Información del libro

Estudio-vida de Deuteronomiopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6649-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 16 de 30 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE DEUTERONOMIO

MENSAJE DIECISÉIS

LA LEY ES PROCLAMADA NUEVAMENTE

(9)

Lectura bíblica: Dt. 14:22-27; 15:19-23; 16:1-17, 21-22; 17:2-7; 23:21-23; 26:1-11

En este mensaje consideraremos los estatutos generales y las ordenanzas con respecto a la adoración a Dios.

C. Con respecto a la adoración a Dios

Después de hablar con respecto a la ayuda para los necesitados, Moisés aborda el tema de atender a la necesidad de Dios, un tema que guarda relación con la adoración a Dios.

1. Al dar el diezmo de todo lo producido,
tanto de sus ganados como de sus cultivos

Como parte de la adoración que rendían a Dios, a los hijos de Israel se les requería dar el diezmo de todo el producto de su ganado y de su cosecha (14:22-27). Ellos tenían que dar a Dios la décima parte del ingreso del campo o del ganado.

a. Deben ofrecerse en el lugar
que Jehová escogiere para Su habitación

“Comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que Él escoja para hacer allí habitar Su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite fresco, y los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre a Jehová tu Dios” (v. 23). Aquí vemos que los hijos de Israel no tenían derecho a ofrecer sus diezmos en cualquier lugar que ellos escogieren; antes bien, ellos debían traer los diezmos al lugar que Jehová escogiere para poner allí Su nombre y hacer allí Su habitación. Esto significa que los diezmos debían ser ofrecidos en el único centro establecido para adorar a Dios.

b. Deben comerse delante de Dios con regocijo

En el lugar que Dios escogiere, el lugar donde Dios pusiera Su nombre y Su habitación, y el lugar donde estaba el altar, el pueblo debía comer las ofrendas delante de Dios con regocijo (vs. 23, 26). Esto significa que los diezmos debían disfrutarse juntamente con Dios. Comer “delante de Jehová” es comer con Él. Los hijos de Israel ofrecían los diezmos a Dios y disfrutaban delante de Dios y junto con Dios lo que habían ofrecido a Dios. Esto indica que Dios desea que disfrutemos a Su Cristo junto con Él en el lugar escogido por Él. Cada vez que nos reunimos en el nombre del Señor, en el espíritu y con la cruz (el altar), nos reunimos con Dios por medio de Cristo. Nos reunimos para disfrutar a Cristo con Dios.

c. Deben disfrutarse con los levitas
que vivieran con ellos

“No abandonarás al levita que esté dentro de tus ciudades, porque él no tiene porción ni heredad contigo” (v. 27). Este versículo nos muestra que Dios no olvida a los levitas, aquellos que le sirven de tiempo completo y, quienes al no tener heredad ni empleo, dependen de Él para su sustento. Por consiguiente, al ofrecer los diezmos a Dios y al disfrutar los diezmos con Dios, el pueblo de Dios debía incluir a los levitas. Debían disfrutar los diezmos con los levitas que vivían con ellos.

d. Aprender a temer siempre a Dios

Los hijos de Israel debían comer los diezmos delante de Dios en el lugar escogido por Él a fin de que aprendieran a temer siempre a Dios (v. 23). Supongamos que un israelita dijera: “No es necesario que yo lleve esta décima parte al lugar que Dios ha escogido. Yo puedo disfrutarla en casa con los levitas que estén en mi ciudad”. Tener semejante actitud ofende a Dios y significa no temerle. El pueblo debía dar sus diezmos exactamente conforme a los reglamentos de Dios. Si hacían esto, aprenderían a temer siempre a Dios.

2. Al ofrendar los primogénitos machos
de sus vacas y de sus ovejas

En 15:19-23 vemos que los hijos de Israel también debían adorar a Dios ofreciéndole los primogénitos machos de sus vacas y de sus ovejas.

a. Santificarlos a Jehová Dios

“Santificarás a Jehová tu Dios todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no trabajarás con el primogénito de tus bueyes ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas” (v. 19). Aquí vemos que a los hijos de Israel no se les permitía usar para su propio fin el primogénito de sus vacas ni de sus ovejas, las cuales debían ser santificadas a Dios. Puesto que el primogénito del buey pertenecía a Dios, no podían usarlo para el trabajo. Asimismo, puesto que el primogénito de las ovejas pertenecía a Dios, no podían trasquilarlo. El pueblo no tenía derecho a usar lo que había sido santificado a Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top