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Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 24 de 59 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE VEINTICUATRO

TRANSFORMADOS DE GLORIA EN GLORIA EN LA IMAGEN DEL SEÑOR COMO POR EL SEÑOR ESPÍRITU, AL MIRAR Y REFLEJAR SU GLORIA
A CARA DESCUBIERTA

(2)

Lectura bíblica: 2 Co. 3:16-18

En 3:18 Pablo dice: “Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu”. Hemos visto que Pablo, como modelo de uno que vive a Cristo por causa de la iglesia, experimentaba la transformación cada día. La transformación de la que habla 3:18, que es un cambio metabólico, va de gloria en gloria, es decir, del Señor Espíritu al Señor Espíritu. Hemos abarcado estos asuntos en el mensaje anterior. En este mensaje vamos a ver cómo somos transformados de gloria en gloria.

MIRAR Y REFLEJAR

Como lo indica el título de este mensaje, somos transformados mirando y reflejando la gloria del Señor. No solamente somos transformados al ver al Señor, sino también al reflejarlo. Un espejo tiene la capacidad de mirar un objeto y reflejarlo. Las palabras “mirando y reflejando como un espejo” son la traducción de una sola palabra griega. El uso de esta palabra en 3:18 es metafórico. Por una parte, un espejo mira a una persona o un objeto; por otra, el espejo refleja lo que mira. Éstos son los dos aspectos de la función de un espejo. Cada vez que usted está enfrente de un espejo, éste lo mira y también lo refleja. Puesto que el espejo tiene ambas propiedades, usted se puede ver en él.

LA NECESIDAD DE QUE NINGÚN VELO NOS CUBRA

En nuestra experiencia, todos debemos ser espejos que miran al Señor y lo reflejan. No obstante, si queremos ser espejos que miran y reflejan la gloria del Señor, no debemos tener ningún velo sobre nosotros. Supongamos que un espejo está bien en todos los sentidos y se encuentra en la posición correcta en cuanto al objeto que debe mirar y reflejar, pero al espejo lo cubre un velo. Si el espejo esté cubierto con una tela, con un velo, pierde su función. El velo impide que el espejo mire y refleje. Asimismo, si un velo nos cubre a nosotros, no podremos mirar ni reflejar la gloria del Señor.

Si por la misericordia y la gracia del Señor se nos quitan todos los velos, seremos espejos en el sentido de que lo miraremos a Él y lo reflejaremos a cara descubierta. Como espejo que usted es, ¿le cubre algún velo? Si es así, aunque invoque el nombre del Señor, no podrá mirar al Señor. Si queremos mirar y reflejar al Señor, todos los velos deben ser quitados. Cada uno de nosotros debe estar libre de todo velo.

CUBIERTOS POR EL VELO
DE NUESTROS CONCEPTOS RELIGIOSOS

Muchos cristianos no pueden mirar ni reflejar al Señor porque están cubiertos con un denso velo o tal vez con varias capas de velos. Consideren cuánta gente está en el catolicismo actual, y cuántos han sido cubiertos por la influencia del catolicismo. Supongamos que no existiera tal cosa como el catolicismo, y que todos los que están en él fueran incrédulos que no supieran nada de Dios. ¡Cuánto más fácil sería predicarles el evangelio y conducirles al Señor! Muchos recibirían y entenderían con prontitud las cosas espirituales. Sin embargo, si usted intenta hablarles de la economía neotestamentaria de Dios a personas que están en el catolicismo, descubrirá que la mayoría está cubierta de velos. Por tanto, es extremadamente difícil que ellos vean las cosas de Cristo de una manera genuina.

Cierto hermano que está en el recobro del Señor fue criado en el catolicismo. Cuando era niño, sirvió como monaguillo. Pero cuando estaba en la secundaria, recibió al Señor Jesús y fue genuinamente salvo. Contento y lleno de entusiasmo, les contó a los demás la experiencia que tuvo con el Señor. Les dijo: “¡Ahora tengo al Señor Jesús!” Pero uno de sus familiares señaló hacía una imagen de Jesús que estaba en la pared y contestó que ellos ya tenían a Jesús. Indudablemente, esa persona estaba cubierta con un denso velo. Uso este ejemplo para mostrar el hecho de que la religión ha causado que mucha gente esté cubierta de velos, y estos velos les impiden ver al Señor.

A las personas que no han tenido un trasfondo religioso, a menudo les resulta más fácil profundizar en las verdades del Nuevo Testamento que a los que han sido criados en el catolicismo o en el protestantismo. No obstante, aun los que no tienen un trasfondo religioso se encuentran bajo la influencia de la religión. Aun antes de ser cristianos, ya tienen conceptos acerca de la manera en que se debe adorar a Dios. Tal vez ya tienen el concepto de que en el servicio de adoración cristiano hay un pastor que hace ciertas cosas y que la congregación ora o canta de cierta manera. Aun los que no son cristianos son afectados por los conceptos religiosos. Estos conceptos pueden llegar a ser velos.


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