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Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 67 de 185 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE SESENTA Y SIETE

LA CONTAMINACION CAUSADA POR LA ACTIVIDAD DEL HOMBRE Y LA DESNUDEZ EXPUESTA
POR SUS METODOS

Lectura bíblica: Ex. 20:24-26; Fil. 3:2-3; 1 Co. 1:18-25

En este mensaje, siento la necesidad de estudiar más a fondo el culto a Dios que vemos en los versículos 20:24-26. La adoración es un asunto muy crucial en la relación del hombre con Dios. En el transcurso de los miles de años de la historia humana, muchas personas sabias se han detenido a considerar el asunto de la adoración a Dios. Cuando esta gente medita sobre el universo, el sol, la luna, las estrellas y la tierra con todas sus plantas, criaturas y la humanidad, se dan cuenta de que debe haber un Dios, un ser todopoderoso. Luego empiezan a preguntarse cómo se debe adorar a Dios. Estas consideraciones han suscitado muchas religiones distintas. Las religiones inventadas por el hombre tienen su origen en el pensamiento humano. Al estudiar la naturaleza, el hombre ha descubierto ciertas cosas. Además, como resultado de sus observaciones y descubrimientos, él hizo deducciones. La religión es el resultado del estudio que hicieron los hombres al meditar acerca de la naturaleza con sus deducciones filosóficas.

No obstante, según la Biblia, Dios no permite que el hombre use su propia manera para adorarlo a El. Dios no le da ningún terreno al concepto natural humano ni al pensamiento natural del hombre. El no permite que el hombre caído lo adore a El conforme a las deducciones que sacó al estudiar la naturaleza. Por un lado, Dios condena las deducciones naturales del hombre en cuanto a la adoración. Por otro, en la Biblia El revela cómo debe adorarlo el hombre.

En Génesis, no vemos una revelación clara acerca de la manera de adorar a Dios. Exodo contiene una revelación más completa de esto. Después de que Dios llevara a Su pueblo escogido y redimido al monte, El vino a tener comunión con ellos. Hemos mencionado que la promulgación de la ley en el monte fue dada en un ambiente de cortejo. Esto significa que en el monte Sinaí, Dios cortejaba a Su pueblo. Después de darles los Diez Mandamientos, los principios que gobiernan toda la la ley de Dios, El siguió adelante y dio muchas ordenanzas. Entre el momento en que fueron dados los Diez Mandamientos y el decreto de las ordenanzas, Dios habló al pueblo acerca de la manera en que debían adorarlo (20:22-26). En cinco cortos versículos, se cubren los puntos principales relacionados con la adoración a Dios. Como lo veremos, en 20:24-26, Dios rechaza totalmente la actividad y los métodos humanos.

Cuando era joven consideraba estos versículos en Exodo 20 como algo primitivo e inculto. Me parecía que no se necesitaba ninguna habilidad ni inventiva para hacer un altar de tierra ni de piedra. Hasta un niño podría hacerlo. Incluso la gente más primitiva, inculta y sin educación podía edificar este altar para adorar a Dios. No entendía por qué Dios estaba dispuesto a aceptar un altar tan primitivo. Esta no sería la forma en que el hombre construiría el altar.

Según la historia de la civilización, al hombre le gusta construir torres y rascacielos. Los que viven en Nueva York, París, o Tokio, pueden jactarse respectivamente del edificio Empire State, de la torre Eiffel y de la torre de Tokio. El hombre caído aspira construir algo elevado. Vemos el primer caso de esto en Babel (Gn. 11), donde el pueblo buscaba construir no solamente una ciudad, sino también una torre de la cual podían jactarse. Esto indica que los edificios elevados son construidos para que el hombre se jacte. Cuanto más culta es la gente, más elevados son los edificios que construyen. Sin embargo, Dios manda construir un altar sin escalera. Al hombre le gusta edificar algo con la mayor cantidad posible de escalones. En cuanto a la adoración a Dios, El no permite la capacidad, habilidad, inventiva, sabiduría, labor, ni poder del hombre. Por el contrario, el altar de Dios debe ser algo que a los ojos del hombre, es primitivo e inculto.

En cuanto a la adoración de Dios, la tendencia del hombre natural consiste en usar su propio poder y sabiduría. La gente usa su sabiduría para hacer planes y usa su poder, incluyendo todas las habilidades y capacidades que posee para llevar a cabo sus planes. No obstante, 20:24-26 nos enseña que Dios no reconoce la sabiduría y el poder del hombre. Moisés fue educado en Egipto y conocía todos los aspectos de la cultura egipcia, por ser “educado en toda la sabiduría de los egipcios” (Hch. 7:22), pero Dios no le permitió usar su sabiduría con el fin de edificar un altar que lo adoraran. Moisés no era el único entre el pueblo de Dios que conocía la cultura egipcia. Todos los que salieron de Egipto con él habían nacido allí y hacían las cosas de la manera egipcia. Todos ellos recibieron una fuerte infusión de cultura egipcia. En 20:24-26, Dios les habló claramente acerca de la adoración, pidiéndoles que hicieran un altar de tierra o de piedras. No debían usar piedra tallada, no debían construir un altar tan elevado que necesitara gradas para alcanzarlo. Tal parece que Dios les dijo: “No me interesa la obra ni actividad humanas; tampoco me interesan los métodos ni los conceptos humanos. Para el altar, deben usar los materiales que yo creé. Solamente quiero lo que creé, y no la obra del hombre”.

