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Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 71 de 185 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE SETENTA Y UNO

LAS IMPLICACIONES, INDICACIONES Y EL SIGNIFICADO DE LAS ORDENANZAS DE LA LEY
(2)

Lectura bíblica: Ex. 22:29-31; 23:12, 14-19

Es fácil leer y entender las ordenanzas que aparecen en Exodo 21 al 23 simplemente según las letras impresas. No obstante, es difícil indagar en esta porción de la Palabra y sacar las riquezas de las implicaciones, indicaciones y el significado de las ordenanzas de la ley. Si queremos sacar las riquezas que están escondidas debajo de la superficie en estos capítulos, debemos prestar atención a ciertas palabras cruciales y fijarnos en sus implicaciones. Por ejemplo, en 22:18 dice: “a la hechicera no dejarás que viva”. En este versículo, la palabra crucial es hechicera. Si buscamos el significado de esta palabra y consideramos sus implicaciones, veremos que se trata de la hechicería y que la hechicería está relacionada con los demonios. Por tanto, la simple palabra “bruja” implica la existencia de la hechicería y también de los demonios. Al buscar lo que implica una palabra de esta manera, podemos estudiar profundamente la Biblia y encontrar los valores que se esconden en ella.

En estos capítulos, vemos otras palabras importantes como homicidio y codicia. Vemos que el origen del homicidio es el diablo, el instaurador, la fuente del homicidio, aquel que era “homicida desde el principio” (Jn. 8:44). En el mismo principio, la palabra codicia nos lleva al asunto del pecado que mora en nosotros tal como lo describe Pablo en Romanos 7. En Romanos 7, vemos que el pecado que mora en nosotros se refiere principalmente al deseo de codicia. Además, si consideramos detenidamente la palabra en Exodo 23:1 acerca de dar un falso testimonio, veremos que esto involucra la mentira y que ésta puede remontarse a Satanás, el padre de la mentira.

Por el lado positivo, debemos considerar las implicaciones, indicaciones, y significados de las palabras altar y sacrificio en 20:24-25. El altar denota la cruz, y los sacrificios representan a Cristo. Del mismo modo, el pan sin levadura y las fiestas también tipifican las riquezas de Cristo. En realidad, buscar las implicaciones, indicaciones y significados de las palabras cruciales en Exodo 21 al 23 no es un asunto de alegorizar la Biblia. Por el contrario, se trata de abrir un camino para que excavemos en la Palabra y veamos las riquezas que se encuentran debajo de la superficie.

Muchos instructores bíblicos han señalado que el altar tipifica la cruz y que los sacrificios tipifican a Cristo. No obstante, pocos han descubierto la manera en que es tipificado Cristo por los otros puntos de los capítulos veintiuno al veintitrés de Exodo. Si el altar tipifica la cruz y los sacrificios tipifican a Cristo, es lógico esperar que el sábado, el año sabático y las fiestas del pan sin levadura, de la cosecha, y de la siega también tipifiquen a Cristo. Ciertamente es necesario considerar las demás implicaciones, indicaciones y significados de las ordenanzas de la ley, especialmente porque se refieren a Cristo y a nuestra experiencia de El.

En principio, cada clase de ley tiene cierto espíritu y presenta también un cuadro de algo, generalmente de aquel que promulgó la ley. Por ejemplo, la constitución de los Estados Unidos tiene un espíritu de democracia y de libertad. Es también un cuadro de los estadounidenses y demuestra que ellos se preocupan por la libertad y la igualdad. Por consiguiente, la ley de Estados Unidos es un cuadro de los ciudadanos de ese país. La ley de Dios tiene también un espíritu y presenta un cuadro. Es muy importante que sepamos cual es el espíritu de la ley de Dios y cual es el cuadro que nos describe en sus numerosas ordenanzas. Ya hemos dicho que la ley de Dios lo tiene a El mismo como su espíritu. Una ley siempre corporifica el espíritu del dador de la ley. Puesto que Dios dio Su ley, ésta tiene un espíritu divino. Indudablemente, Dios el Espíritu es el espíritu de la ley promulgada por El.

Los estudiantes e instructores bíblicos prestan muchísima atención a los Diez Mandamientos. Algunos cristianos pueden recitar estos mandamientos tan fácilmente como recitan el padrenuestro. Quiero recalcar que de ninguna manera menosprecio ni desacredito los Diez Mandamientos. No obstante, en estos mandamientos es muy difícil ver a Cristo o la cruz. Además, en los Diez Mandamientos, no podemos ver la redención de Cristo, ni lo que El realizó, ni algo relacionado con el disfrute de Cristo. El primer mandamiento prohibe tener otro Dios que no sea Jehová Dios (20:3). Jehová es nuestro único marido, y no debemos tener otro que no sea El. El segundo mandamiento prohibe hacer imágenes talladas o de algo e inclinarse delante de ellas (20:4-5). El tercer mandamiento declara: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare Su nombre en vano” (20:7). El cuarto y quinto mandamientos hablan respectivamente de recordar el día del sábado y de honrar al padre y a la madre (20:8-12). Los otros cinco mandamientos prohiben matar, adulterar, robar, dar falso testimonio y codiciar (20:13-17). ¿Ve algo de Cristo aquí? ¿ve algo de la cruz o de la redención de Cristo? ¿puede encontrar algo de la experiencia de Cristo o del disfrute de Cristo? La respuesta es que no podemos ver a Cristo en los Diez Mandamientos. Esta es la razón por la cual vemos que muchas de las ordenanzas presentadas en Exodo 21 al 28 se describe a Cristo. El está tipificado de una manera bastante directa o El queda implícito, indicado, o representado indirectamente.

