Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 77 de 185 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE SETENTA Y SIETE

LA PROMULGACION DEL PACTO
(2)

Lectura bíblica: Ex. 24:1-8; He. 9:18-20, 22; Jer. 31:33-34; Ez. 36:25-29a

Este mensaje da continuación al anterior acerca de la promulgación del pacto. Ya vimos que cuando Moisés promulgó el pacto, él construyó un altar y también doce pilares. El altar indica que debemos ser redimidos, aniquilados y reemplazados. Las columnas significan que debemos ser un testimonio viviente de Dios, un reflejo de lo que El es.

III. CON LOS HOLOCAUSTOS Y SACRIFICIOS DE PAZ

Exodo 24:5 dice: “Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová”. No es difícil entender el significado de estas ofrendas. El holocausto servía para satisfacer a Dios. Fuimos creados por Dios para Su satisfacción. No obstante, debido a la caída, el hombre fracasó y no puede satisfacer a Dios. Finalmente, Cristo vino como el segundo hombre y satisfizo totalmente a Dios. Por consiguiente, El fue el holocausto que satisfizo a Dios.

Después de que Dios fue satisfecho por el holocausto, había paz entre Dios y el hombre. Esta paz proviene del sacrificio de paz. Cuando el hombre y Dios disfrutan juntos a Cristo, hay una satisfacción y una paz mutua. Primero Cristo fue el holocausto ofrecido a Dios para satisfacerle, y luego el sacrificio de paz para hacer la paz entre el hombre y Dios. Finalmente, Cristo llegó a ser una fiesta para Dios y el hombre a fin de que se disfrutasen mutuamente. Este es el Cristo que nos redimió, nos aniquiló y que ahora nos está reemplazando. Cuanto más somos reemplazados por Cristo en nuestra experiencia, más llegamos a ser el holocausto, el sacrificio de paz. Día tras día, satisfacemos a Dios y disfrutamos de paz con El mientras celebramos y disfrutamos a Cristo con Dios.

No podemos satisfacer a Dios, tener paz con El, ni disfrutar de Cristo con El, por nuestros propios esfuerzos por obedecer la ley. Repito que Dios no dio la ley a Su pueblo con la intención de que la observaran. La intención de Dios es que el pueblo sea reemplazado por Cristo y llegue a ser un reflejo de Dios. Esta es la economía de Dios. Le damos gracias porque en el recobro esto nos ha sido aclarado.

Según el concepto natural, el Dios todopoderoso, Creador, santo, nos ha dado la ley para que la obedezcamos. Este concepto religioso está muy propagado entre los cristianos contemporáneos, pero está muy alejado de la economía de Dios. Nosotros en el recobro todavía podemos estar incoscientemente bajo la influencia de este concepto. Después de escuchar un mensaje podemos orar: “Señor, he decidido vivir conforme a este mensaje. Por favor ayúdame a llevar a cabo mi decisión”. Esta clase de oraciones nos deja ver que todavía estamos bajo la influencia del concepto natural y religioso. Toma mucho tiempo liberarnos de esta influencia. Cuando leemos cierto requisito bíblico, nos resulta fácil decidir que queremos cumplir este requisito nosotros mismos. Así como los hijos de Israel en el monte Sinaí, prometemos al Señor que haremos todo lo que El dice. No obstante, si somos iluminados por el Señor, ya no trataremos de hacer lo que El requiere. Por el contrario, oraremos: “Señor, ten misericordia de mí, pues no puedo hacer lo que Tú exiges. Señor, Te alabo porque Tú me redimiste y me aniquilaste y Tú me estás reemplazando contigo mismo y estás haciendo de mí Tu reflejo”.

¡Alabado sea el Señor porque tenemos la cruz que nos aniquila y Cristo que nos reemplaza! Cristo es nuestro holocausto y nuestro sacrificio de paz. Mientras lo experimentamos a El, El hace de nosotros un holocausto viviente y un sacrificio de paz viviente. Esto no se debe a que obedecemos la ley, sino por nuestra experiencia del altar y del sacrificio, de la cruz que aniquila y reemplaza para que lleguemos a ser el testimonio de Dios. Si experimentamos a Cristo y la cruz de esta manera, no sólo tendremos el altar y los sacrificios, sino también las doce columnas. ¡Aleluya por la maravillosa redención de Cristo y Su reemplazo que puede transformar a pecadores caídos y corruptos en columnas!

No trate de cumplir la ley de Dios. Cristo lo ha redimido, y ahora El lo está reemplazando, reconstituyéndole y arreglándole nuevamente para hacer de usted un testimonio viviente de Dios, Su reflejo. Si usted camina conforme al Espíritu y pone su mente en el Espíritu, automáticamente los justos requisitos de la ley serán cumplidos en usted y llegará a ser un testimonio de Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top