En teología, a menudo se distingue la religión natural de la religión revelada. Muchos consideran el cristianismo como una religión revelada, la cual tiene su fuente en la revelación de Dios, y consideran las demás religiones como algo natural. No obstante, es muy triste que aun en el cristianismo actual se recalca tanto la obra del hombre como los ma manera humana. En cualquier grupo cristiano podemos detectar fácilmente la obra del hombre y la manera humana, pero es difícil encontrar algo que se base puramente en la revelación de Dios. Considere la situación en el catolicismo y el protestantismo. ¡Cuántos inventos, habilidad, capacidad, planes, maneras, poder y sabiduría humanos! Aun los sermones que dan están llenos de estas cosas. ¿Dónde puede usted escuchar un sermón puro y limitado a la revelación de la Biblia? La mayoría de los sermones tienen muchos elementos de cultura, a menudo mezclados con la verdad de la Palabra. Hace unos años, algunos entre nosotros oímos un mensaje que dio el papa. Este mensaje era una mezcla de verdad bíblica y pensamiento humano. La obra, poder y sabiduría humanos han saturado completamente al cristianismo actual. Como resultado, se ha convertido en una mezcla de revelación de Dios y de religión humana.

Si leemos detenidamente 20:24-26, veremos que la revelación de Dios no da lugar a la obra del hombre ni a su manera. Dios no da siquiera un pequeño lugar al poder del hombre, a su capacidad, a sus habilidades, fuerza, fortaleza, sabiduría, ni a sus planes. Del mismo modo, en el recobro del Señor, no dejamos ningún lugar a la obra del hombre ni a la manera humana. Tengo la certeza de que si alguien llevara un estudio sobre el recobro, se daría cuenta de que no concedemos ningún terreno a la obra del hombre ni a la manera humana. Algunos se preguntarán si la práctica de orar-leer la Palabra es algo inventado por el hombre. No obstante, el orar-leer no es una invención humana; por el contrario, se conforma a la Biblia.

En el cristianismo actual, es fácil ver la obra humana y la manera del hombre. Podemos observar esto aun en la superficie. Entre la mayoría de los cristianos, la obra del hombre y su manera son algo que resalta. Los que han recibido una fuerte influencia de la obra del hombre y de su manera y consideran las reuniones de la iglesia en el recobro del Señor como algo primitivo e inculto. Su actitud hacia nosotros es esta: somos ignorantes y no tenemos ni conocimiento ni educación. Cuando cierta persona me visitó hace algunos años, me preguntó cuántos entre nosotros tienen doctorados. El se jactaba de que entre los que están con él había más de cien personas con doctorado. Este es un ejemplo de que en el cristianismo actual le presta mucha atención al poder humano, a la capacidad, habilidad, y sabiduría humanos. La gente puede pretender adorar a Dios, pero en su adoración, la obra y la manera del hombre en realidad han han descartado a Dios. Cuando el imperio romano adoptó el cristianismo, se introdujeron muchos elementos culturales en la llamada iglesia católica. Constantino el Grande abrió el camino para que se introdujeran muchas cosas paganas. Esto hizo que el cristianismo llegara a ser una mezcla de los diferentes elementos de la cultura humana. Además, la iglesia católica introdujo todas estas cosas en su culto. Por esta razón, en el culto practicado en el catolicismo hay muchas invenciones humanas. El catolicismo está lleno de maneras, obras, poder y sabiduría humanas. No obstante, a los ojos de Dios es abominable introducir algo humano en la adoración a El.

Ahora quisiera dirigir una palabra especial a los jóvenes. No sabemos cuándo el Señor volverá. El recobro puede necesitar varios años todavía. Cuando algunos de ustedes empiecen a tomar la delantera en las iglesias, pensarán que el recobro del Señor fue llevado a este país de manera primitiva. Luego ustedes desearán usar “herramientas” para tallar piedras, embellecer el recobro y exaltarlo. Se necesitará automáticamente “gradas” para alcanzar lo que ha sido edificado de esta manera. De hecho, en el pasado algunos propusieron unas cosas para elevar el recobro en ciertos aspectos. Algunos intentaron establecer una pirámide en cuanto al grupo de servicio. Sin embargo, por la misericordia y la gracia del Señor, esta pirámide fue demolida. Cada una de las escaleras llevando a la cima de la pirámide fue derrumbada. Más bien, dimos simplemente a cada uno la oportunidad de servir si así lo deseaba.

Jóvenes, no traigan la obra y manera humanas en el culto a Dios. Introducir algo humano es un insulto al Dios que adoramos. Si estudiamos la historia de la religión y la situación presente del cristianismo, veremos una abundancia de obra y manera humanas. Pero lo repito: Dios no permite que estas cosas sucedan en Su adoración.


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