Información del libro

Estudio-vida de Mateopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1422-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 47 de 72 Sección 1 de 5

ESTUDIO-VIDA DE MATEO

MENSAJE CUARENTA Y SIETE

LA SENDA QUE CONDUCE A LA GLORIA

(6)

El libro de Mateo a menudo relaciona eventos que aparentemente no tienen conexión entre sí. Podemos ver esto al final del capítulo quince y al principio del capítulo dieciséis. ¿Por qué Mateo 16:1 habla acerca de cómo los religiosos intentaron tentarle al Señor Jesús? ¿Qué relación existe entre dicha tentación y el final del capítulo quince, donde vemos el asunto de la alimentación corporativa? Aquí cuatro mil hombres, sin contar a las mujeres ni a los niños, fueron alimentados con sólo siete panes y unos cuantos peces. Aparentemente Mateo 16:1-12 no tiene ninguna relación con el capítulo quince, pero cuando escudriñamos a fondo la doctrina revelada en Mateo, encontramos que sí existe relación entre estos pasajes.

IX. GUARDARSE DE LA LEVADURA
DE LOS FARISEOS Y DE LOS SADUCEOS

Al alimentarnos debemos ser muy cuidadosos de no comer ningún tipo de levadura. En Mateo 16:1-12 lo crucial no consiste en la tentación de parte de los fariseos y los saduceos, sino en la levadura que estos religiosos mezclaron ocultamente en sus palabras. La levadura es un ingrediente que se utiliza en la elaboración del pan para leudar la masa. Sin embargo, lo que se muestra no es la levadura sino el pan. Cuando comemos pan, no nos damos cuenta de que también estamos comiendo levadura, pues ésta se halla escondida en el pan de modo que no puede verse. Aunque nadie puede ver la levadura escondida en la tentación de los fariseos y saduceos, se encuentra ahí de manera oculta.

Como hemos visto, el capítulo quince trata de la alimentación. Desde Mateo 15:1 hasta 16:12, el relato está estrechamente relacionado con la comida. Comer cosas inmundas puede contaminarnos (15:1-20). Tenemos más necesidad de nutrirnos interiormente que de lavarnos exteriormente. Comer es la manera de participar de Cristo (15:21-28) y de convertirnos de perrillos gentiles en hijos de Dios, en personas apropiadas. Al comer nos alimentamos del suministro de Cristo, que es una provisión ilimitada e inagotablemente rica (15:32-39). Mateo 15 concluye con la narración del comer corporativo; sin embargo, debemos guardarnos de comer levadura (16:5-12), especialmente la levadura escondida en la gente religiosa, como los fariseos y los saduceos. Los fariseos representan a los fundamentalistas; y los saduceos, a los modernistas. Le agradezco mucho al Señor porque la Biblia los menciona a ambos. En la religión actual también hay fundamentalistas y modernistas. Los primeros, los fundamentalistas, tienen unas creencias profundamente escriturales; los segundos, los modernistas, niegan lo que la Biblia afirma.

En Mateo 16 Cristo fue presentado como el pan, pero los religiosos lo dañaron añadiendo levadura ocultamente. Repito que Cristo vino como el pan, pero los religiosos, tanto los fundamentalistas como los modernistas, fueron la levadura. La religión introduce sutilmente la levadura. Recordemos la parábola de la levadura en Mateo 13:33. Cristo es la flor de harina que alimenta al pueblo de Dios para la satisfacción de Dios, pero la mujer, la apóstata Iglesia Católica Romana, tomó levadura y la escondió en la harina. Aparentemente la levadura logra que la flor de harina sea más fácil de comer, pero en realidad, la contamina. En el capítulo quince vemos que el pan no sólo está disponible para los perrillos gentiles, sino también para la multitud que está en el desierto. En el capítulo dieciséis el Señor les advirtió a Sus discípulos, y parecía estar diciendo: “Tened cuidado con lo que coméis, está bien que comáis de Mí, pero debéis tener cuidado de la levadura religiosa”. En los tiempos del Señor ya existían los fariseos y los saduceos, y actualmente también los encontramos. Estos religiosos, si son fundamentalistas o modernistas, llevan consigo una levadura oculta y secreta.

Ahora podemos ver claramente la relación que existe entre los capítulos quince y dieciséis. Podemos entender la razón por la que Mateo presenta el asunto de la levadura inmediatamente después del comer corporativo. Tenga cuidado, pues mientras disfruta del comer corporativo es fácil que la levadura se introduzca inadvertidamente a usted y aun a toda la iglesia. En efecto, la levadura sí se introdujo en la iglesia. La iglesia no se mantuvo muy alerta al respecto y no mucho después del Pentecostés, la levadura fue introducida. El pan del cual la iglesia se había estado alimentando fue completamente leudado. De manera que la palabra del Señor en Mateo 16:6 y 11 no fue únicamente una advertencia, sino una profecía.

