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Estudio-vida de Lucaspor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1203-5
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ESTUDIO-VIDA DE LUCAS

MENSAJE SESENTA Y NUEVE

EL JUBILEO

(6)

Lectura bíblica: Lv. 25:10-12, 19-22; Mt. 11:28; Fil. 4:6-7, 9; Lc. 15:23; 1 Co. 5:8; Ef. 3:8; Fil. 1:19; 2 Co. 12:9, 13:14.

Continuaremos estudiando el vivir del jubileo, que es, la clase de vida que se lleva en el jubileo. Hemos indicado en el mensaje anterior que este es una vida de reposo en la buena tierra y de disfrute de las riquezas de la misma. Nuestra vida cristiana debe ser una vida llena de libertad y liberación, una vida llena de reposo, satisfacción y disfrute.

UNA VIDA DE DISFRUTE

Lucas 15:23 indica que la vida cristiana debe ser una vida de disfrute: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y regocijémonos”. El regreso del hijo pródigo a la casa de su padre dio por resultado que él y todos los que estaban en la casa pudieron comer, beber y regocijar. Esto indica que debemos comer a Cristo, quien es el becerro gordo, beber el Espíritu vivificante y regocijarnos disfrutando al Dios Triuno y las riquezas de la casa de Dios.

Cuando leamos 1 Corintios 5:8 veremos que la vida cristiana es una fiesta: “Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”. Aquí la fiesta se refiere a la fiesta de los panes sin levadura como continuación de la Pascua (Ex. 12:15-20). Esta fiesta duraba siete días, un período completo, el cual representa toda nuestra vida cristiana, desde el día de nuestra conversión hasta el día del arrebatamiento. Esta es una fiesta larga que debemos celebrar con panes sin levadura, que son el Cristo como nuestro alimento y disfrute. Sólo El es el suministro vivo de sinceridad y verdad, absolutamente puro, sin mezcla, y lleno de realidad. Tal fiesta es un tiempo para disfrutar. Toda la vida cristiana debe ser tal fiesta, un gran disfrute de Cristo como nuestro banquete, el rico suministro de vida. Por lo tanto, en 1 Co. 5:8 Pablo nos exhorta a que celebremos la fiesta con Cristo, quien es el pan sin levadura.

En una fiesta no se trabaja, más bien se come, se disfruta, se está satisfecho y se reposa. En la vida cristiana Cristo debe ser nuestra comida, disfrute, satisfacción y reposo.

En Efesios 3:8 Pablo dice: “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar a los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo”. Pablo no predicó doctrinas sino las riquezas de Cristo. Las riquezas de Cristo son lo que Cristo es para nosotros, como por ejemplo luz, vida, justicia y santidad, para nuestra experiencia y disfrute. Estas riquezas son inescrutables e insondables. La vida cristiana es una vida en la cual se disfruta las inescrutables riquezas de Cristo.

En Filipenses 1:19 Pablo habla de la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. La vida cristiana es una vida en la cual se disfruta esta abundante suministración.

En 2 Corintios 12:9 vemos que Pablo experimentó y disfrutó la gracia de Cristo: “Y me ha dicho: Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la debilidad”. Luego en 2 Corintios 13:14 Pablo añade: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. Sin duda, la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo son para que lo disfrutemos. La gracia del Señor es el Señor mismo como vida para nosotros, para que lo disfrutemos; el amor de Dios es Dios mismo como la fuente de la gracia del Señor; y la comunión del Espíritu es el Espíritu mismo como la transmisión de la gracia del Señor con el amor de Dios para que participemos en ellos. El resultado de disfrutar la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo es satisfacción, y el fruto de este disfrute y satisfacción es reposo. Todos los cristianos deben tener este disfrute, satisfacción y reposo.

Sin embargo, sólo una minoría de cristianos disfrutan diariamente la gracia de Cristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu. ¿Cuánto hemos experimentado de este disfrute? Muchos de nosotros laboramos y estamos llenos de ansiedad y preocupación. Además, tenemos muchas ilusiones y sueños. Con el tiempo, nos desanimamos y sufrimos porque estos sueños no se han realizado. Muchos de nosotros diariamente laboramos, nos preocupamos, soñamos y sufrimos. Tal vez alguien sueña con ser rico, pero este sueño le conduce a la decepción y al sufrimiento. La vida humana es una vida de labor, preocupaciones, sueños y sufrimientos.

Algunos cristianos que están todavía laborando, preocupados, soñando y sufriendo quizás digan: “Después de que me hice cristiano pensé que la vida sería mejor, pero es casi lo mismo. Entonces, ¿cuál es el propósito de ser un cristiano?” Debido a preguntas como éstas, la enseñanza de la prosperidad, una enseñanza que declara que los cristianos pueden llegar a ser ricos y prósperos, atrae a muchos cristianos. Sin embargo, es un hecho que la mayoría de los cristianos laboran, se preocupan, sueñan y sufren. Además, la mayoría de ellos, no importa si tienen éxito o si fracasan, van en ruta descendente.


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