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Estudio-vida de 1 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1445-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 39 de 69 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE LA PRIMERA
EPISTOLA A LOS CORINTIOS

MENSAJE TREINTA Y NUEVE

LO TOCANTE AL ABUSO DE LIBERTAD
EN CUANTO A LOS ALIMENTOS Y AL CUERPO

(2)

Lectura bíblica: 1 Co. 6:13-20

En 6:15, 17 y 19 encontramos tres temas cruciales: primero, nuestros cuerpos son miembros de Cristo; segundo, somos un solo espíritu con el Señor; y tercero, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Pablo introduce estos temas de una manera maravillosa, y lo hace en el contexto del caso que trata del abuso de libertad en cuanto a los alimentos y al cuerpo.

MIEMBROS DE CRISTO

Leamos el versículo 15: “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?” Puesto que estamos unidos orgánicamente a Cristo (v. 17), y ya que Cristo mora en nuestro espíritu (2 Ti. 4:22) y hace Su hogar en nuestro corazón (Ef. 3:17), todo nuestro ser, incluyendo nuestro cuerpo purificado, viene a ser miembro de El. Por lo tanto, para experimentar este hecho debemos presentarle nuestro cuerpo (Ro. 12:1, 4-5).

UN SOLO ESPIRITU CON EL SEÑOR

En el versículo 17 Pablo escribe: “Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con El”. Esto se refiere a la unión orgánica que los creyentes tienen con el Señor al creer en El (Jn. 3:15-16). Esta unión es mostrada por la de los pámpanos y la vid (Jn. 15:4-5). No sólo es un asunto de vida, sino también en vida (la vida divina). Tal unión con el Señor resucitado sólo puede efectuarse en nuestro espíritu.

La expresión un solo espíritu indica que el Señor como Espíritu se mezcla con nuestro espíritu. Nuestro espíritu fue regenerado por el Espíritu de Dios (Jn. 3:6), el cual ahora está en nosotros (v. 19) y es uno con nuestro espíritu (Ro. 8:16). Esta es la manera en que el Señor, quien se hizo el Espíritu vivificante por medio de la resurrección (15:45; 2 Co. 3:17) y quien está ahora con nuestro espíritu (2 Ti. 4:22), es hecho real a nosotros. En las epístolas de Pablo, por ejemplo en Romanos 8:4-6, frecuentemente se hace referencia a este espíritu mezclado.

EL TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO

En el versículo 19 Pablo escribe: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” El Espíritu Santo está en nuestro espíritu (Ro. 8:16), y nuestro espíritu está en nuestro cuerpo. Por tanto, nuestro cuerpo viene a ser un templo, una morada, del Espíritu Santo.

En el versículo 20 Pablo concluye diciendo: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo”. El precio se refiere a la sangre preciosa de Cristo (Hch. 20:28; 1 P. 1:18-19; Ap. 5:9). Glorificar a Dios en nuestro cuerpo es permitir que Dios, quien mora en nosotros (1 Jn. 4:13), ocupe e impregne nuestro cuerpo y se exprese a través de él, que es Su templo, especialmente con relación a las viandas y al matrimonio, conforme al contexto de esta sección, 6:13—11:1. Para esto, debemos ejercer un control severo y estricto sobre nuestro cuerpo, poniéndolo en servidumbre (9:27) y presentándolo a Dios como sacrificio vivo (Ro. 12:1).

SE NECESITA UNA CAPACIDAD APROPIADA

Los versículos de 1 Corintios 6 son los únicos en el Nuevo Testamento que afirman que nuestros cuerpos son miembros de Cristo, que somos un solo espíritu con el Señor y que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Sin embargo, es posible que al leerlos, los pasemos por alto y no dediquemos suficiente tiempo para estudiarlos y ver los puntos importantes que ellos revelan. ¿Cuánto tiempo ha pasado usted estudiando el versículo 15, el cual afirma que nuestros cuerpos son miembros de Cristo? Son pocos los creyentes que han dedicado la debida atención a este versículo. Sí, se han dado mensajes acerca del versículo 19, en los cuales se habla de que el cuerpo de los creyentes es templo del Espíritu Santo. Pero, antes de llegar al recobro del Señor, ¿escuchó usted algún mensaje que hablara de que estamos unidos al Señor y que somos un solo espíritu con El? Estos tres puntos son dignos de un estudio minucioso. Por supuesto, no me refiero a un simple estudio de las letras impresas, sino a un estudio a la luz de la experiencia.