Al final del capítulo quince los discípulos entendieron que el Señor Jesús vino como el pan para los hijos de Dios. Inicialmente, los gentiles eran perrillos sucios, pero después de comer de Cristo fueron regenerados y llegaron a ser hijos de Dios, hombres apropiados que pueden disfrutar a Cristo de una manera corporativa. Cuando los discípulos comprendieron todo esto, deben de haber estado felices. Sin embargo, el Señor parecía decir: “Es bueno que me comáis y que disfrutéis del comer corporativo, pero debéis saber que hay gente religiosa que en el nombre de Dios, aparentando adorar a Dios, introducirán levadura. Estos serán utilizados por el enemigo para introducir secretamente algo que dañará y contaminará la masa. Debéis tener cuidado de esto”.

El Señor Jesús vino como el pan para que los pecadores lo comieran y así ser regenerados como hijos de Dios y transformados en hombres apropiados para alimentarse de Cristo corporativamente. Aunque esto es maravilloso, existe el peligro de que la levadura sea introducida por los religiosos. En el cristianismo los religiosos son grandemente respetados, pero yo hablo de ellos negativamente porque yo sé que los religiosos siempre tienen algo de levadura, y bajo la apariencia religiosa introducen ciertos asuntos que perjudican y contaminan la obra de Dios. Por lo tanto, debemos aprender a guardarnos de la levadura mientras disfrutamos a Cristo como nuestro pan celestial.

La levadura siempre proviene de la religión, de los fariseos y los saduceos. Marcos 8:15 habla también de la levadura de Herodes. Mateo no menciona este tipo de levadura porque su propósito es mostrar que al alimentarnos de Cristo, corremos el riesgo de tomar también algo religioso. Cualquier cosa religiosa puede contener levadura. La levadura de los fariseos y los saduceos estaba en sus enseñanzas (16:12). Los fariseos enseñaban de tal manera que la gente no se daba cuenta del daño que les causaban. Pues de otra manera nadie los habría escuchado. Esto mismo sucedía con los saduceos. Si ellos no hubieran dado la impresión a la gente de que sus enseñanzas les ayudarían, nadie los habría escuchado. El principio es el mismo hoy en día. En la cristiandad de hoy se da enseñanza tras enseñanza, y cada una parece ayudar a la gente. Nadie le diría a usted que la enseñanza que le imparte posiblemente podría hacerle daño o desviarle. Por el contrario, todo el que tiene una enseñanza pretende que su enseñanza es buena y de gran ayuda. Esta es la razón por la cual a la gente le gustan las enseñanzas. Pero debemos saber que la levadura puede a menudo estar escondida bajo la apariencia de enseñanzas religiosas.

Cristo es el pan celestial enviado por Dios y de Dios. Sin embargo, la levadura es algo enviado por Satanás y de Satanás. De manera que Dios envió el pan, y el enemigo envió la levadura. Dios se ocupa de introducir a Cristo en Su pueblo, y el enemigo sigue procurando añadir levadura mientras los hijos de Dios se alimentan de Cristo. Este principio es evidente en el catolicismo actual. Tomemos por ejemplo la Navidad. El nacimiento y la encarnación de Cristo son la flor de harina que nos nutre. Pero la Navidad es levadura. El nacimiento de Cristo es puro. ¡Cuán puro es el que Dios se haya encarnado! Pero ¡cuánta contaminación y corrupción hay en la práctica de la Navidad! Incluso podemos hallar bailes de Navidad y posadas. ¡Cuánta levadura hay en el asunto de la Navidad! La tradición navideña está tan llena de levadura que difícilmente podemos encontrar en ella algo de la harina fina.

Podemos aplicar este principio a casi todas las prácticas de la cristiandad actual. Por ejemplo, no hay nada malo con ser un siervo de Dios pero, ¿por qué la gente utiliza el título de reverendo? Llamarse a sí mismo reverendo es introducir la levadura. También es levadura que el cristianismo se denomina con varios nombres, como por ejemplo: luterano o bautista. Todos estos títulos son levadura. Asimismo, alabar al Señor es una práctica pura, pero presentar un solista es introducir levadura. Aunque podemos disfrutar el comer corporativo de Jesús, debemos guardarnos de la levadura religiosa y escondida. Incluso es posible que los amados santos que están en el recobro del Señor se pregunten: ¿Qué hay de malo con presentar un solista con algún canto especial en la reunión? ¡Oh, cuánto debemos cuidarnos de todo tipo de levadura! No es fácil discernir que la levadura está oculta en el pan.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top