En realidad, las ordenanzas en Exodo no empiezan en el capítulo veintiuno, sino en 20:22-26. Estos versículos pueden ser considerados como un prefacio acerca de las ordenanzas. Son la puerta, o la entrada a las ordenanzas que se presentan en los capítulos siguientes. Esta puerta provee la manera al hombre caído para que tenga contacto con Dios y le adore. La única manera en la cual el hombre caído puede tener contacto con Dios en la adoración es por medio del altar y los sacrificios. Esto indica que el hombre puede adorar a Dios solamente por medio de la cruz y por Cristo. Es muy significativo que antes de darnos las ordenanzas, Dios presenta una ordenanza preliminar que abre el camino para las demás ordenanzas. En esta ordenanza preliminar, vemos un cuadro claro de Cristo y de Su redención según la economía de Dios. En las ordenanzas, podemos ver a Cristo y también la redención que El efectuó en completa conformidad con la economía de Dios. Como lo veremos, en los capítulos veintiuno al veintitrés, tenemos a Cristo, la redención, y la economía de Dios. Si deseamos entrar en la economía de Dios, necesitamos una puerta, un camino, para que nosotros los pecadores tengamos contacto con El. Deseamos recalcar continuamente que el único camino es el altar y los sacrificios, la cruz y Cristo. Si entendemos claramente esto, nos inclinaremos ante el Señor y lo adoraremos.

Tanto en el lado positivo como en el lado negativo, las ordenanzas de la ley abundan en implicaciones, indicaciones y significados. En el mensaje anterior, mencionamos que las ordenanzas describen un cuadro oscuro y desolado del hombre caído. El hombre cayó y sigue viviendo en la caída. Está lleno de pecados: idolatría, fornicación, homicidio, robo, mentira, codicia y hechicería. Además, el hombre caído no solamente tiene pecados exteriormente, sino que el pecado, la naturaleza maligna de Satanás, mora dentro de él. En realidad, el pecado de codicia que mora en nosotros es la naturaleza satánica. Además, la mentira y el homicidio nos llevan al diablo, la fuente del homicidio y el padre de las mentiras que obra en el hombre caído. Tanto en los pecados exteriores como en el pecado que mora en nosotros, el hombre está relacionado con Satanás, y aún con los demonios. La hechicería conlleva el contacto con los demonios. ¡Cuán terrible es la situación del hombre caído! El no solamente peca contra Dios, sino que está unido a Satanás, se relaciona con los demonios, y es esclavo de los pecados.

Por el lado positivo, las ordenanzas presentan un cuadro maravilloso de Cristo. Cristo mismo se hizo esclavo, entró en la condición de hombre caído en la esclavitud. Además, El fue entregado por Dios para morir en manos de los hombres caídos. De esta manera, El se convirtió en el sacrificio. Cristo no es solamente el sacrificio ofrecido a Dios, sino también la ciudad de refugio a la cual podemos huir. Las ordenanzas acerca del ganado que pertenece a un enemigo o a aquel que nos aborrece muestran que Cristo nos ha devuelto todas las cosas de la vida que como pecadores, nosotros sus enemigos, habíamos perdido y también nos ayudó, a nosotros que lo aborrecíamos, a ser liberados de nuestras cargas pesadas. Los pecadores caídos que huyen a Cristo pueden tomarlo como su sábado, su descanso. En Cristo disfrutamos de descanso y libertad. ¡Qué evangelio extraordinario!

En esta porción de Exodo, las ordenanzas nos abren primeramente la puerta para que tengamos contacto con Dios y entremos en Su economía. Además, presentan un cuadro claro del hombre caído que vive en una condición caída, que está lleno de pecados, involucrado con Satanás, relacionado con los demonios, y plenamente esclavizado. No obstante, hubo uno que vino al hombre en su condición caída y esclavizada, haciéndose esclavo. Después de ser entregado por Dios para ser sacrificado por el hombre caído, El restauró los asuntos de vida, nos liberó de nuestras cargas, y se hizo nuestro refugio. Ahora nosotros, los pecadores caídos, podemos refugiarnos en El y tomarlo como nuestro descanso y libertad. Esto es un resumen de lo que hemos cubierto hasta ahora acerca de las implicaciones, indicaciones, y significados de las ordenanzas de la ley. En este mensaje y en el siguiente, consideraremos lo que implan, indican y representan estas ordenanzas, acerca de la manera de vivir en Cristo y de disfrutarlo.

En 22:29-31, vemos cuatro ordenanzas relacionadas con la manera en que debemos vivir en Cristo. La primera de estas ordenanzas dice: “No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar” (v. 29). Esto significa ofrecer la plenitud de la cosecha del vino y del aceite, de la uvas y los olivos que han sido exprimidos. Esta plenitud se refiere a la plenitud de la cosecha del producto de la buena t***ierra, y el lagar se refiere al reboso del vino y del aceite. Esta es la manera de vivir en Cristo. Al huir en Cristo y al disfrutarlo a El como nuestro descanso y libertad, debemos vivir en El como la cosecha y el jugo. Además, debemos ofrecerle el primogénito del hombre y del ganado. También debemos ser hombres santos y no comer la carne de los animales muertos por bestias salvajes. Necesitamos la interpretación correcta de estas ordenanzas para conocer sus indicaciones, implicaciones y significados. Hemos visto que el altar representa la cruz, y que los sacrificios representan a Cristo. Ahora debemos preguntar lo que significa la plenitud de la cosecha y el fluir del vino y del aceite. No debemos pensar que no necesitamos entender estas cosas. ¿Qué significa ofrecer al Señor el primogénito del hombre y de los animales? ¿Qué significa ser un hombre santo, y cuál es el significado de comer carne desgarrada por animales salvajes? Todos estos asuntos están relacionados con el vivir en Cristo, en el cual hemos huido para encontrar descanso y libertad.


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