Información del libro

Estudio-vida de Hechospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1419-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 39 de 72 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE TREINTA Y NUEVE

LA PROPAGACION
EN ASIA MENOR Y EUROPA MEDIANTE
EL MINISTERIO DE LA COMPAÑIA DE PABLO

(5)

Lectura bíblica: Hch. 14:1-28

UN LIBRO ACERCA DE LA ECONOMIA DE DIOS

En este estudio-vida no tengo la intención de abarcar todos los detalles que se encuentran en Hechos; como por ejemplo, el hecho de que David era un hombre conforme al corazón de Dios. Mi verdadera carga en este estudio-vida consiste más bien en presentar todos los asuntos cruciales que se relacionan con la economía neotestamentaria de Dios. Por esta razón, dedicaremos mayor atención a todos los asuntos que tienen un valor dispensacional en el libro de Hechos.

Cuando uso el término “dispensacional” (el cual aparece repetidas veces en estos mensajes), no me refiero a una era determinada, ni a la manera en la que Dios se relacionó con Su pueblo durante cierta época, sino más bien a la administración que Dios lleva a cabo en Su economía eterna. La administración divina sobresale en Hechos, y debido a esto, podemos decir que el tema de este libro es la economía de Dios. Muchos cristianos no entienden el libro de Hechos. Este libro no se limita simplemente a relatar hechos, sino que principalmente revela la administración que Dios lleva a cabo, la cual es Su economía eterna. Por consiguiente, la carga que tengo en este estudio-vida es abordar el tema de la economía de Dios, según se ve en el libro de Hechos.

Mi objetivo al estudiar un determinado capítulo de Hechos, consiste en ver cómo Dios ejecuta su administración para cumplir Su economía. Con esto en mente, estudiaremos el capítulo catorce. Aparentemente, este capítulo no tiene mucho que ver con la administración divina; sin embargo, si lo estudiamos detenidamente encontraremos algunos asuntos que sí se relacionan con dicha administración.

A ICONIO

Leamos Hechos 14:1: “Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos”. Pablo y Bernabé, así como lo hicieron en Hechos 13:5 y 14, asistieron a la reunión de la sinagoga judía para valerse de dicha reunión y anunciar la palabra de la gracia de Dios. El versículo 2 continúa: “Mas los judíos que desobedecieron excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos”. La palabra griega traducida “ánimos” significa literalmente “almas”.

La palabra de la gracia de Dios

En Hechos 14:3 leemos: “Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio de la palabra de Su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios”. Como hemos indicado, la gracia del Señor es el propio Dios Triuno que los creyentes reciben y disfrutan, y a quien expresan en su salvación, cambio de vida y su manera santa de vivir.

El Señor daba testimonio de la palabra de Su gracia, y concedía que se hiciesen señales y prodigios por las manos de Pablo y de Bernabé. Las señales y los prodigios no forman parte del testimonio central de Dios, el cual es el Cristo encarnado, crucificado, resucitado y ascendido; ni tampoco forman parte de Su salvación plena. Solamente son evidencias de que lo predicado y ministrado por los apóstoles y el modo en que actuaban, provenían absolutamente de Dios, y no del hombre.

La expresión “la palabra de Su gracia” conlleva un valor dispensacional. Los judíos se reunían en las sinagogas para leer el Antiguo Testamento, no porque desearan conocer la palabra de la gracia del Señor, sino con el fin de conocer la palabra de la ley de Dios, la cual pertenecía a la vieja dispensación, a la antigua administración divina de la economía de Dios. Pero la palabra de la gracia del Señor reemplaza la ley. Lo que ocupaba la mente de los judíos que se reunían en las sinagogas era la ley, pero Pablo les presentó a Cristo como la gracia que Dios les otorgaba. Los apóstoles edificaron a los nuevos creyentes testificándoles de la palabra de vida y de la palabra de la gracia del Señor. La frase “daba testimonio” en el versículo 3, implica que “la palabra de Su gracia” estaba presente, y que ya había sido predicada por los apóstoles. Puesto que la palabra de la gracia ya había sido predicada, se daba testimonio de ella.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top