dios y del Cordero, el Redentor. Como veremos, también son los siete ojos de la piedra con la cual se edificio. Por consiguiente, ellos son los siete ojos con la redención de Cristo que construyen el edificio de Dios. Cuando dichos ojos miran al hombre, éste es redimido y hecho parte de la casa de Dios. Esto es la Trinidad.

En Exodo 25 se da énfasis a la base, en Zacarías 4, a las lámparas, y en Apocalipsis 1 a la reproducción. Tanto en Exodo como en Zacarías, el candelero es uno, pero en Apocalipsis se ha reproducido y se ha convertido en siete. Primeramente, en Exodo se hace hincapié en la base, Cristo. Luego, en Zacarías, se hace énfasis en las lámparas, el Espíritu. Finalmente, en Apocalipsis, tanto la base como las lámparas, o sea Cristo y el Espíritu, son reproducidos como las iglesias. En Exodo y Zacarías hay siete lámparas, pero en Apocalipsis hay cuarenta y nueve lámparas, pues cada candelero tiene siete lámparas. De manera que el candelero se hizo siete candeleros y las siete lámparas se convirtieron en cuarenta y nueve. En Apocalipsis los candeleros y sus lámparas son la reproducción de Cristo y del Espíritu. Cuando Cristo se hace real, es el Espíritu, y cuando el Espíritu se hace real, tenemos las iglesias, la reproducción.

La iglesia no solamente es una universalmente, sino que también se expresa localmente en muchas ciudades. En el universo entero hay un solo Cristo, un solo Espíritu y una sola iglesia. ¿Por qué entonces hay siete iglesias? Porque se necesita la expresión. Para existir, una es suficiente, pero para expresarse, se necesitan muchas. Si deseamos conocer la iglesia, debemos conocer su substancia, existencia y expresión. En cuanto a la substancia, la iglesia e incluso las iglesias son una. En expresión, las muchas iglesias son los muchos candeleros. ¿Qué es la iglesia? La iglesia es la expresión del Dios Triuno, y esta expresión es vista en muchas localidades sobre la tierra. La iglesia no solamente es representada por un candelero, sino por siete. En Apocalipsis 1 hay siete candeleros con cuarenta y nueve lámparas que brillan en el universo. Este es el testimonio de Jesús. La iglesia es el testimonio de Jesús. Esto significa que la iglesia es la manifestación del Dios Triuno en substancia y en expresión. La iglesia tiene una sola substancia en el universo entero; y en expresión, tenemos muchos candeleros con las lámparas que brillan en la oscuridad expresando al Dios Triuno. El Padre como substancia está corporificado en el Hijo, el Hijo como la corporificación es expresado por medio del Espíritu, y el Espíritu es hecho real y reproducido como las iglesias, y las iglesias son el testimonio de Jesús. Si recibimos esta visión, ella nos gobernará, y nunca fomentaremos la división. Esta visión nos sostendrá, guardará y mantendrá en el testimonio de Jesús.

Hemos visto que el candelero es el oro divino corporificado como substancia para cumplir el propósito de Dios en Su mover. La expresión de la base está en el brillo de la luz. Cuando la expresión brilla, el resplandor cumple el propósito eterno de Dios. Por lo tanto, el candelero no sólo representa al Dios Triuno, sino también el mover del Dios Triuno en Su corporificación y expresión. También vimos que las iglesias locales son la reproducción de la corporificación y la expresión del Dios Triuno. Esto no es insignificante. No debemos estar satisfechos al decir que las iglesias locales son los candeleros que brillan en la noche obscura. Aunque esto es correcto, es superficial. Debemos ver que las iglesias locales son la reproducción y la expresión de la corporificación del Dios Triuno.

En la Biblia, el candelero siempre está relacionado con el edificio del Señor. La primera vez que se menciona es en Exodo 25:31-40 cuando el tabernáculo fue construido. Se menciona por segunda vez en la construcción del templo en 1 Reyes 7:49. La tercera ocasión que aparece es en la reconstrucción del templo de Dios en Zacarías 4:2-10. En Apocalipsis está relacionado con la edificación de las iglesias. En Exodo 25 se hace énfasis en que Cristo es el candelero, la luz divina, que brilla como las siete lámparas que contienen el Espíritu (el aceite). En Zacarías 4 se da énfasis al Espíritu (v. 6) que brilla como las siete lámparas, las cuales son los siete ojos de Dios (vs. 2, 10). Los siete ojos de Dios son los siete Espíritus de Dios (Ap. 5:6) que llevan a cabo el mover intensificado del Señor. Esto indica que el candelero de Zacarías es la realidad del candelero de Exodo, y los candeleros de Apocalipsis son la reproducción del candelero de Zacarías. Cristo se hace real como el Espíritu, y el Espíritu es expresado en las iglesias. El Espíritu que ilumina es la realidad del Cristo que ilumina, y las iglesias que resplandecen son la reproducción y la expresión del Espíritu que resplandece para cumplir el eterno propósito de Dios, que es la consumación de la Nueva Jerusalén como la ciudad resplandeciente. Cristo, el Espíritu y las iglesias poseen la misma naturaleza divina.


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