Como cristianos, somos un solo espíritu con el Señor. Pero son muy pocos los que viven esta realidad. ¿Sabe usted de algún libro o de algún mensaje que lleve por título: “Un solo Espíritu con el Señor”? Debido a que han sido influenciados por la teología y las prácticas tradicionales, los cristianos en su mayoría no pueden digerir versículos tales como 6:17. Pareciera que asuntos de vital importancia tal como ser un solo espíritu con el Señor no halla cabida en ellos. Pero en ellos hay amplio espacio para asuntos tales como la santidad, la victoria, el poder, los milagros y hablar en lenguas. Algunos cristianos del movimiento pentecostal ponen mucho énfasis en hablar en lenguas. En algunos casos ni siquiera les interesa si la práctica es auténtica o no. Tienen tanta afición por hablar en lenguas, que no les interesa orar cuerdamente, ni les atrae en absoluto la visión central del ministerio de Pablo, el cual completa la revelación divina. Si alguien habla en lenguas, fácilmente se entusiasman. Pero si alguien ora: “Señor, gracias por Tu misericordia y por Tu gracia”, rápido pierden el interés. Este tipo de oración no significa nada para ellos. Además, si usted les habla de la visión de la economía de Dios, no le entenderían. ¿Cree usted que personas así podrán conocer la Palabra de Dios? No, no pueden conocerla, pues las verdades cruciales de la revelación divina no hayan cabida en ellos.

La condición actual de muchos cristianos se parece a la de los discípulos del Señor Jesús, los cuales no tenían la capacidad de asimilar las palabras del Señor respecto al pan de vida. El Señor dijo que El era el pan de vida, que había bajado del cielo para dar vida, que Su carne era comestible y Su sangre bebible, y que todo aquel que lo comiera viviría por causa de El (Jn. 6:33, 35, 55, 57). Los que no pudieron recibir estas palabras, dijeron: “Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?” (Jn. 6:60).

Es posible que nuestra capacidad de recibir la revelación divina también esté muy limitada. Debido a la influencia estupefaciente de la religión y la tradición, es posible que no seamos aptos para recibir lo que dice Pablo respecto a que somos un solo espíritu con el Señor, o lo que dice en cuanto a que nuestros cuerpos son miembros de Cristo. Tal vez seamos semejantes a una persona que come ajo o que permanece en una habitación saturada del olor a ajo. Con el tiempo, la persona se vuelve insensible al sabor del ajo, su olfato se acostumbra de tal manera que dicho olor le es normal. Según el mismo principio, nuestros sentidos espirituales del olfato y del gusto, y en efecto todo nuestro ser, pueden estar bajo la influencia del cristianismo tradicional de tal manera que perdemos la capacidad de percibir ciertos puntos cruciales de la economía de Dios. Si tal es nuestra condición, aunque leamos 1 Corintios 6 muchas veces, los versículos 15 y 17 no dejarán ninguna impresión en nosotros.

Durante muchos años, yo también leí 1 Corintios 6 sin ver el significado crucial del versículo 17. Pero un día empecé a entender este versículo. Fue como si nunca antes lo hubiera leído. De hecho, me preguntaba si realmente se encontraba en la Biblia. En el versículo 17 Pablo dice claramente: “Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con El”. De ahí en adelante, empecé a dedicarle mucha atención a este versículo y a ejercitarme por experimentarlo.

En 1947 y 1948, el hermano Nee recalcó mucho la necesidad de ejercitar el espíritu y de liberarlo. A menudo decía que en todo lo que hiciéramos, fuera predicar el evangelio, tener contacto con los santos o ministrar la Palabra, debíamos ejercitar nuestro espíritu y liberar nuestro espíritu. Destacó también que la parte de nuestro ser que más usamos es a la que damos más énfasis. Por ejemplo, si una persona vive según su mente, ésta se manifestará cada vez que ella hable. Del mismo modo, una persona que vive según sus emociones, expresará sus emociones. Me ayudó mucho esta comunión, y a partir de entonces, he procurado ejercitar mi espíritu y liberarlo. No obstante, el versículo 17 no había atraído mi atención.

En 1958, el Señor empezó a revelarme asuntos tales como comer al Señor, beberlo y disfrutarlo. En aquel entonces comencé a entender las palabras de Juan 6:57, donde el Señor dice: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí”. Me di cuenta también de que si queremos comer al Señor, beberlo y disfrutarlo, debemos conocer nuestro espíritu. De otra manera, no se puede contactar al Señor. En un mensaje dije que sólo conociendo la naturaleza del alimento, se puede saber cómo comerlo. Del mismo modo, si queremos comer al Señor, debemos conocer Su naturaleza. Ahora el Señor es el Espíritu vivificante, lo cual significa que la naturaleza del alimento espiritual es espíritu. Podemos tener contacto con el Espíritu sólo por medio de nuestro espíritu. Leamos Juan 4:24: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”. En este versículo aprendemos que sólo el espíritu puede tocar al Espíritu, y sólo el espíritu puede adorar al Espíritu.

En 1960, la carga, la luz y la palabra en cuanto al espíritu se intensificaron, lo cual redundó en muchos mensajes sobre el tema del espíritu. Cuando comencé a ministrar en este país, mi énfasis también fue el espíritu. Si usted lee los primeros ejemplares de la revista The Stream [El manantial], se dará cuenta de que muchos de los mensajes giran en torno al espíritu. Puedo testificar que 1 Corintios 6:17 ha influido enormemente el ministerio que me fue dado por el Señor.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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