Información del libro

Estudio-vida de Isaíaspor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6375-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 34 de 54 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE ISAÍAS

MENSAJE TREINTA Y CUATRO

CRISTO VISTO EN SU GLORIA DIVINA
CON SUS VIRTUDES HUMANAS
SOSTENIDAS EN SU SANTIDAD

Lectura bíblica: Is. 6:1-10; 5:16b; Jn. 12:39-41

Isaías, un libro que fue citado abundantemente por el Señor Jesús y por los apóstoles en el Nuevo Testamento, revela muchos aspectos maravillosos con respecto a Cristo. En el mensaje anterior vimos a Cristo como Renuevo de Jehová y fruto de la tierra (Is. 4:2). Isaías 7:14 dice que la virgen concebirá, dará a luz un hijo y llamará Su nombre Emanuel. Éste es Cristo como Renuevo de Jehová para que Jehová Dios, en Su divinidad, se ramifique extendiéndose a la humanidad. Éste es un nuevo desarrollo de Jehová Dios con miras a Su aumento y propagación mediante Su encarnación. El Renuevo de Jehová implica la propagación de Jehová al ramificarse con miras a Su aumento. Cristo como fruto de la tierra tiene como finalidad Su reproducción. Cristo, en calidad de único grano que cayó en la tierra y murió, produjo muchos granos, muchos creyentes, en resurrección (Jn. 12:24). La divinidad no puede propagarse ni crecer sin la humanidad. La vida divina es reproducida en la vida humana. Un día el Dios divino se vistió de sangre y carne humanas (He. 2:14). Éste fue Cristo como fruto de la tierra, un hombre de sangre y carne que procede de la tierra.

En el primer mensaje también vimos que Cristo es un dosel de gloria que cubre y un tabernáculo de gracia que brinda sombra (Is. 4:5-6). Cristo como Renuevo de Jehová y fruto de la tierra finalmente se convertirá en un dosel que cubrirá todos los intereses de Dios sobre la tierra. Cuando estemos en la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva, percibiremos esto plenamente. Cristo es el dosel universal que cubre todos los intereses de Dios. Él también es el tabernáculo que brinda sombra a los elegidos de Dios a fin de que seamos resguardados de toda clase de problemas, representados por el calor, la tormenta y la lluvia. Espero que profundicemos en estos aspectos de Cristo y tengamos comunión acerca de ellos hasta que formen parte de nuestra experiencia.

En este mensaje queremos ver la visión de Cristo presentada en Isaías 6. En este capítulo Cristo es visto en Su gloria divina con Sus virtudes humanas sostenidas en Su santidad. Su gloria es divina, Sus virtudes son humanas y Su santidad es inconmovible. La Biblia dice que a Dios nadie le vio jamás (Jn. 1:18a). Nuestro Dios es invisible; no obstante, Isaías le vio. Isaías declaró haber visto al Señor, el Rey, Jehová de los ejércitos (Is. 6:1).

Un cuadro claro es presentado en Isaías 6, el cual nos muestra a Cristo en gloria. Sin embargo, este capítulo no hace una descripción detallada de la apariencia de Cristo. Isaías sólo dice: “El año en que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo” (v. 1). El Señor visto por Isaías tiene que haber tenido la imagen de un hombre, pues el versículo 1 dice que la orla de Su manto llenaba el templo. Su manto es el primer ítem importante en esta escena, pues llena el templo.

El segundo ítem importante en la visión de Isaías es el hecho de que el templo se llenó de humo (v. 4). El tercer ítem importante es los serafines (v. 2). El versículo 2 dice: “Por encima de Él había serafines, cada uno con seis alas”. La expresión por encima de significa literalmente “estaban en pie”. Los serafines estaban en pie por encima de Él. Sabemos que ellos estaban allí a favor de Su santidad porque declaran: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos” (v. 3). El versículo 4 dice: “Los cimientos del umbral se estremecieron ante la voz del que clamaba”. La gloria divina es otro ítem importante en la visión de Isaías. El versículo 3 dice: “Toda la tierra está llena de Su gloria”. Juan 12 dice que Isaías vio la gloria del Señor y habló acerca de Él (v. 41). El humo que llenó la casa, el templo, en Isaías 6:4 es la gloria. Isaías 4:5 también hace referencia a la gloria como nube de humo que está sobre las convocaciones de Israel.

La gloria divina es representada por el humo, la santidad es representada por los serafines y las virtudes humanas del Señor son representadas por la orla de Su manto. Las virtudes humanas tienen como base principalmente la justicia. Una persona injusta no posee virtudes humanas; ella carece completamente de virtudes humanas debido a que es una persona injusta. Las virtudes humanas dependen de la justicia. Cuando Cristo efectuó la redención en la cruz, Él cumplió con los requisitos de la gloria de Dios, la santidad de Dios y la justicia de Dios. Por ser pecadores caídos, nosotros no podemos cumplir con los requisitos de la gloria de Dios, la santidad de Dios y la justicia de Dios; pero Cristo satisfizo tales requisitos. Necesitamos ver en Isaías 6 la visión de Cristo en Su gloria, Su santidad y Su justicia con Sus virtudes humanas.


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