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Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 16 de 65 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE COLOSENSES

MENSAJE DIECISÉIS

PRESENTAR PERFECTO EN CRISTO A TODO HOMBRE

Lectura bíblica: Col. 1:25-28; 2:4, 9; 3:4a; Ef. 3:8-11, 4; 1:23; Jn. 6:57b; 14:19b; Gá. 2:20a; Ef. 4:15, 13b

En Colosenses 1:28 Pablo, refiriéndose al Cristo que mora en nosotros como esperanza de gloria, dice: “A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo a todo hombre”. En el original griego, la palabra “perfecto” podría traducirse también plenamente crecido, completo o maduro. El ministerio de Pablo consistía en impartir a Cristo en otros para que fuesen hechos perfectos y completos al madurar en Cristo hasta obtener el crecimiento pleno. Sin embargo, en la actualidad muchos obreros cristianos ni siquiera tienen la noción de presentar perfecto en Cristo a todo hombre y laboran con metas diferentes. Nosotros, en cambio, debemos tener la misma meta que Pablo.

Incluso al predicar el evangelio, nuestra meta debe ser impartir vida, a fin de presentar a otros maduros, perfectos, en Cristo. Al predicar el evangelio a los incrédulos, al ministrarles a Cristo y al ayudarles a recibir al Señor, no debemos simplemente tener la meta de salvarlos del lago de fuego y de la condenación de Dios. Nuestra meta tampoco debe limitarse a que ellos experimenten el perdón de Dios; más bien, nuestra meta debe ser impartir a Cristo en ellos para que con el tiempo puedan ser presentados perfectos en Cristo. Si al predicar el evangelio no logramos impartir a Cristo en otros, nuestra predicación se encontrará por debajo de la norma de Dios. Debemos infundir a Cristo en todos aquellos con quienes hablemos. Al predicar el evangelio, nuestra meta debe ser impartir a Cristo.

Debemos tener la misma meta al tener comunión con los santos. Cuando nos relacionamos con los santos, nuestra meta debe ser ministrarles a Cristo para que maduren en Él. Examinemos ahora varios asuntos relacionados con el tema de presentar maduro en Cristo a todo hombre.

I. AL MINISTRAR A CRISTO
COMO LA PORCIÓN DE LOS SANTOS

Si hemos de presentar perfecto en Cristo a todo hombre, debemos ministrarles el Cristo que es la porción de los santos (1:12). El Cristo que ministramos debe ser Aquel que es todo-inclusivo, Aquel que es la centralidad y la universalidad de la economía de Dios (1:15, 18-19, 27; 2:4, 9, 16-17; 3:4, 11). Si no experimentamos a Cristo en todos Sus aspectos, nos será muy difícil ministrar a este Cristo a otros. Por ejemplo, si no conocemos por experiencia lo que significa vivir por Cristo, no podemos ayudarle a nadie a vivir por Cristo. Pero si en nuestra vida diaria vivimos a Cristo, lo cultivamos y lo producimos como nuestro fruto, espontáneamente infundiremos a Cristo a otros cuando nos relacionemos con ellos. Cuanto más tomemos a Cristo como nuestra vida y nuestra persona, más capacidad tendremos para ministrar a Cristo en los demás. Al experimentar a Cristo y vivir por Él, influiremos en otros para que hagan lo mismo. Debemos disfrutar a Cristo como nuestra buena tierra; debemos laborar, vivir, andar y tener nuestro ser sumergido en Él. De este modo, infundiremos en los demás el mismo Cristo que experimentamos y por el cual vivimos. Lo que necesitamos en el recobro del Señor no es esforzarnos más por traer a otros a la vida de iglesia, sino ministrar las riquezas de Cristo en las personas para que crezcan y maduren. Por esta razón, nosotros mismos debemos experimentar más a Cristo como la porción de los santos.

II. AL MINISTRAR LAS INESCRUTABLES RIQUEZAS
DE CRISTO PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA

En segundo lugar, si queremos presentar perfecto en Cristo a todo hombre, debemos ministrar las inescrutables riquezas de Cristo para que la iglesia sea edificada y se cumpla el propósito eterno de Dios (Ef. 3:8-11). Es posible ser buenos hermanos o hermanas, según el criterio humano, y al mismo tiempo carecer de las riquezas de Cristo. Al viajar, he conocido a muchos hermanos que carecen de las riquezas de Cristo en su vida diaria, aunque son considerados por todos como buenos hermanos o hermanas. Que el Señor despierte en nosotros la aspiración de ser ricos en Cristo. Debemos orar: “Señor, no quiero parecer bueno cuando en realidad soy pobre en cuanto a Tus riquezas. Por causa de la edificación de la iglesia, lléname de Tus riquezas, Señor”.

Le doy gracias al Señor por los santos cuyo vivir exhibe las riquezas de Cristo. Tales hermanos y hermanas son transparentes. En cambio, quienes están escasos de las riquezas de Cristo, son opacos, sin ninguna transparencia. No obstante, los que poseen las riquezas de Cristo son completamente diáfanos. Cada vez que usted tiene comunión con ellos sobre algún asunto, todo se hace tan evidente para usted porque ellos son tan diáfanos. Los que disfrutan las riquezas de Cristo llegan a ser tan transparentes como el cristal. Cuanto más experimentemos las riquezas de Cristo, más transparentes nos haremos. ¡Que todos anhelemos ser ricos en Cristo y completamente transparentes! Que podamos orar: “Señor, haz de mí un miembro de Tu Cuerpo, alguien que sea rico en Tu vida y completamente transparente. ¡Líbrame de ser un miembro éticamente bueno, pero carente de Cristo!”.

Solamente los que son ricos en Cristo pueden edificar el Cuerpo y cumplir el propósito eterno de Dios. Debemos reconocer que aún falta mucha edificación entre nosotros. Puede ser que nos preocupe más nuestra propia espiritualidad y crecimiento que la edificación de la iglesia. Si estamos escasos de Cristo y nos falta transparencia, no nos importará mucho la edificación de la iglesia; en cambio, si nos llenamos de las riquezas de Cristo y de este modo llegamos a ser transparentes, nos preocupará seriamente la edificación de la iglesia para que se cumpla el propósito de Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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