Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Samuelpor Witness Lee

ISBN: 0-7363-1280-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 24 de 38 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 1 Y 2 SAMUEL

MENSAJE VEINTICUATRO

NECESITAMOS QUE DIOS FORJE
A CRISTO EN NOSOTROS

Lectura bíblica: 2 S. 7:12-14a; Ef. 3:14, 16-17; 1 Co. 3:11-12; Ef. 4:4-6

No es fácil entender el capítulo siete de 2 Samuel, por ello, son pocos los cristianos que han podido profundizar en él. Llevo ya más de sesenta años estudiando este capítulo, y la primera impresión que recibí fue que en él vemos el amor y la bondad de un Dios que deseaba edificarle casa a David en lugar de que éste le edificara casa a El. Esto no era más que el concepto natural y humano de un joven. Por varios años me reuní con las asambleas de los Hermanos, donde se hacía hincapié en 2 Samuel 7. Ellos predicaban y enseñaban sobre este capítulo, e incluso editaron libros acerca de él. Sin embargo, ellos no vieron el significado intrínseco del mismo, especialmente el significado de lo que Dios expresó a David en los versículos 12-14a.

UN CAPITULO QUE PRESENTA UNA PROFECIA
POR MEDIO DE LA TIPOLOGIA

Los que estudian la Biblia saben que ésta contiene dos asuntos difíciles de entender: la tipología y la profecía. El libro de Apocalipsis, por ejemplo, es principalmente un libro de profecía; no obstante, contiene también tipología. Así que, Apocalipsis consta de una combinación de profecías y tipología. Pasa lo mismo con 2 Samuel 7. Este capítulo presenta una gran profecía, la cual se da a conocer mediante la tipología. Podemos decir que se trata de una profecía en tipología.

LA IGLESIA SE EDIFICA CON UN SOLO ELEMENTO: CRISTO

En 2 Samuel 7 vemos que David, como muchos de nosotros, tenía el concepto equivocado de que Dios necesitaba que él le edificara algo. Al oír esto, algunos tal vez se pregunten cómo puede ser erróneo este concepto cuando nosotros mismos nos estamos esforzando por edificar la iglesia. ¿Acaso edificar la iglesia no es hacer algo para Dios? Para contestar esta pregunta debemos entender que aunque aparentemente nosotros somos los que edificamos la iglesia, en realidad es Dios quien la edifica, y lo hace valiéndose de Cristo como elemento. Cuando nos proponemos llevar a cabo alguna obra de edificación en calidad de portavoces de Dios, tal vez El nos pregunte: “¿Quieres edificar Mi casa? ¿Con qué tipo de material la edificarás?” Si respondemos que estamos edificando la iglesia con Cristo, posiblemente Dios nos pregunte cuánto Cristo tenemos. Esto pone de manifiesto lo escaso que estamos de El. Necesitamos a Cristo, pero no solamente en nombre y en conocimiento, sino a un Cristo verdadero, a Cristo como Espíritu en resurrección. Todos necesitamos más de El.

Tal vez conozcamos perfectamente la Biblia y podamos enseñarla a los demás, sin embargo, esto no es suficiente para edificar la iglesia. La iglesia no se edifica con conocimiento bíblico, sino con un elemento especial: Cristo. A menudo, después de esforzarme por edificar a los santos con Cristo, he tenido que preguntarme: “¿Cuánto Cristo ministraste a los santos? ¿Les ministraste simplemente doctrinas y verdades elevadas en cuanto a la economía de Dios, o les ministraste al Cristo verdadero y auténtico, es decir, la realidad del Cristo resucitado, quien es el Espíritu?” Entonces tuve que confesar que estaba carente de Cristo, y me arrepentí y dije: “Señor, perdóname. Aún me hace falta más de Ti. Necesito que me llenes, que Te forjes más en mí”.

NECESITAMOS QUE DIOS FORJE A CRISTO
EN NUESTRO SER INTERIOR PARA QUE TENGAMOS UN NUEVO ELEMENTO CONSTITUTIVO

En el capítulo siete de 2 Samuel vemos que David quería edificar la casa de Dios, y que Dios quería que David se diera cuenta de que era él quien necesitaba que Dios forjara a Cristo en él. Por consiguiente, 2 Samuel 7 revela una profecía por medio de la tipología, en la cual vemos que no necesitamos edificar algo para Dios. Sencillamente no tenemos la capacidad para ello. No podemos edificar nada para Dios con nuestros propios esfuerzos ni con nuestro conocimiento bíblico o teológico. Lo que necesitamos es que Dios forje a Cristo en nuestro ser interior para que El sea el elemento constitutivo que llene nuestro ser. Esta infusión de Cristo en nuestro ser no sólo producirá un cambio en nosotros, sino que nos transformará en personas diferentes.

Ahora entendemos que 2 Samuel 7 indica sencillamente que Dios no necesita que edifiquemos algo para El. Nosotros no somos nada, ni tenemos nada, ni podemos hacer nada. Por consiguiente, necesitamos que Cristo se forje en nuestro ser.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top