Información del libro

Estudio-vida de Hechospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1419-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 19 de 72 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE DIECINUEVE

LA PROPAGACION EN JERUSALEN, JUDEA
Y SAMARIA MEDIANTE EL MINISTERIO
DE LA COMPAÑIA DE PEDRO
(14)

Lectura bíblica: Hch. 6:1-7

En este mensaje estudiaremos 6:1-7. En 6:1-6 se narra el nombramiento de siete diáconos y en el versículo 7 vemos el crecimiento de la palabra de Dios y la multiplicación de los discípulos.

EL NOMBRAMIENTO DE LOS SIETE DIACONOS

Surge un problema en la vida de iglesia

Leamos Hechos 6:1: “En aquellos días, al multiplicarse el número de los discípulos, hubo murmuración de los helenistas contra los hebreos, porque las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.” Los helenistas eran judíos que hablaban griego y los hebreos eran judíos que hablaban hebreo. Desde el principio de la vida práctica de iglesia, hubo problemas causados por los diversos idiomas. Para solucionar estos problemas, se tomaron las medidas necesarias.

A menudo se presentan problemas en la vida de iglesia. Estos problemas no son causados por extraños sino por los que están en la iglesia. El primer problema mencionado en Hechos fue causado por una pareja, Ananías y Safira, quienes eran ambiciosos y deshonestos. Dios resolvió este problema con Su juicio soberano. Esto demuestra que no debemos tratar de resolver ciertos problemas de la iglesia, pues el Señor en Su soberanía los puede solucionar. En el capítulo seis de Hechos, encontramos otra clase de problema: un problema de idiomas o razas. Aparentemente el problema de la iglesia en Jerusalén se debió a diferencias de idioma entre los que hablaban hebreo y los que hablaban griego, pero en realidad, fue causado por diferencias de raza.

En Hechos 2 se nos dice que muchos judíos habían venido de su dispersión a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés. Estos judíos, dispersos entre otras razas, paulatinamente llegaron a hablar los idiomas de ellas. Por esta razón, los que venían a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés, no hablaban hebreo, sino su propia lengua. Por ejemplo, los helenistas hablaban griego. Esta diferencia de lenguas llegó a constituirse un problema. Sin embargo, la verdadera causa no fue el idioma sino la raza. Si todo el linaje humano perteneciera a una sola raza, entonces es probable que hubiera un solo idioma. Los distintos idiomas son el resultado de las distintas razas. En Génesis 11 vemos que la fuente de este problema fue Babel.

Por experiencia, sabemos que los diferentes idiomas son causa de problemas en la vida de iglesia. Por ejemplo, entre los que fueron salvos por medio de nuestra predicación en la isla de Taiwán, hubo personas que hablaban distintos idiomas incluyendo el dialecto local. Debido a esto, ciertamente sufrimos problemas.

Cuando llegamos a Estados Unidos, no llevamos a cabo una obra exclusiva para los chinos. No obstante, puesto que emigran tantos chinos a este país fue necesario empezar una obra entre ellos, la cual el Señor ha bendecido grandemente. Agradecemos al Señor porque a pesar de que entre nosotros hay tantos diferentes idiomas y razas no hemos tenido problemas por ello. Le damos gracias al Señor por Su misericordia y por todo lo que hemos aprendido en cuanto a esto en el pasado. ¡Lo alabamos porque las razas y los idiomas han dejado de ser un problema!

Siete varones llenos del Espíritu Santo

En Hechos 6, los apóstoles enfrentaron un problema causado por diferencias de lengua y de raza. Sin embargo, ellos obraron sabiamente para solucionar el problema y brindar cuidado a todos los santos.

Hechos 6:2 dice: “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas”. Este versículo nos muestra que en la vida de iglesia debemos dar más atención a unas cosas más que a otras. Ministrar la palabra y orar son asuntos que tienen mayor prioridad que servir a las mesas.

En los versículos 3 y 4 los apóstoles añadieron: “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría, a quienes encarguemos de este menester. Y nosotros perseveraremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. La palabra griega traducida “llenos” en el versículo 3 es pléres, una forma adjetiva de pleróo, según el uso aquí y en 6:5; 7:55; 11:24 y Lucas 4:1. Estar lleno del Espíritu es la condición que resulta de ser lleno del Espíritu de manera interna y esencial, como se menciona en 13:52. Esto se refiere a la vida, no a la obra. La palabra “sabiduría” en 6:3 indica también que estar lleno del Espíritu tiene como fin la vida, según Lucas 2:52.

En el versículo 4, los apóstoles dijeron que perseverarían en la oración y en el ministerio de la palabra. Orar no consiste solamente en rogarle al Señor que haga cosas por Su mover, sino también en ejercitar y fortalecer nuestro espíritu. Por tanto, la oración debe preceder al ministerio de la palabra, tal como lo practicaban los apóstoles. Sin la oración, el ministerio de la palabra no puede ser vivificado ni revestido de poder.

Los apóstoles pidieron a la multitud que escogieran de entre ellos a siete varones de buen testimonio, quienes se encargarían de esta necesidad. Leamos los versículos 5 y 6: “Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, después de orar, les impusieron las manos”. Puesto que fueron escogidos para servir a las mesas, se les puede considerar diáconos, como los que Pablo y sus colaboradores designaron más adelante en las iglesias (Ro. 16:1; Fil. 1:1; 1 Ti. 3:8).

Según el versículo 6, los apóstoles impusieron las manos sobre los siete diáconos. En la Biblia, la imposición de manos tiene dos funciones: una para identificación como en Levítico 1:4; y la otra para impartir algo, como en 1 Timoteo 4:14.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top