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Estudio-vida de Gálataspor Witness Lee

ISBN: 0-87083-671-4
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Actualmente disponible en: Capítulo 12 de 46 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE GALATAS

MENSAJE DOCE

CRISTO CRUCIFICADO

Lectura bíblica: Gá. 3:1; 1:4; 2:20; 3:13; 2:21, 19; 5:24; 6:14-15

En el mensaje anterior consideramos la gracia de Dios. En este mensaje hablaremos de Cristo crucificado. El Cristo crucificado tiene mucho que ver con nuestro disfrute de la gracia de Dios. El disfrute de la gracia de Dios depende totalmente de la crucifixión de Cristo.

En 3:1 Pablo dice: “¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente como crucificado?”. La crucifixión de Cristo indica que los requisitos de la ley han sido cumplidos por la muerte de Cristo, y que Cristo por Su muerte ha liberado Su vida para que ésta sea impartida en nosotros en Su resurrección para liberarnos de la esclavitud de la ley. Esto fue claramente presentado ante los ojos de los gálatas en la palabra del evangelio. ¿Cómo pudieron ellos descuidar esto y ser fascinados, siendo arrastrados de regreso a la ley? ¡Qué insensatos!

Ante los ojos de los gálatas, Cristo había sido claramente presentado como crucificado. Pablo se preguntaba cómo los gálatas pudieron olvidar una presentación como esa. Quienes se regresan a la ley no tienen nada que ver con este Cristo crucificado. Si Dios quisiera que guardásemos la ley y si nosotros pudiéramos guardarla, no habría habido necesidad de que Cristo hubiera sido crucificado. Por esta razón, Pablo declara en 2:21: “Si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”. Gálatas 3:1 es la continuación directa de 2:21. Cristo indudablemente no fue crucificado sin causa. Por el contrario, El fue crucificado por una causa muy grande. De hecho, la cruz es el centro del operar de Dios en Su economía, tal como Cristo mismo es el centro de la economía de Dios. En el asunto de llevar a cabo la economía de Dios, la cruz es el centro. Sin Cristo, la economía de Dios no tiene centro, y sin la cruz de Cristo, el operar de la economía de Dios no tiene centro. Por consiguiente, el llevar a cabo de la economía de Dios depende totalmente de la cruz de Cristo. La cruz es el centro del operar de Dios en el universo para llevar a cabo Su economía.

Esta es la razón por la cual en un libro tan breve Pablo muchas veces hace referencia a la cruz. Constantemente nos hace acordarnos de la cruz. En 2:21 Pablo señala que Cristo no fue crucificado sólo por nada. Después, en 3:1 él sigue adelante y les recuerda a los gálatas que la crucifixión de Cristo había sido claramente presentada ante los ojos de ellos. Cuando Pablo fue a Galacia, él predicaba un Cristo crucificado. A fin de ser justos, necesitamos un Cristo así. Si pudiéramos tener justicia por medio de guardar la ley, entonces no necesitaríamos un Cristo crucificado. Si este hubiera sido el caso, no habría habido razón de que Cristo muriese.

En 3:1 Pablo hizo que los gálatas consideraran de nuevo la cruz. El quería que ellos tuviesen una vista cabal del Cristo crucificado. En este mensaje tengo la carga de que también nosotros tengamos tal visión del Cristo crucificado. Por lo tanto, consideremos los versículos de Gálatas que hacen referencia a la cruz o a la muerte de Cristo en la cruz, y veamos todos los puntos importantes de estos versículos.

I. PARA DARSE A SI MISMO POR NUESTROS PECADOS
PARA RESCATARNOS DEL PRESENTE SIGLO MALIGNO

En 1:4 Pablo dice que Cristo “se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre”. Aquí vemos que en Su crucifixión, Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados. ¡Qué insensatos eran los gálatas, y qué necios y rebeldes eran los judaizantes! Al volverse a la ley, no tenían manera de tratar con sus pecados. En este libro Pablo parece estar diciendo: “Ustedes han cometido muchos pecados. ¿Qué van a hacer con ellos? Aparte de la muerte de Cristo en la cruz, no hay manera de que ustedes sean redimidos de sus pecados”.

Aunque Cristo fue crucificado por nuestros pecados, la meta de Su crucifixión era “rescatarnos del presente siglo maligno”. Los pecados son demoníacos y este siglo es satánico. Ya hemos señalado que el presente siglo es una sección del cosmos de Satanás, su sistema mundano. Como diablo, el enemigo de Dios tiene que ver con los pecados; y como Satanás, tiene que ver con el siglo maligno. Aunque los gálatas y los judaizantes hubieran tenido éxito en guardar la ley, ¿cómo habrían tratado con el diablo, Satanás? ¿Puede usted vencer a Satanás? El es insidioso y está al acecho detrás de los pecados y del siglo maligno. Separados de la crucifixión de Cristo no tenemos manera de tratar con los pecados, detrás de los cuales se esconde el diablo, ni tenemos manera de tratar con el siglo maligno, detrás del cual se esconde Satanás. Cristo fue crucificado por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno. Esto indica que sólo Cristo puede salvarnos del diablo y de Satanás. Tanto los pecados como el siglo maligno han sido tratados por el Cristo crucificado. El se dio a Sí mismo por nosotros en la cruz conforme a la voluntad de Dios.


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