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Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 185 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE TRES

LA PREPARACION DEL SALVADOR

En el capítulo uno de Exodo, Faraón mantuvo a los hijos de Israel en cautiverio y también trató de matar a todos los hijos varones nacidos de mujeres hebreas. En el segundo capítulo, vemos la preparación de un salvador para los hijos de Israel. Estos dos capítulos están separados, pero un tema subyacente los une. Este tema es que en tiempos de crisis, Dios usa la vida femenina para Su propósito. Por ejemplo, en Exodo 1 Dios usó a las parteras, la vida femenina, para preservar la vida masculina a fin de cumplir el propósito de Dios. La intención de Faraón era matar a la vida masculina, que representa la vida destinada a cumplir el propósito de Dios, pero Faraón preservó la vida femenina, que representa la vida que complace al hombre. Sin lugar a dudas, Faraón intentó preservar la vida femenina para su propio placer. Faraón trató de usar a las parteras para llevar a cabo su intención maligna. Pero en la soberanía de Dios, las parteras rehusaron cooperar con la conspiración de Faraón. Faraón era un príncipe poderoso, un tirano, pero las parteras no le tuvieron miedo, ni escucharon sus palabras. En lugar de matar a los hijos varones, las parteras los preservaron. Por tanto, Dios usó la vida femenina a fin de mantener la vida masculina para Su propósito.

I. MEDIANTE LA VIDA FEMENINA

En Exodo 2 vemos la necesidad de preparar un salvador que librara al pueblo de Dios de la tiranía de Faraón. Al preparar al salvador, Dios no usó primeramente la vida masculina sino la vida femenina (vs. 1-10). La mujer que Dios usó en Su estrategia se hallaba en la misma casa de Faraón: era su propia hija. Esto nos recuerda las palabras de Pablo en Filipenses acerca de los de la casa de César (4:22). César había encarcelado al apóstol Pablo, pero algunas personas que pertenecían a la casa de César se hicieron cristianas. En el mismo principio, aunque Faraón intentó matar a todos los hijos varones nacidos de las hebreas, Dios usó en Su soberanía a la hija de Faraón para preservar el varón más importante nacido de los hijos de Israel en Egipto.

Hebreos 11:23 afirma que Moisés “fue escondido por sus padres por tres meses”, pero Exodo 2:2 menciona solamente que su madre lo escondió tres meses. La razón por la cual Exodo 2 menciona solamente a la madre es para dar énfasis en el hecho de que durante los tiempos de crisis, es la vida femenina la que es útil para Dios. Si no hubiera sido por las parteras en el capítulo uno, Israel habría sido exterminado. Del mismo modo, sin la vida femenina en el capítulo dos, Dios no habría podido obtener a un salvador que rescatara a los hijos de Israel. En Exodo 1, Dios usó a la vida femenina para preservar a Su pueblo, y en Exodo 2, El usó la vida femenina a fin de preparar un Salvador para Su pueblo, el pueblo que El había preservado a fin de cumplir Su plan. Las hermanas y también los hermanos deberían estar agradecidos por la función de la vida femenina. De hecho, en cierto sentido, todos los creyentes en Cristo, tanto hermanos como hermanas, deben ser mujeres a los ojos de Dios, porque la mujer describe la vida de dependencia, la vida que depende totalmente de Dios.

A. Una hija de Leví

En el capítulo dos, Dios usó varias mujeres. La primera fue la madre de Moisés, una hija de Leví (2:1). El nombre del padre de Moisés era Amram, y el nombre de su madre era Jocabed (Nm. 26:58-59). Números 26 pone énfasis en los nombres, pero Exodo 2 recalca la vida femenina. Por esta razón y con la excepción de Séfora, la esposa de Moisés, este capítulo no menciona el nombre de ninguna mujer.

Después del nacimiento de Moisés, su madre lo escondió durante tres meses. Cuando ella no pudo esconderlo más, lo puso en un arca de papiro y lo depositó entre las cañas cerca de la orilla del Nilo. No obstante, más adelante ella fue contratada por la hija de Faraón para amamantarlo por cierto tiempo. Por consiguiente, la primera mujer mencionada en Exodo 2 era la madre de Moisés, la vida que lo engendró y que lo amamantó.

B. La hermana del hijo varón

La segunda mujer fue la hermana de Moisés, María. El padre de Moisés, su madre y su hermana quizá se reunieron en consejo de familia para decidir lo que debían hacer con Moisés cuando ya no lo podían esconder. Creo que el Señor los condujo a hacer esa arca de papiro. La misma palabra hebrea es usada para esta arca y para el arca que construyó Noé. Esta arca era mucha más pequeña que la que construyó Noé, pero la función de ambas arcas era la misma: preservar la vida de los que se refugiaban en ellas al pasar a través del agua. Quizá la familia de Moisés sabía que la hija de Faraón acostumbraba bañarse en cierta parte del río, y tal vez hayan esperado que Moisés fuese descubierto por ella y criado por ella. Con el padre de Moisés en un segundo plano, la madre y la hija colaboraron para llevar a cabo el plan. “Después de que el arca fuese puesta ... a la orilla del río ... su hermana se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería” (2:3-4). Cuando la hija de Faraón vio al niño y tuvo compasión de él, la hermana de Moisés recomendó que se contratara a su madre para amamantarlo (vs. 7-8). La hermana de Moisés cuidó así la vida masculina y estableció la conexión entre la hija de Faraón y la madre de Moisés.


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