Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 70 de 185 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE SETENTA

LAS IMPLICACIONES, INDICACIONES Y EL SIGNIFICADO DE LAS ORDENANZAS DE LA LEY
(1)

Lectura bíblica: Ex. 20:24-26; 21:2, 13-14; 22:21-23, 25-27, 28

Puesto que la Biblia es la revelación divina, no debemos leerla de manera superficial. Debemos buscar profundamente en la Palabra para sacar sus riquezas. Podemos encontrar muchas cosas preciosas en lo profundo de la Palabra. Puesto que muchas riquezas se encuentran debajo de la superficie, conocer la Biblia simplemente por palabras impresas no es suficiente. Debemos indagar en la Palabra y descubrir las cosas preciosas debajo de la superficie.

Vengo de un país que produce el cristal de la más alta calidad. Un día, un amigo me mostró una piedra grande y redonda. El me dijo que dentro de ella se encontraba un cristal hermoso. Entonces él cortó la piedra y sacó el cristal que estaba escondido en ella. Podemos comparar la Biblia con esta piedra redonda que contiene cosas preciosas. En cada capítulo de las Escrituras, podemos encontrar cosas valiosas. Muchos diamantes están escondidos bajo la superficie de los capítulos veintiuno al veintitrés de Exodo. En este mensaje y en el siguiente, siento la carga de sacar estos “diamantes” y presentarlos al pueblo del Señor.

El título de este mensaje usa tres palabras importantes: implicaciones, indicaciones, y significados. Estas palabras señalan tres aspectos de las riquezas que se encuentran en Exodo 21 al 23. En ciertos versículos, encontramos implicaciones; en otros, indicaciones; y en otros, significados. Si deseamos sacar las riquezas de estos capítulos, debemos considerar las implicaciones, indicaciones y significados de las ordenanzas de la ley presentada aquí.

I. LA PROMULGACION DE LA LEY
CON TODAS SUS ORDENANZAS INDICA LA CAIDA
DEL HOMBRE Y EL HECHO DE QUE EL HOMBRE
VIVE EN UNA CONDICION CAIDA

En el decreto de la ley con sus ordenanzas vemos claramente que el hombre está caído y que vive en esa condición. No podemos encontrar la expresión “caída” o “vivir en la caída” No obstante, palabras como contaminación, desnudez, cautiverio, homicidio, robo, codicia, y brujería señalan claramente la caída del hombre y también el hecho de que vive en una condición caída. Las ordenanzas relacionadas con estos asuntos describen la condición caída del hombre. Si el hombre no hubiera caído, ni hubiera vivido en una condición caída, Dios no hubiera tenido que dar estas ordenanzas. Si prestamos atención a palabras como contaminación, homicidio, mentira, e ídolos, podemos recibir iluminación y ver que el vivir del hombre en una condición caída está indicado. De esta manera, indagamos las profundidades de la Biblia.

La ley con sus ordenanzas no fue dada a un pueblo inocente y puro. Al contrario, la ley fue dada a la humanidad caída, a gente que vivía en una condición caída. Debido a la caída del hombre y a que vive en esa condición, Dios necesitó venir y promulgar la ley con sus ordenanzas.

En estos capítulos, vemos un cuadro de la condición caída del hombre. ¡Cuán oscuro está el escenario! Aquí vemos la contaminación, la desnudez, la brujería, la idolatría, el adulterio, la fornicación y la codicia. Detrás de todas estas cosas negativas se encuentra Satanás. Estos capítulos no mencionan a Satanás, pero su existencia detrás de las cosas negativas está implícito. Los demonios también están implícitos. La brujería involucra el contacto con los demonios. Sin demonios, no habría brujería. Por consiguiente, la palabra “brujo” implica la existencia de brujería y demonios.

En estos capítulos, las ordenanzas implican también el hecho del pecado que mora en nosotros. En Romanos 7, Pablo habla de codicia, de avaricia de toda clase. Pablo aborrecía el pecado de avaricia, pero no tenía ninguna posibilidad de vencerlo. Cuanto más lo odiaba, más se activaba. Incluso Pablo dijo: “De manera que ya no soy yo quien obra aquello, sino el pecado que mora en mí” (Ro. 7:17). El hecho de que se menciona la avaricia implica el pecado que mora en nosotros. Además, este pecado que mora en nosotros en realidad es Satanás con su lujuría. Reconocemos que Exodo 21 al 23 no contiene ninguna referencia específica de Satanás. No obstante, a la luz de toda la revelación de las Santas Escrituras, podemos remontar el origen de la palabra avaricia al pecado que mora en nosotros, y este pecado a Satanás. Por consiguiente, el pecado que mora en nosotros está escondido detrás de la codicia, y escondido detrás del pecado que mora está Satanás, el diablo, con sus apetitos.

Estos capítulos no solamente indican que el pecado que mora en nosotros; sino también de los pecados externos. El homicidio, la mentira, y el robo ciertamente son pecados. Por consiguiente, como lo vemos en la epístola a los Romanos, el pecado que mora en nosotros queda implícito y se indica claramente también los pecados externos. En Romanos, Pablo habla de los pecados en los capítulos uno al tres y del pecado que mora en nosotros en los capítulos cinco al ocho. Por el lado negativo, las ordenanzas en Exodo 21 al 23 señalan a Satanás, los demonios, al pecado que mora en nosotros, y a los pecados exteriores.

En estos capítulos la descripción de los puntos por el lado negativo es algo oscuro y desolado. No obstante, el cuadro de los puntos por el lado positivo es resplandeciente y glorioso. Primero, estos capítulos revelan que Dios es amable y lleno de gracia, y que se preocupa mucho por nosotros. Como Aquel que tiene más gracia, El cuida de las viudas, de los huérfanos, y de los forasteros. Al preparar ciudades de refugio en las cuales podía huir una persona, El aún provee por el error que comete alguien que mata a otro sin quererlo. Además, Dios proporciona también la manera para que una persona que se haya vendido como esclavo puede ser liberada después de seis años. Todas estas ordenanzas nos muestran que Dios es amable, lleno de gracia, y amoroso, y que El se preocupa por la humanidad.

En estos capítulos, tenemos también un cuadro de Cristo. Cristo es tipificado por los sacrificios (20:24-26). Con Cristo, por medio de El y por El, podemos adorar a Dios. Cristo no está destinado a los ángeles, sino al hombre caído. Las ordenanzas acerca de la adoración a Dios por medio del altar y de los sacrificios estaban destinadas al hombre caído y no a los ángeles. Cristo queda también implícito por la ciudad de refugio y por el sábado. Además, aún el año sabático es un cuadro de Cristo.

La cruz de Cristo queda implícita por el altar que se menciona en el capítulo veinte. Este altar no es para los ángeles, sino para el hombre caído. Los ángeles son espectadores, observan a Cristo y a la cruz, pero nosotros somos participantes, lo disfrutamos a El y a la cruz.

En estos capítulos, tenemos por el lado negativo, a Satanás, a los demonios, al pecado que mora en nosotros, y a los pecados exteriores. Por el lado positivo, tenemos a Dios, a Cristo, y a la cruz. También tenemos la redención, el perdón, la justificación y la reconciliación. Ciertamente, ninguna ley humana tiene estas implicaciones, indicaciones y significados. Como estudiantes de la Palabra de Dios, debemos considerar todas las implicaciones, indicaciones y significados que encontramos en estos capítulos.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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