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Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
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ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE CINCUENTA Y CUATRO

PABLO VINDICA SU AUTORIDAD APOSTÓLICA

(5)

Lectura bíblica: 2 Co. 11:16-33

Hasta ahora hemos abarcado tres aspectos de la vindicación que Pablo hace de su autoridad apostólica: su lucha según el Espíritu, la medida de la regla de Dios y el hecho de que celaba a los creyentes por causa de Cristo con miras a protegerlos de los falsos apóstoles. En este mensaje vamos a considerar un cuarto aspecto, el de la jactancia forzada de Pablo. En una sección bastante extensa de 2 Corintios (11:16—12:18), Pablo vindica su autoridad con una jactancia forzada. Él no quería gloriarse, pero fue necesario que lo hiciera.

PARECE SER NECIO

En 11:16-33 Pablo no fue sabio de una manera natural, ni jugó a la diplomacia. Si él hubiera sido sabio o político, no se habría gloriado. No obstante, Pablo estuvo dispuesto a parecer necio gloriándose.

Debemos aprender de Pablo que hay ocasiones en que no debemos ser tan sabios ni diplomáticos. Nuestra cortesía natural podría ser una especie de sabiduría sutil. Nosotros necesitamos más bien ser fieles, honestos y francos. Pero al hacerlo, tal vez pareceremos necios a los ojos de los demás.

En estos versículos Pablo ruega a los corintios a que toleren su necedad. Les pide permiso para ejercer necedad al gloriarse. En el versículo 16 él declara: “Otra vez digo: Que nadie me tenga por necio; o de otra manera, recibidme como a necio, para que yo también me gloríe un poquito”. Aquí Pablo parece decir: “Tolerad mi necedad. Hasta ahora he sido sabio, pero ahora debo hablar duramente. Antes de hacer eso, os pido que toleréis mi necedad. Estoy a punto de deciros algo de manera muy franca”. Luego, Pablo usa ciertas expresiones francas y severas.

Una persona que ejerce sabiduría jamás hablaría de esta manera. Por el contrario, sería cortes y trataría de ganar el aprecio de los demás. En los capítulos anteriores, Pablo fue sabio, pero aquí él parece ser necio, gloriándose y usando expresiones irónicas.

En ocasiones, para poder pronunciar la verdad, tal vez tengamos que parecer necios a los demás. Martín Lutero hizo esto cuando le declaró al cristianismo degradado que la justificación se obtiene totalmente por fe. Cuando hizo eso, él ejerció necedad. Todo aquel que desee mantener una posición elevada en la jerarquía religiosa, jamás haría eso.

Como hemos indicado, en el capítulo once vemos la necedad de Pablo. Él ya ha usado expresiones tales como falsos apóstoles, obreros fraudulentos y ministros de Satanás. Cuando leemos estas expresiones, todos nos ponemos del lado de Pablo. No obstante, cuando él escribió esta epístola, no le era fácil usar esas expresiones. Si usted hubiera sido Pablo, ¿habría tenido la osadía de escribir esta epístola? Probablemente la mayoría de nosotros jamás escribiría de esta manera. Quizás habríamos hablado con amabilidad acerca de los judaizantes. No habríamos tenido la osadía de usar expresiones tales como falsos apóstoles, obreros fraudulentos, o ministros de Satanás. Pero puesto que Pablo estuvo dispuesto a parecer necio, él tuvo la osadía de hablar de esa manera.

¿No diría usted que el versículo 16 lo escribió una persona necia? Primero Pablo declara: “Que nadie me tenga por necio”; luego, añade: “De otra manera, recibidme como a necio, para que yo también me gloríe un poquito”. ¿Qué pensaría usted si una persona llegara a su localidad y hablara así? ¿No lo tendría por una persona muy necia? Una persona sabia ciertamente hablaría de otro modo.

En los versículos 17 y 18, Pablo dice: “Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en necedad, con esta confianza de gloriarme. Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré”. ¿No diría usted que Pablo parece estar fuera de sí cuando declara que él hablará algo que no es según el Señor? Tal vez pensemos que si Pablo no habla conforme al Señor, él debe callarse. ¿Cómo podría un apóstol hablar algo que no es según el Señor? No obstante, Pablo pronunció esas palabras. Si hubiéramos estado presentes en ese momento, quizás le habríamos aconsejado que no escribiera de esa manera.

¿Qué quiere decir Pablo cuando usa la expresión “con esta confianza” en el versículo 17? Esta confianza parece estar relacionada con el hecho de que Pablo es necio, con el hecho de que él está fuera de sí. Si él no tuviera esa confianza, ciertamente no podría gloriarse. De otro modo, se habría conducido como una persona muy culta y no se habría gloriado en lo absoluto. Una persona que tiene la confianza de que no está fuera de sí, jamás se gloriaría de la manera en que Pablo lo hizo en 2 Corintios 11.

Después de expresar palabras irónicas a los corintios acerca de que ellos toleraban de buena gana a los necios (v. 19), Pablo declara en el versículo 20: “Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno os toma como presa, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas”. Aquí Pablo parece decir: “Si vosotros toleráis de buena gana todo esto, ¿no podráis tolerarme a mí, uno que es necio y que está fuera de sí?”


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